Este miércoles, el presidente Luis Arce, firmará un importante acuerdo respaldado por la Organización de las Naciones Unidas (ONU), que abre importantes perspectivas para naciones, incluyendo Bolivia, en cuanto a la explotación de recursos marinos en aguas internacionales.
Este es uno de los acuerdos más destacados, forjados por las Naciones Unidas en el presente año, específicamente dirigido a la protección de la biodiversidad marina. Este acuerdo se convierte en el segundo más importante en asuntos relacionados con los mares, después de la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar. Además, brindará a países en desarrollo, sin acceso directo a la costa, como Bolivia, la oportunidad de aprovechar y explotar los tesoros del océano.
La historia de Bolivia está marcada por la pérdida de sus 400 kilómetros de litoral sobre el Océano Pacífico en 1879, cuando Chile invadió y ocupó su territorio costero, privando al país de su acceso soberano al mar. Como nación sin litoral, Bolivia es signataria de la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar, un tratado que entró en vigor en 1994, que contiene una sección específica (la décima) que aborda el «derecho de acceso al mar y desde el mar de los Estados sin litoral y la libertad de tránsito».
La firma de este nuevo acuerdo de la ONU estará abierta a partir del 20 de agosto y entrará en vigor una vez que sea ratificado por 60 Estados. Este acuerdo establecerá un marco para la distribución justa y equitativa de los posibles beneficios derivados de las actividades relacionadas con los recursos genéticos marinos y la secuenciación digital de los mismos en aguas internacionales, asegurando que estas actividades beneficien a toda la humanidad.
También permitirá la implementación de mecanismos de gestión, como la explotación en zonas designadas, como áreas marinas protegidas, con el fin de conservar y gestionar de manera sostenible las especies y los hábitats en alta mar en áreas internacionales de los fondos marinos.
Estas medidas son cruciales para alcanzar el objetivo global de conservar y gestionar eficazmente al menos el 30% de las zonas terrestres, aguas continentales y áreas marinas y costeras para 2030, como se acordó en el Marco Mundial de la Biodiversidad de Kunming-Montreal.
Además, garantizará la evaluación y revisión del impacto ambiental de las actividades realizadas en áreas fuera de las jurisdicciones nacionales. También establecerá un marco legal internacional para evaluar los impactos de las actividades y sus consecuencias relacionadas con el cambio climático, la acidificación de los océanos y otros efectos en alta mar.
Finalmente, facilitará la creación de condiciones propicias y la transferencia de tecnología marina necesaria para ayudar a los Estados en desarrollo a cumplir los objetivos del acuerdo.
Entre otros aspectos, el acuerdo abordará diversas cuestiones transversales, como su relación con la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar, con los instrumentos y marcos legales relevantes, así como con los órganos mundiales, regionales, subregionales y sectoriales competentes, incluye también aspectos relacionados con la financiación y la resolución de disputas. Además, establecerá una serie de órganos institucionales, conteniendo una Conferencia de las Partes, un Órgano Científico y Técnico y otros órganos subsidiarios de la Conferencia de las Partes, junto con un Mecanismo de Facilitación y una secretaría.
_________________________
Correo del Alba