Por Yoselina Guevara López
En medio de un verano turbulento marcado por la presencia del Covid-19 y jornadas diarias de protestas y detenciones, el Comité Permanente del Congreso Nacional Popular de la República de Hong Kong aprobó la Ley de Seguridad Nacional. Cabe resaltar que la metrópoli tiene una forma limitada de autogobierno, el cual es completamente distinto al del resto de la China continental. Su parlamento es elegido a partes iguales por el voto popular y por Beijing. Antes de la promulgación de la mentada ley las autoridades chinas no tenían derecho a arrestar a los ciudadanos y ciudadanas de Hong Kong; al igual que otros países, debían solicitar una orden de detención internacional. Con la promulgación de la nueva normativa todo ha cambiado.
El principio de “un país dos sistemas”
Tras el pasado colonial británico, el sistema judicial de Hong Kong se basa en el derecho consuetudinario anglosajón y, de hecho, es autónomo, con la excepción de las esferas de la Defensa y la Política Exterior. Este esquema se denomina “un país, dos sistemas”, en tanto garantiza su independencia de China, especialmente en términos de derechos. La ley recientemente aprobada conduce a una importante reducción de la autonomía de Hong Kong, dada la alta posibilidad de que Beijing la utilice para contener más vigorosamente las ahora vanas aspiraciones democráticas de la antigua colonia británica.
Reacciones internacionales
En este contexto, los Estados Unidos pueden aprovechar las revueltas que se están produciendo en la región para desestabilizar a la República Popular China. Washington ha detenido la venta de equipo militar y ha restringido la exportación de tecnología a Hong Kong después de que se revocara su estatus especial; esta condición había permitido a los norteamericanos tratar a Hong Kong como una entidad separada de la China continental. No se excluye que Washington introduzca nuevas sanciones contra Beijing si las protestas por la aprobación de la nueva ley son reprimidas con violencia. Por su parte, el Ministerio de Relaciones Exteriores chino informó en nota al periódico Global Times que su país «no teme» a las «amenazas» e «intimidaciones» de los Estados Unidos y que los intentos de bloquear la controvertida ley sobre «seguridad nacional» en Hong Kong están destinados a «fracasar».
Por su parte, el portavoz del gobierno japonés, Yoshihide Suga, durante una conferencia de prensa calificó los acontecimientos en Hong Kong como un “desarrollo lamentable” añadiendo que «el principio ‘un país, dos sistemas’ es muy importante para Japón ya que tenemos estrechas relaciones con Hong Kong, tanto económicamente como entre el pueblo».
El presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, en una conferencia de prensa en Bruselas después de una cumbre en línea de la Unión Europea (UE) y Corea del Sur señaló, en lo referente a la Ley de Seguridad Nacional, que «corre el riesgo de socavar gravemente el alto grado de autonomía de Hong Kong y de afectar negativamente a la independencia del poder judicial y al estado de derecho. Lamentamos esta decisión». La Presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, añadió que «este es un tema muy crítico para nosotros y estamos seriamente preocupados”.
Una controversial ley
La normativa fue aprobada el 30 de junio y entró en vigor el 1 de julio. Los detalles de los 66 artículos se mantuvieron en secreto hasta su aprobación. Dentro de dicho precepto se introdujeron importantes y cruciales innovaciones, especialmente en lo que respecta a los delitos y al sistema de control de la población directamente por Beijing. Se establece la vinculación firme del sistema judicial de Hong Kong con el de la China continental, socavando el principio de «un país, dos sistemas» que rige la relación entre la región y la capital.
Aspectos de la Ley de Seguridad Nacional
- El establecimiento en Hong Kong de una oficina que dependerá directamente de la Comisión de Seguridad Nacional del Partido Comunista Chino. Esta no estará bajo la jurisdicción de las autoridades locales y tendrá la autonomía de decidir los casos que serán juzgados directamente en la China continental. En una medida que dejaría claro lo que hace tiempo no era oficial: la arraigada presencia del aparato de inteligencia chino en Hong Kong.
- Se criminaliza cualquier acto de secesión, subversión, terrorismo y colusión con fuerzas externas. En detalle, la ley tiene por objeto enjuiciar con mayor severidad y ejercer un amplio control sobre la sociedad civil de Hong Kong con la justificación basada en lo que pudieran ser acciones consideradas indignantes contra el gobierno nacional y Beijing. El objetivo es promover la seguridad nacional, evitar la violencia y castigar las manifestaciones contrarias al orden público, con el apoyo decisivo de los aparatos chinos, que serán cada vez más intrusivos y represivos.
- La ley incluye una amplia gama de nuevos delitos bajo las definiciones genéricas de terrorismo, subversión, secesión, con penas muy severas. Se incluye: a) El daño al transporte público; b) Los sospechosos pueden ser interceptados y vigilados; c) La destrucción de instalaciones públicas será considerada un acto subversivo; d) Las actividades secesionistas, incluso las no violentas, serán castigadas; e) Las empresas o grupos que violen la Ley de Seguridad Nacional serán multados y podrán suspender sus operaciones; f) Cualquier persona condenada por violar la ley no podrá participar en las elecciones de Hong Kong.
- Las nuevas disposiciones se aplicarán a los residentes permanentes y no permanentes de Hong Kong.
- La ley prevé sanciones duras contra cualquiera que inste a países extranjeros a criticar las acciones del Gobierno. Con ello la normativa evita cualquier tipo de interferencia externa con lo que esté sucediendo en Hong Kong.
- Los residentes de Hong Kong que hayan adquirido pasaportes extranjeros no podrán emitir juicios críticos sobre la administración del Estado, so pena de congelar por parte de la autoridad sus activos y pagar multas.
- Se controlarán más estrechamente las actividades de las ONG y las agencias de prensa extranjeras que operan en el territorio de Hong Kong.
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Yoselina Guevara López Corresponsal en Italia