Un golpe de Estado militar ha puesto fin al régimen dictatorial de la llamada dinastía Bongo que se mantuvo en el poder en Gabón, país centroafricano, por más de cincuenta años. El presidente Ali Bongo Ondimba, quien fue recientemente reelegido para un tercer mandato el pasado 26 de agosto con el 64,27% de los votos, se encuentra bajo arresto domiciliario. Uno de sus hijos también ha sido detenido por alta traición, y las elecciones han sido anuladas.
A pesar de las denuncias de fraude electoral, por parte de la oposición que se negó a aceptar los resultados, estos no fueron tomados en consideración. El oponente de Bongo, Albert Ondo Ossa, obtuvo el 30,77% de los votos, según el anuncio del Centro Electoral Gabonés (CGE).
El golpe tuvo lugar pocas horas después de que se dieran a conocer estos resultados. Hasta este miércoles, la situación en el país no había sido hecha pública. La población de la capital y de varias ciudades salió a las calles en apoyo al golpe militar, expresando su descontento por la falta de gobierno y el deterioro continuo de la sociedad. Uno de los militares insurrectos declaró: «No existe un gobierno, sino un deterioro constante de la sociedad, lo que ha llevado al país al caos. En nombre del pueblo y en defensa de las instituciones, hemos decidido salvaguardar la paz poniendo fin a este régimen actual».
Durante las elecciones, el presidente depuesto implementó medidas como el toque de queda a partir del domingo después de las elecciones y la interrupción del acceso a Internet para mantener el orden público. Estas acciones desencadenaron las protestas por fraude y, en última instancia, el golpe militar.
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Correo del Alba