El presidente de la Cámara de Representantes de los Estados Unidos, el republicano Kevin McCarthy, anunció la apertura de una investigación para llevar a cabo un proceso de impeachment en contra del máximo mandatario del país, Joe Biden. Tanto el presidente como su familia serán el foco de las acusaciones, las cuales incluyen presunto tráfico de influencias y abuso de poder en relación a negocios comerciales en el extranjero. Específicamente, se centran en Hunter Biden, hijo del líder demócrata, quien previamente fue objeto de cuestionamientos debido al llamado «Ucraniagate».
Varios comités de la Cámara iniciarán esta investigación impulsada por los republicanos y tendrán acceso a solicitudes de movimientos bancarios y cualquier prueba que consideren relevante para recopilar evidencia que justifique una posible destitución del cargo debido a corrupción.
Hunter Biden inició negocios con una compañía gasífera mientras su padre era vicepresidente, lo que ha generado sospechas de corrupción que han vuelto a surgir en la actualidad. Es importante señalar que el expresidente y favorito de los republicanos, Donald Trump, también enfrenta diversos procesos penales.
El proceso incluye una votación en las Cámaras de Representantes y posteriormente un juicio al presidente. En caso de que hipotéticamente fuera destituido, no podría presentarse a ningún cargo federal. Sin embargo, históricamente, todos los presidentes sometidos a juicio político en la historia estadounidense han sido absueltos. Por lo tanto, esta estrategia parece destinada a colocar a Biden y Trump en una posición legal similar.
Esta acción representa una carta que los republicanos juegan en la inminente lucha de poder entre la Casa Blanca y el Congreso en la carrera por las elecciones presidenciales. Además, puede tener el efecto de desviar la atención de los votantes de las acusaciones contra Trump.
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Correo del Alba