La Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) se reunió el pasado sábado en Viena, Austria, con la determinación de dar a conocer los acuerdos logrados en el encuentro del domingo 4 de junio. Dentro de los acuerdos está el de reducir la producción de crudo para el próximo año. Durante este 2023 la cuota es de 3,6 millones de barriles diarios (mbd).
El jueves 1 de junio, antes de este encuentro, el precio cerró en 72,79 dólares por barril, un punto menos que el día anterior. En el caso del Brent -referencia del mercado europeo- este 5 de junio cerró en 77,76 y el West Texas Intermediated (WYI) en 73,16. La Cesta de Crudos de Referencia de la OPEP (ORB), está compuesta por: Saharan Blend (Argelia), Girassol (Angola), Djeno (Congo), Zafiro (Guinea Ecuatorial), Rabi Light (Gabón), Iran Heavy (República Islámica de Irán), Basrah Medium (Irak), Kuwait Export (Kuwait), Es Sider (Libia), Bonny Light (Nigeria), Arab Light (Arabia Saudita), Murban (EAU) y Merey (Venezuela).
La sorpresa fue generada por la decisión de Arabia Saudita el principal productor de crudo mundial, que justamente se da en el marco de la visita oficial del presidente venezolano Nicolás Maduro, de bajar su producción a partir de julio, lo que incrementó de inmediato la subida para este lunes de un 2% en el costo de la canasta y es además un guiño político al líder de Venezuela.
Rusia acordó unirse a esta reducción voluntaria de la OPEP que inició en mayo de este año y de la cual había reticencia en algunos países, ahora pudiera extenderse incluso hasta 2025 y así lograr que los precios del petróleo se estabilicen a nivel mundial y beneficiar las economías golpeadas estos últimos años de crisis pandémica y energética por la cual atraviesa el mundo. Es un reto que evidentemente se logrará ya que estos 23 países que pertenecen a la organización -entre fijos y socios- son los responsables de un 60% de la producción de crudo del planeta, por lo cual no será difícil forzar esta balanza.
Aunque la expectativa de respuesta a los recortes tiene que ver con la necesidad de aumento de los precios, también permite reorganizar las agendas políticas de negociaciones ante sanciones a varios países miembros. Menor producción contribuye al freno de la crisis climática y al equilibrio de las economías internas que quizá no sea un avance inmediato por el panorama en el que se cruzan, pero al menos es una decisión a la que varios países dependientes del petróleo, que suelen tener economías estables, deben ajustar sus techos de consumo y de pago de sus deudas.
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Correo del Alba