La Paz es uno de los destinos turísticos más cautivadores de Bolivia, es una ciudad que se vive intensamente tanto de día como de noche, los mercados al aire libre, el colorido, la mezcla cultural, las calles que se rompen con la presencia de las montañas que hacen recordar no solo el frío paceño, sino también que estamos a tres mil 600 m s. n. m., lo cual crea una urbe con una atmósfera especial en la que se fusiona lo moderno, lo antiguo y lo tradicional.
Ese mismo ambiente misterioso se vive en las noches que La Paz promete una grata aventura, casi mística, por lugares icónicos, entre sabores autóctonos, cócteles, mezclas que hacen vibrar las almas. Aunque no solo es comida y bebida, pues la música y los decorados tienen un sitial preferencial en los emblemáticos boliches.
Esta ruta quisimos hacerla sobre algunos bares que ofrecen experiencias alternativas, underground. Algunos memorables: el Bocaisapo, que aunque ya no existe sigue en la memoria, fue un ambiente misterioso, con una entrada muy pequeña y hasta incómoda, pero el saludo del entrañable Cayo Salamanca y sus historias compensaba todo, la coquita… sin duda fue un local con mucha noche e historias, que merecía ser recordado en estas líneas.
Gota de Agua, una peña folklórica que ha servido de escenario para grupos musicales que empiezan su carrera y otros no tan nuevos; un local para bailar y disfrutar de la música boliviana en vivo, heredero de las recordadas Peña Naira de Pepe Ballón, y Marka Tambo, el escenario por excelencia del querido Pepe Murillo.
Si la idea es comer una exquisita pizza a la piedra, una buena cerveza artesanal o un vinito local, mientras descubres objetos antiguos que ahora son parte de la decoración, tienes que acercarte a la Chopperia Antique Pub en la Linares.
Otro espacio en el que convergen lo bohemio, lo secreto y lo antiguo es La Costilla de Adán, con su oferta de cócteles y un ambiente relajado para descubrir en grupo.
Rayuela es uno de esos sitios en los que puedes pasar del almuerzo, la merienda y continuar hasta la noche. El tiempo vuela entre exposiciones, música, licores, postres, empanaditas, la literatura, charlas, música en vivo, en lo que es ya una parada obligada en Obrajes.
Y si de música en vivo se trata Efímera es otro espacio ideal, un hornazo para pizza a leña, un apetecido vino tarijeño y la velada estará marcada por una experiencia especial.
La Choppería, del Montículo, es otro punto de encuentro para quienes quieren empezar la noche con una buena comida, unas chelitas y una charla con compas. La música siempre está buena, el local es acogedor y la decoración va de lo antiguo a lo moderno. Un local de referencia para gente de cualquier edad que busque disfrutar.
Thelonius es el santuario del jazz paceño, un rincón bohemio e íntimo, la música en vivo que transporta a otros tiempos y escenarios para lograr una noche armoniosa y con buen sabor.
A pesar de los accidentes sufridos, el recuperado Equinoccio sigue conservando su aire icónico de rock bar. Las mejores bandas bolivianas siempre se pueden oír en “el Equi”, como cariñosamente le llamamos las y los fieles al rock que gozamos de las noches en vivo con este género musical que desata pura energía y pasión.
Malegría es una opción divertida para bailar, con cócteles tropicales, música latina y electrónica para una noche llena de ritmo, para gente alegre.
Bestiario tiene un ambiente rústico y moderno, ofrece cócteles con frutas amazónicas, música en vivo que va desde jazz hasta rock alternativo, su decoración es ecléctica y cada rincón es una experiencia visual; cuenta con una oferta gastronómica única.
Cholahuasi es otro lugar para celebrar las tradiciones bolivianas con la comida y la bebida, la presentación de platos cuidadosamente decorados en sus vasijas de barro, las tazas de loza acero, los arreglos con toques étnicos, música en vivo y una coctelería innovadora. Es una forma moderna de vivir la cultura nocturna paceña.
Diesel Nacional, aquí encontrarás los mejores cócteles, con nombres muy originales y sabores inigualables, además la decoración steampunk de máquinas y engranajes. Es el mejor de todos los bares temáticos de La Paz y la línea musical de rock alternativo y electrónica encaja perfectamente con la estética del lugar.
Y para una buena movida The Dubliners es la última parada de esta ruta nocturna, este pub irlandés ubicado en la Zona Sur es perfecto para disfrutar cervezas nacionales e internacionales, buena música. Cada noche es una fiesta aquí.
En La Paz la noche cobra vida y ofrece experiencias llenas de autenticidad y carácter. Los bares son otra forma de conocer la ciudad, la mezcla de decorados, tradiciones, modernidad, música y gente prometen dejar una huella imborrable para el disfrute de las y los viajeros. ¡Salud!
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Nahir González Correo del Alba