El Ejército de Israel ha avisado que no permitirá que la ayuda humanitaria llegue al norte de la Franja, donde los militares han dado una orden de salida inmediata a los residentes mientras ataca allí las posiciones de Hamás.
El paso fronterizo de Rafah, que conecta el norte de la península del Sinaí egipcio con la Franja de Gaza, finalmente abrió sus puertas durante algunas horas hoy para permitir la entrada de cargamentos de ayuda humanitaria al enclave palestino. Esta apertura se llevó a cabo en medio de los bombardeos en curso por parte de Israel en la Franja, y ocurrió después de que Hamás liberara a dos personas que habían sido secuestradas.
Cientos de voluntarios y camiones hicieron fila para acceder a la Franja, aunque la primera tanda que cruzó el paso, el único que no está controlado por Israel, consistió en aproximadamente 20 camiones que transportaban alimentos y medicamentos.
El paso se abrió alrededor de las 10:00 horas, como había anunciado la embajada estadounidense en Israel, y se cerró nuevamente después de que los 20 camiones descargaron su carga en Gaza.
Este cruce ha estado cerrado y la Franja ha estado desabastecida desde el inicio de la guerra entre Israel y Hamás el 7 de octubre pasado. Su reapertura era una de las principales prioridades de los negociadores internacionales para proporcionar asistencia inmediata a cientos de miles de gazatíes que carecían de acceso a suministros esenciales para su supervivencia en el sur del enclave.
Hamás, en un comunicado citado por Al Jazeera, informó que la primera entrega de ayuda humanitaria consistió en «una veintena de camiones con medicamentos, equipo médico y una cantidad limitada de alimentos, principalmente alimentos enlatados».
Además, el Ejército de Israel advirtió que no permitirá que la ayuda humanitaria que comenzó a llegar el sábado al sur de Gaza llegue al norte de la Franja, donde las fuerzas militares han ordenado la evacuación inmediata de los residentes mientras atacan las posiciones del movimiento islamista.
Mientras tanto, al menos 18 personas murieron el viernes debido a un bombardeo del Ejército de Israel en la iglesia ortodoxa de San Porfirio en Gaza, donde se refugiaban cientos de personas, incluyendo familias con niños.
El Ejército de Israel reconoció que sus aviones de combate atacaron un centro de comando y control perteneciente a Hamás en Gaza, y como resultado, «una pared de una iglesia en la zona del centro resultó dañada».
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Correo del Alba