¿Sabías que Sirios y libaneses disfrutan del mate tanto como los habitantes de Suramérica?
Fue en la segunda mitad del siglo XIX cuando inmigrantes sirios -y de otras partes- del entonces imperio otomano habrían llegado a Argentina.
La sahra, reuniones tradicionales árabes, que fácilmente duran hasta altas horas de la madrugada, en siria, muchas veces son acompañadas de yerba mate.

La tradición árabe del té, el café, las pipas de agua, en fin, la reunión social, la sahra compartiendo bebidas, comidas o momentos de ocio mientras se conversa, se escucha música o se juega, encontró en Sudamérica, de parte de estos inmigrantes de Siria y el Líbano, en el mate una tradición similar a las que ya estaban acostumbrados en sus tierras.
Resultado de los viajeros árabes que, al volver a sus tierras en el Medio Oriente, llevaron consigo el rito sureño de tomar el mate.
A día de hoy, Siria continúa siendo de los principales importadores de mate argentino.
Lo consumen con azúcar y jengibre molido, cardamomo y otras especias. Acostumbran a beber cada uno en su recipiente para la yerba, pero hay ocasiones en las que todos beben del mismo mate siguiendo el mismo estilo sudamericano.
Es costumbre en Argentina que cuando uno ya no quiere beber más se dice “gracias”, y en los países árabes, en vez de decir shúkran (gracias en árabe), han introducido la palabra en español.

La comida y la bebida son cultura, y nos une con pueblos tan lejanos como los del Medio Oriente una costumbre venida de la tradición indígena tupí-guaraní, con gran presencia en Paraguay, Argentina, Uruguay, Chile, Bolivia y Brasil.
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Sebastián López Correo del Alba