La decisión del gobierno imperialista de Estados Unidos de mantener las medidas coercitivas ilegales MCI, (falsamente llamadas «sanciones») reemplazando la ilegal licencia petrolera No. 44, por otra numerada 44A – de transición a las nuevas normas ilegales de Estados Unidos contra Venezuela – confirma la voluntad neocolonial en contra de la república, el gobierno y el pueblo de la República Bolivariana de Venezuela, por lo que debe ser absolutamente rechazada por la nación y el Estado venezolano, por atentar contra la constitución y leyes del país al pretender pisotear la más altas conquista de nuestro pueblo en 214 años: la independencia y la soberanía.
La causa de esta nueva agresión imperialista contra el pueblo de Bolívar, se encuentra en haber aceptado en las difíciles circunstancias del bloqueo técnico, financiero y comercial de la empresa Pdvsa y la paralización de la economía nacional, la llamada Licencia 44 que autorizaba a la Oficina de Control Fiscal, OFAC, de la Secretaría del Tesoro del Gobierno de Estados Unidos, vigilar, supervisar, controlar y sancionar a toda empresa venezolana o extranjera que realizará actividades relacionadas con el sector petrolero venezolano en el mercado internacional, la cual se venció este día jueves 18/04/24 y fue inmediatamente sustituida por la Licencia 44A, dictada para normar la transición de las empresas operadoras de petróleo en Venezuela al nuevo sistema ilegal que impondrá el Gobierno de Estados Unidos, la cual tiene el mismo propósito neocolonial pero reforzado al pretender que toda empresa que pretenda continuar o iniciar operaciones petroleras en Venezuela, debe solicitar individualmente una licencia ante la misma OFAC, cumpliendo previamente con las condiciones establecidas; no por las leyes y el gobierno de la República Bolivariana de Venezuela, sino por el Gobierno de Estados Unidos.
El aspecto político central del presente debate no es ni puede ser si el gobierno del Presidente Maduro o el gobierno de Estados Unidos, cumplieron con los términos de los «acuerdos» suscritos por ambas partes sobre asuntos políticos privativos del gobierno y el pueblo venezolano – dado que tales acuerdos son inconstitucionales por lesionar la soberanía política y jurídica del Estado venezolano y debían ser aprobados por la Asamblea Nacional – , sino que, nunca tales acuerdos debieron ser negociados y menos, firmados por el gobierno venezolano, por constituir una inaceptable injerencia de un Estado extranjero en los asuntos internos del país.
Es hora que el gobierno del presidente Maduro declare expresa e inequívocamente como inválidas y sin consecuencia legal alguna, las ilegales «licencias» que a futuro pudieran ser expedidas por la OFAC del gobierno imperialista de Estados Unidos y, en consecuencia, se le exija a toda empresa que opere o pretenda operar en Venezuela, abstenerse de suscribir tales «licencias» extranjeras, sujetando sus operaciones únicamente a lo dispuesto en la Constitución de la república, las leyes, reglamentos, decretos y demás normas del derecho interno venezolano, so pena de la derogación del contrato suscrito con Pdvsa para realizar operaciones en el territorio continental, marítimo y oceánico de Venezuela.
Es momento de enfrentar con decisión, firmeza y voluntad de sacrificio la pretensión de reinstalar la republiqueta petrolera neocolonial existente antes de la fundación de la República Bolivariana de Venezuela, para lo cual se debe unir al pueblo patriota venezolano, sus organizaciones sociales y políticas auténticamente bolivarianas, la fortaleza de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana, FANB, los pueblos y gobiernos solidarios de nuestramerica y los poderosos aliados estratégicos del mundo.
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Yoel Pérez Marcano Venezolano, exembajador en San Vicente y las Granadinas y Belice