Exclusivo │ Jorge Sanjinés: “es necesario, posible e indispensable un reencuentro entre originarios y los descendientes blancos”

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Jorge Sanjinés es un caballero alto y delgado con una barba larga y canosa. Me gusta pensar en él como la personificación viva del Quijote de Cervantes, luchando contra los molinos de viento. En este caso, su lucha se dirige contra cualquier obstáculo que se interponga en la realización de un cine cuya característica más distintiva es la visibilización completa de un universo indígena boliviano. Este universo que, en la década del 50, no estaba presente en la pantalla grande ni en “sintonía” con el arte cinematográfico más conservador y elitista de esa época.

Nuestro Quijote ha descendido hasta lo más arraigado del pueblo, alzando su voz contra las desigualdades, el racismo y las injusticias de la guerra. Con tenacidad ha enfrentado todos los desafíos para llevar a cabo sus 12 grandes proyectos en seis décadas de labor. Acompañado constantemente por un grupo de profesionales bajo el amparo de la Fundación Grupo Ukamau, quienes han dado vida a la visión de Sanjinés: un cine insurgente que desafía las convenciones establecidas, un cine sublevado.

Durante la última década he tenido el privilegio, gracias a mis estrechas relaciones con personas generosas, de gestionar diversos respaldos para Ukamau. Estos apoyos han sido fundamentales para la realización de películas como Insurgentes o Juana Azurduy,  Guerrillera de la Patria Grande, así como para coordinar logística esencial para Los Viejos Soldados. Entre las gestiones destacan la edición en la Villa del Cine en Venezuela y la obtención de vestimentas de época para Juana Azurduy…, las cuales transportamos desde Caracas mediante vuelos de Conviasa, tanto de ida como de vuelta.

Estos años de amistad han estado marcados por numerosas anécdotas y momentos significativos que aprecio profundamente. Sin embargo, enfrentamos tiempos turbulentos, agravados por una pandemia que retrasó el proceso de producción de su última película. Gracias al incansable esfuerzo de un reducido grupo de profesionales como Luis Tapia, Mónica Bustillos y Pedro Lijeron, entre otros, finalmente pudimos concluir la versión definitiva del proyecto.

El film Los Viejos Soldados tuvo una majestuosa Avant Premier el 28 de febrero en la ciudad de La Paz. En la oportunidad fue condecorado Jorge Sanjinés por el presidente Luis Arce con el mayor de los premios otorgados por el Estado Plurinacional, la medalla El Condor de los Andes

Al día siguiente, el bisiesto 29 de febrero, la película se estrenó en todos los cines del país. Antes de ingresar a la sala, en un emotivo y significativo acto para Jorge Sanjinés, recibió otra condecoración muy importante: la Orden Guerrilleros Lanza, de manos del comandante general del Ejército de Bolivia, Juan José Zúñiga, quien apeló a la unidad de la patria  evocando las postrimerías de la guerra del Chaco. Fueron dos merecidísimas distinciones a tan alta personalidad de la cultura.   

Jorge Sanjinés Aramayo es paceño, nació el 31 de julio de 1936 y creó junto a Oscar Soria, Antonio Eguino y Ricardo Rada el Grupo Ukamau. Es el cineasta de mayor impacto internacional y protagonista de una generación de fundadores del Nuevo Cine Latinoamericano. Sus obras están inscritas entre las más destacadas en la historia del séptimo arte. Para Bolivia y nuestra América es un orgullo que figure entre los 15 directores más prestigiosos del cine mundial en las décadas del 70 y 80.

En compañía de Mónica Bustillos, su mano derecha, y yo, entablamos una conversación/entrevista, la cual comparto a continuación.

Sanjinés expresó su satisfacción por finalmente estrenar su más reciente cinta, tras al menos tres años de espera por financiamiento. En un instante mencionó que «con cada película terminábamos más pobres y endeudados». A lo largo de la creación de sus 12 largometrajes y otros tantos cortometrajes se vio obligado a vender sus escasas posesiones, incluyendo casa, vehículo y cámaras, para cubrir los gastos asociados con la producción cinematográfica. Además perdió pertenencias debido a persecuciones, allanamientos y expulsiones del país en varias ocasiones.

Sanjinés se sentó en una antigua silla giratoria, un auténtico director de cine, guiando nuestras reflexiones sobre los eventos recientes. Sus pensamientos se centraban en la medalla El Cóndor de los Andes, mostrándose abrumado, pero feliz. Las muchas demostraciones de afecto lo inquietaban, ya que él es un hombre serio y discreto, con cierta timidez, poco habituado a lidiar con multitudes.

“Con cada película terminábamos más pobres y endeudados”

Le pregunté cómo se había sentido en la Avant Premier: “pues muy feliz, me faltó leer unas palabras donde te agradecía a ti y tu invaluable apoyo. Me siento conmovido y sorprendido. Lo he recibido en nombre de todas y todos nuestros compañeros de Ukamau, sin ellos, sin Beatriz, Mónica, el equipo de Ukamau, mis hijos, la gente que nos ha apoyado a lo largo de estos años, no hubiera sido posible este reconocimiento”. 

Entré en materia de Los Viejos Soldados, que relata una historia de amistad en tiempos de la guerra del Chaco, un escenario donde se desarrolló una guerra brutal, en que su personaje central, Guillermo Mendoza, coprotagonista, personificado por el actor Cristian Mercado, dice: “vinimos a la guerra no solo a matar paraguayos, vinimos a conocernos como bolivianos”. De ahí que algunos historiadores plantean que es el comienzo de una Bolivia distinta.

–¿Cuál es el mensaje que quiere entregar con esta película?

–Principalmente, que es necesario, posible e indispensable un reencuentro entre originarios y los descendientes blancos, mestizos, como lo hubo durante los 15 años de la guerra por la independencia de la prodigiosa tierra boliviana.

Memorias de un cine sublevado

Con la Editorial Pinves nos hicimos cargo de la publicación de la biografía de Sanjinés y cuatro de sus libros inéditos, pero no solo hicimos la biografía, sino que clasificamos, organizamos, fotografiamos y diseñamos un libro hermoso llamado Memorias de un cine sublevado. En esos trajines leímos la novela referida a “los viejos soldados”, cuya adaptación al cine se estaba presentando por primera vez y en que la principal diferencia es el final. Vale la pena leer el libro y ver la película, pero también hacer una edición especial del director con escenas que no aparecen.

Asimismo, les invito a ver el making off de este film y descubrir lo que pasó tras cámaras y cómo los 80 miembros del grupo de rodaje, todos y todas “collas”, acostumbrados al frío paceño, sobrevivieron un mes en Bibobo en Villamontes, con más de 45 grados de calor y humedad. Sanjinés evocó aquellos días con temperaturas tan altas “que mandaron al hospital a cinco de los 12 jóvenes estudiantes de nuestra Escuela de Cine que trabajaban como asistentes… fueron días muy duros”.

A modo de ejemplo, en la filmación en la que Mónica Bustillos se encargó de la producción y Eva Bustillos organizó la parte alimentaria, resaltaba un gran botellón con la etiqueta claramente marcada como «suero fisiológico», ubicado junto a otro que indicaba «agua natural», la cual se había recalentado debido a las altas temperaturas del Chaco boreal.

En una reflexión Sanjinés me comunica su deseo de lograr autenticidad con Los Viejos Soldados, especialmente en las escenas de combate de la guerra del Chaco. Un recuerdo vívido surge de uno de los protagonistas, Sebastián (interpretado por Roberto Choquehuanca), quien experimentó, en la filmación, sensaciones equiparables a las de los jóvenes de la época. Desde el traslado forzado de su entorno natural en el Altiplano frío, seco y lluvioso, a otro hostil a causa de la escasez de agua y el exceso de calor y humedad. Sebastián sufrió las condiciones adversas. Sin embargo, la emoción más intensa surgió al evocar la pérdida de tantos soldados de ambos bandos debido a esta guerra innecesaria.

Sanjinés escuchaba atentamente  mis preguntas y articulaba respuestas, a veces brevísimas, otras demasiado largas.

Insurgentes (la larga lucha indígena), Juana Azurduy… (la Independencia), ahora Los Viejos Soldados (guerra del Chaco), ¿qué lo ha motivado a dedicar las últimas dos décadas de su labor cinematográfica a la revisión de la historia de Bolivia?

–Me ha motivado la imperiosa necesidad de valorar y enorgullecernos de gran parte de nuestra historia, en la que se han dado grandes episodios de coraje y lucidez. Sacar del anonimato y del olvido a nuestros héroes originarios, darle vida cinematográfica a nuestra lúcida y valiente Juana Azurduy.

En la charla acerca de los pendientes por abordar, el realizador destaca que persisten desafíos en la continuación de la producción de cine comprometido con el pueblo. ¿A pesar de la falta de recursos? –indago–, a lo que responde: «Sí, por supuesto. En la mayoría de las ocasiones hemos logrado obtener lo necesario, excepto en una. La malversación ocurrida en una oficina estatal nos dejó sin fondos en una de nuestras obras más recientes, y hasta la fecha no hemos recibido la devolución correspondiente».

–¿Cómo ha evolucionado el cine de Sanjinés?. Si tuviera que hacer un análisis de su trayectoria, ¿cómo lo clasificaría en etapas?

–Desde nuestra primera película, Revolución, realizamos un mismo cine comprometido cultural y políticamente y puede decirse que solo existen en ese recorrido tres etapas: 1) cine de enfrentamiento contra el imperialismo y el sistema político reaccionario; 2) cine volcado a profundizar en la cultura originaria, como La Nación Clandestina; y 3) cine histórico, como Juana Azurduy, Guerrillera de la Patria Grande.

“Me ha motivado la imperiosa necesidad de valorar y enorgullecernos de gran parte de nuestra historia, en la que se han dado grandes momentos de coraje y lucidez”

Nos fuimos raudos al Megacenter, donde un pelotón de músicos militares esperaba al maestro y le dedicaron varias piezas de la guerra del Chaco. Esa noche también fue condecorado.  La mitad de los asistentes a la sala eran militares de distintos rangos, oficiales y soldados rasos, con su vestimenta de camuflaje colores ocre. Todos saludaron a este director lo felicitaron.

El galardón más prestigioso dado a un cineasta boliviano o latinoamericano es la Concha de Oro del Festival de Cine de San Sebastián. Este, el más elevado alcanzado por Bolivia, fue alcanzado por Jorge Sanjinés con La Nación Clandestina.

El cine de las dificultades

Sé de muy cerca cuánto se encarecieron los costos de producción tras el golpe de noviembre de 2019 y la incertidumbre que sobrevino. Un grupo de fanáticos afectos al régimen recién instalado fueron hasta la casa del cineasta, donde funciona la Fundación Grupo Ukamau, a azotar la puerta e increpar a Jorge que debió cambiar temporalmente de residencia esperando que bajaran los niveles de efervescencia ultraderechista con sesgos neofascistas que se vivieron en esos días. Luego, en la pandemia, poco a poco volvieron a la normalidad y retomaron el trabajo apenas se pudo, en pleno 2020.

–¿Cómo fue continuar con el rodaje de Los Viejos Soldados tras el golpe de 2019, cuando usted nuevamente fue señalado convirtiéndose en uno de los cineastas más perseguidos de toda la Región por su posición política?

–Difícil –respondió y quedó en silencio.

–Antes de finalizar esta conversación, ¿qué mensaje le da a la sociedad boliviana, a los pueblos en lucha y a los jóvenes que aún no conocen sus películas?

–A la sociedad, que no pierda el norte político. Que la vida democrática siga como objetivo y se valore cada día lo conquistado por la lucha del pueblo que amplió profundamente su presencia dentro del Estado, cambiando a Bolivia y mejorando el estándar de vida colectivo. A los jóvenes, les digo que miren con más amor al maravilloso país que tenemos.

–¿Cuál película recomendaría para dar a conocer a Sanjinés y Ukamau fuera de los márgenes bolivianos?  

El Coraje del Pueblo, sin lugar a dudas.

Según el joven cineasta Sebastián López, quien también hace un pequeño papel en una escena tocando la concertina y es parte del grupo que se encuentra con soldados paraguayos en tierra de nadie, algo ha cambiado en la percepción y la dialéctica del Grupo Ukamau y del director Jorge Sanjinés, acostumbrados a otros planteamientos más relacionados con lucha de clases y conflictos sociales: “como dijo el filósofo Alan Quezada en una entrevista sobre el cine de Sanjinés, ‘no es un cine edificante’, sino que exhibe una realidad cruda, sin filtros idealizantes y sin anestesia. Los finales desoladores, el sentimiento y el compromiso con cambiar el mundo surgen al terminar de ver una película de Sanjinés, pero en Los Viejos Soldados cambian las cosas».

Me sorprendió la reacción del público, la del presidente Luis Arce, la de la ministra de la Presidencia y amiga María Nela Prada, la del director Paolo Agazzi, las autoridades, sobre todo la gente joven que se encontraba presente, porque la película contiene varias escenas de brutalidad y racismo; pensé que podría despertar resentimiento. La respuesta del público fue de serenidad y valor, de emoción y ternura, hasta las lágrimas… como comentó Piraí Vaca, eximio guitarrista a nivel internacional e hijo de mi gran amigo Lorgio Vaca, quienes asistieron a la Premier en Santa Cruz y tuvieron las mejores palabras para describir a la cinta.

Recomiendo altamente que vean esta película hecha a mano, enfrentando grandes dificultades, entre las cuales estaba la situación política y social entre 2019 y 2020, una pandemia terrible que paralizó al mundo, un equipo disgregado y perseguido por fanáticos ultraderechistas. A pesar de todo sacaron “una obra hermosa”, como dijo Agazzi, quien señaló además sobre la colección de libros que era indispensable leer esos textos que no solo hablan de Sanjinés, sino de Bolivia. Enhorabuena Ukamau.

TRÁILER │ «Los viejos soldados»

Ficha técnica
Dirección: Jorge Sanjinés
Guión: Jorge Sanjinés
Productora: Fundación Grupo Ukamau
Productores: Mónica Bustillos Troche y Jorge Sanjinés
Productores ejecutivos: Mónica Bustillos Troche
Reparto: Cristian Mercado y Roberto Choquehuanca
Fotografía: César Pérez
Sonido: Guillermo Palacios
Montaje: Jorge Sanjinés
Música: Cergio Prudencio
Año: 2022, estreno 2024

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Cris González Directora

Juan José Peralta Ibáñez
Fotógrafo documentalista, fotoperiodismo, naturaleza, video, música

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