Josep Borrell, Alto Representante de la Unión Europea (UE), ha sido uno de los políticos que ha insistido en la necesidad de negociación para que Israel respete el Estado palestino, haciendo un llamado consciente a un cese al fuego humanitario, así lo ha expresado en diversos escenarios y en sus redes sociales como el mensaje publicado en X “La gente en Gaza está muriendo no sólo por las bombas y las balas, sino también por la falta de alimentos y agua potable, y por los hospitales sin electricidad ni medicinas. Esto debe parar. No cejaré en mi llamado a un alto el fuego humanitario inmediato y a la liberación inmediata e incondicional de todos los rehenes”.
El pasado 19 de enero Borrell, fue investido Doctor Honoris Causa por la universidad de Valladolid donde hace casi cuarenta años, según sus propias palabras, dio clases de matemáticas.
Durante su polémico discurso aseguró que el conflicto: “Israel-Palestina es por el derecho a vivir en la misma tierra y que es difícil distinguir quien tiene más derecho que el otro, si los dos derechos son iguales, equivalentes, o que, si uno tiene más derecho que el otro porque estaba ahí antes, ¿pero ¿cuándo es antes? En la práctica uno disfruta más de ese derecho que el otro que se ha visto reducido al exilio y a la ocupación, porque el otro ha sido más fuerte, con nuestra ayuda, Israel, y hoy es totalmente ilusorio pensar en una confederación palestino-israelí, la única solución posible, si excluimos la extinción de una de las partes, es crear dos Estados que compartan la tierra por la que llevan cien años muriendo. Y todo el mundo apoya la solución de los dos Estados, todo el mundo lo dice, menos el gobierno israelí, todo el mundo piensa que es la única solución posible, pero nunca hemos hecho gran cosa para conseguirla, hagamos mea culpa, la hemos predicado, pero no hemos hecho nada o poco para hacerla realidad. El único intento político serio fueron los Acuerdos de Oslo, precedidos por la Conferencia de Paz de Madrid, pero de eso hace treinta años y el entusiasmo inicial no duró, porque la confianza no existía y las partes implicadas no tenían apoyo de su población para llevarlo a la práctica. Como demostró el trágico destino de Isaac Rabin uno de los firmantes, asesinado en 1995 por un fundamentalista judío. (…) los Acuerdos de Oslo nunca frenaron la colonización de Cisjordania, hoy hay cuatro veces más colonos que los que había hace treinta años, son setecientos mil, la comunidad internacional los considera ilegales, pero no ha hecho nada para combatir esta ilegalidad y esos colonos son mucho más violentos.
El número de palestinos muertos desde la tragedia del 7 de octubre estremece. Estamos presenciando el colapso del statu quo y el carácter de una situación que habíamos querido olvidar, pensábamos que la paz entre los países árabes e Israel bastaba. Jake Sullivan, asesor de seguridad para Estados Unidos, decía una semana antes del 7 de octubre “el Medio Oriente nunca ha estado tan tranquilo” ¡que dios le conserve la vista! porque una semana después empezaba la tragedia que estamos viviendo ahora y de la que no saldremos sin un compromiso muy fuerte de la comunidad internacional.
La buena noticia es que hay gente dispuesta a ello y la mala noticia es que Israel, en particular su gobierno, se niega rotundamente. Ayer mismo lo repetía Netanyahu, como si se anticipara a mis palabras de hoy, aceptar una solución que lleva boicoteando él personalmente, durante los últimos treinta años.
Entonces ¿Qué hacer, ¿cuándo y cómo? Nadie tiene la respuesta. Solo creemos que la solución de dos Estados debe ser impuesta desde el exterior, para obtener la paz. Aunque, insisto; Israel se reafirme en esa negativa que para impedirla han llegado ellos mismos a crear Hamás. Sí, Hamás ha sido financiado por el gobierno de Israel para intentar debilitar a la Autoridad Palestina de Al Fatah, pero si no intervenimos fuertemente, la espiral de odio y violencia seguirá de generación en generación, de funeral en funeral, cuando florezca la semilla del odio que se está sembrando en casa hoy”, estas son parte de las palabras emitidas durante el discurso de aceptación del Doctorado Honoris Causa.
Asimismo, el Alto Representante, criticó la inacción de la Organización de Naciones Unidas (ONU) que se opone a la guerra, pero no hace nada para detener los conflictos.
Por otra parte, este lunes 22 de enero, se realizó un encuentro entre Borrell y los ministros de Exteriores de la UE, en la cual analizaron un posible plan de solución para dos Estados Israel y Palestina. La reunión se efectúa en el marco de la negativa de Netananyu a respetar la creación de los dos Estados y respetar el espacio terrestre de los palestinos. En sus declaraciones a la prensa Borrell dijo “(…) queremos construir una solución de dos Estados ¿Cuáles son las soluciones que tiene en mente? ¿Hacer que todos los palestinos se vayan? ¿Matarlos? veinticinco mil ya han muerto en Gaza, el 70% son mujeres y niños. La manera de intentar destruir a Hamas no es como lo están haciendo…”.
Volvió a reiterar el tema sobre la violencia que implica los miles de personas sin alimentos, medicinas, resguardo de los bombardeos, la incertidumbre permanente y la ausencia de la ayuda humanitaria para el pueblo palestino.
El plan de paz presentado por Borrell incluye diez puntos, insistiendo en la intervención de la comunidad internacional en la negociación, que deben respetarse dos Estados y sentarse a dialogar. Por la parte palestina se reconocería a la Organización por la Liberación Palestina (OLP) y quedaría excluido Hamás.
Varios ministros coincidieron en la necesidad de un alto al fuego para que la ayuda humanitaria pueda llegar, algunos de ellos consideraron que era relevante que fuera permanente. Incluso manifestaron que la negativa de Benjamín Netanyahu, de la creación de dos Estados era contraproducente e inadmisible, con asomos de posibles sanciones hacia Israel, a excepción de Alemania que, con su histórica culpabilidad por el Holocausto, mantiene una opinión un poco ambigua a la del resto de sus pares europeos.
_________________________
Correo del Alba
