El domingo 30 de julio, miles de manifestantes nigerinos se concentraron en las afueras de la embajada de Francia en esepaís, para protestar por la extracción de uranio. El gobierno francés ha venido explotando y beneficiándose de este mineral desde hace muchos años. El desarrollo de la energía nuclear depende en gran medida de la mina de Arlit en Níger, lo que podría llevar a que Francia no ceda a las pretensiones del Consejo Nacional para la Salvaguardia de la Patria (CNSP), que se instauró mediante un golpe de Estado el 26 de julio, y que destituyó al presidente Mohamed Bazoum.
La explotación del mineral ha generado controversia debido a la falta de equidad en los acuerdos comerciales, los daños ambientales y el escaso beneficio económico para la población local. Las minas son de gran importancia geopolítica y económica para Francia, ya que el uranio es esencial no solo para la producción de energía nuclear, sino también para la fabricación de armas nucleares. Francia lidera en Europa la producción de electricidad mediante estas fuentes, lo que le permite mantener su estatus y capacidad de producción, mientras que Níger carece de un buen servicio.
En Níger operan dos bases militares francesas ubicadas en Niamey, así como dos bases estadounidenses. Ambas han llevado a cabo operaciones armadas contra grupos extremistas en el territorio.
El portavoz de la CNSP, Amadou Abdramane, advirtió a los medios que Francia podría llevar a cabo una operación de ataque con la intención de liberar al presidente destituido. Según el general, tiene como prueba un documento a nombre del canciller Hassoumi Massoudou, en el cual se autoriza al gobierno francés a atacar Níger con estos propósitos. Abdramane aseguró que el ministro se autoproclamó como mandatario interino en ausencia del presidente, quien permanece fuera del territorio nacional.
La Comunidad Económica de Estados de África Occidental (Cedeao) ha iniciado presiones y ha emplazado a los golpistas a restituir al presidente depuesto en un plazo de siete días. Además, no descartan unir recursos para enfrentar a los irregulares y restaurar la constitucionalidad en Níger. Han amenazado con una serie de sanciones que podrían incluir un cerco financiero y prohibiciones de movilidad internacional para los golpistas.
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Correo del Alba