Lo íntimo, lo privado y lo público en «A nuestras amigas. Sobre la amistad política entre mujeres»

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¿Cuánto de lo que son ustedes se construyó desde lo colectivo? A las lectoras que afirmen que lo que son es un logro desde lo individual, les advierto que este escrito no les va a tocar el corazón. A aquellas que sienten que mucho de lo que son se ha construido en red, en tejido con otras mujeres, les insinúo que podrán leer una conmovedora historia de amistad y complicidad.

Alianzas entrañables para textos entrañables

El libro A nuestras amigas. Sobre la amistad política entre mujeres contiene dos apartados, el primero escrito por Edda Gaviola, el segundo por Claudia Korol. Su publicación fue un trabajo colectivo entre editoriales e ilustradores: Pensaré Cartoneras, Planeta Tierra, Zone A Defendre, Linux Libertine y  La Casona de Flores. Fue publicado en 2015 y reeditado en 2018.

No es un libro convencional, no pretende ser teórico, ni literario, pero tiene una propuesta única: pensar la amistad entre mujeres.

Los caminos del recuerdo

En el inicio Gaviola confiesa sobre su texto: “su lectura me sirve para situar a Margarita Pisano en mi vida y en la experiencia de haber sido su amiga por más de cuarto siglo. Tal vez, a alguien más le sirva para reflexionar sobre la amistad política y sus enseñanzas”. (A mí Edda, a mí me sirve y seguro a muchas de mis lectoras).

Interrogante necesaria: ¿situamos a nuestras amigas en nuestra vida?

Con este escrito Edda le rinde un homenaje a la amistad entrañable con Margarita Pisano, ambas chilenas, primero conocidas, después compañeras, amigas y, finalmente, cómplices en la vida y en la militancia desde y para un feminismo transformador que abraza la vida. 

La autora va relatando hechos precisos sobre la complicidad construida entre ambas –que transcendió espacios y fronteras–, su participación en El Salvador con propuestas desde un feminismo creativo, cuenta sobre el VII Encuentro Feminista de Latinoamérica y el Caribe en Chile y lo que significó su organización.

Entre los datos sobresalientes está el que ella y Margarita llegaron a Bolivia el año 1998 para participar del Encuentro de Feminismo Autónomo en Sorata, se instalaron como “Autonomía Cómplice” y relata que tuvieron diferencias con la organización más representativa de acá en ese momento. (Los detalles los verán en el libro, vale la pena conocerlos).

Cada espacio que compartieron constituyó un proceso de confianzas y querencias mutuas que se fueron perfilando en el camino de descubrimiento de la otra, y a la vez de una misma, y, como ella menciona, también al descubrimiento de una genealogía de mujeres.

De la dimensión personal hasta la dimensión política

Edda, motivada desde el amor y el respeto al lazo con Margarita, va explicando la metodología con la que esta militaba y trabajaba, revisando los procesos de cada compañera para analizar su relación entre lo íntimo, lo privado y lo público.

Siempre haciendo apuntes sobre cómo se construye la amistad entre mujeres, voy a citar uno de los más potentes, conmovedores e interpeladores: «La amistad, me parece, se construye con un pie en lo privado y el corazón, y el otro, en lo público-político del pensar, del pensar juntas. Con todo lo que esta dimensión conlleva de valores y responsabilidades sociales y humanas».

¿Cuántas amistades así hemos construido?

Cuerpo de ideas para la política de lo posible

En el escrito de Edda descubrimos reflexiones de ella, de Margarita, de ambas y de otras mujeres. Hay un cuerpo de ideas y diseccionarlo en detalle sería un extenso reto y privilegio, pero por ahora solo apuntaré las que considero inminentes para hablar y pensar la amistad entre mujeres.

-Despojo de la animadversión de la otra, de las envidias y de las rivalidades y el mantener presente que es necesario trabajarlas, desmenuzarlas.

¿Cuánto trabajamos en eso? ¿Cuánto reconocemos nuestra misoginia internalizada?

-Aprender del saber de la otra y sus aportes para construir colectividad.

¿Reconocemos cuánto nos aportan las mujeres que rodean nuestras vidas? ¿Cuánto hemos construido en grupo, en red? ¿De cuántos tejidos hemos sido parte?

Liderazgos arquetipos, los que compiten y los que cimentan

En el epílogo hay una explicación interesante sobre los tipos de liderazgos que ejercen las mujeres. En uno de ellos se produce la des-identificación con las otras, en contraposición de aquel que se edifica en el re-conocimiento de la otra como paso elemental para el auto conocimiento.

¿Cuál ha sido la forma en la que hemos llegado a conocernos y reconocernos a nosotras mismas? ¿A través de qué, de quiénes?

Identidad principal el acompañar

Para cerrar este libro, el segundo apartado, a manos de Claudia Korol, plasma un manifiesto poético sobre el feminismo compañero de las feministas compañeras.

Sería grosero de parte mía pretender resumir el espesor poético-teórico de este fragmento, pero puedo confesar que cada línea me hizo recordar a las mujeres con las que he caminado y con las que me he re-conocido. Me hizo pensar en aquellas con las que hemos luchado para dignificar la vida, los sueños y las utopías.

Apunte final: entre Edda y Claudia hacen de este libro independiente un regalo maravilloso para todas las mujeres, porque pensar las amistades, nombrarlas, situarlas y dignificarlas en nuestra vida será siempre una afrenta a la amnesia del sistema. La amnesia es del patriarcado. 

¿Cuánto de lo que son ustedes se construyó desde lo colectivo? A las lectoras que afirmen que lo que son es un logro desde lo individual, les advierto que este escrito no les va a tocar el corazón. A aquellas que sienten que mucho de lo que son se ha construido en red, en tejido con otras mujeres, les insinúo que podrán leer una conmovedora historia de amistad y complicidad.

Alianzas entrañables para textos entrañables

El libro A nuestras amigas. Sobre la amistad política entre mujeres contiene dos apartados, el primero escrito por Edda Gaviola, el segundo por Claudia Korol. Su publicación fue un trabajo colectivo entre editoriales e ilustradores: Pensaré Cartoneras, Planeta Tierra, Zone A Defendre, Linux Libertine y  La cazona de Flores. Fue publicado en 2015 y reeditado en 2018.

No es un libro convencional, no pretende ser teórico, ni literario, pero tiene una propuesta única: pensar la amistad entre mujeres.

Los caminos del recuerdo

En el inicio Gaviola confiesa sobre su texto: “su lectura me sirve para situar a Margarita Pisano en mi vida y en la experiencia de haber sido su amiga por más de cuarto siglo. Tal vez, a alguien más le sirva para reflexionar sobre la amistad política y sus enseñanzas”. (A mí Edda, a mí me sirve y seguro a muchas de mis lectoras).

Interrogante necesaria: ¿situamos a nuestras amigas en nuestra vida?

Con este escrito Edda le rinde un homenaje a la amistad entrañable con Margarita Pisano, ambas chilenas, primero conocidas, después compañeras, amigas y, finalmente, cómplices en la vida y en la militancia desde y para un feminismo transformador que abraza la vida. 

La autora va relatando hechos precisos sobre la complicidad construida entre ambas –que transcendió espacios y fronteras–, su participación en El Salvador con propuestas desde un feminismo creativo, cuenta sobre el VII Encuentro Feminista de Latinoamérica y el Caribe en Chile y lo que significó su organización.

Entre los datos sobresalientes está el que ella y Margarita llegaron a Bolivia el año 1998 para participar del Encuentro de Feminismo Autónomo en Sorata, se instalaron como “Autonomía Cómplice” y relata que tuvieron diferencias con la organización más representativa de acá en ese momento. (Los detalles los verán en el libro, vale la pena conocerlos).

Cada espacio que compartieron constituyó un proceso de confianzas y querencias mutuas que se fueron perfilando en el camino de descubrimiento de la otra, y a la vez de una misma, y, como ella menciona, también al descubrimiento de una genealogía de mujeres.

De la dimensión personal hasta la dimensión política

Edda, motivada desde el amor y el respeto al lazo con Margarita, va explicando la metodología con la que esta militaba y trabajaba, revisando los procesos de cada compañera para analizar su relación entre lo íntimo, lo privado y lo público.

Siempre haciendo apuntes sobre cómo se construye la amistad entre mujeres, voy a citar uno de los más potentes, conmovedores e interpeladores:

La amistad, me parece, se construye con un pie en lo privado y el corazón, y el otro, en lo público-político del pensar, del pensar juntas. Con todo lo que esta dimensión conlleva de valores y responsabilidades sociales y humanas.

¿Cuántas amistades así hemos construido?

Cuerpo de ideas para la política de lo posible

En el escrito de Edda descubrimos reflexiones de ella, de Margarita, de ambas y de otras mujeres. Hay un cuerpo de ideas y diseccionarlo en detalle sería un extenso reto y privilegio, pero por ahora solo apuntaré las que considero inminentes para hablar y pensar la amistad entre mujeres.

-Despojo de la animadversión de la otra, de las envidias y de las rivalidades y el mantener presente que es necesario trabajarlas, desmenuzarlas.

¿Cuánto trabajamos en eso? ¿Cuánto reconocemos nuestra misoginia internalizada?

-Aprender del saber de la otra y sus aportes para construir colectividad.

¿Reconocemos cuánto nos aportan las mujeres que rodean nuestras vidas? ¿Cuánto hemos construido en grupo, en red? ¿De cuántos tejidos hemos sido parte?

Liderazgos arquetipos, los que compiten y los que cimentan

En el epílogo hay una explicación interesante sobre los tipos de liderazgos que ejercen las mujeres. En uno de ellos se produce la des-identificación con las otras, en contraposición de aquel que se edifica en el re-conocimiento de la otra como paso elemental para el auto conocimiento.

¿Cuál ha sido la forma en la que hemos llegado a conocernos y reconocernos a nosotras mismas? ¿A través de qué, de quiénes?

Identidad principal el acompañar

Para cerrar este libro, el segundo apartado, a manos de Claudia Korol, plasma un manifiesto poético sobre el feminismo compañero de las feministas compañeras.

Sería grosero de parte mía pretender resumir el espesor poético-teórico de este fragmento, pero puedo confesar que cada línea me hizo recordar a las mujeres con las que he caminado y con las que me he re-conocido. Me hizo pensar en aquellas con las que hemos luchado para dignificar la vida, los sueños y las utopías.

Autora: Edda Gaviola y Claudia Korol
Género: Testimonio
Editorial: Colonia Nueva Maravilla, Planeta Tierra, 2018
Páginas: 36

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Anahí Alurralde Molina Boliviana, feminista, escritora y cientista política

Juan José Peralta Ibáñez
Fotógrafo documentalista, fotoperiodismo, naturaleza, video, música

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