El Banco Central de Bolivia (BCB) emitió este domingo 10 de julio un informe sobre la estabilidad de la moneda y su importancia en el proceso de recuperación de la economía y la estabilidad en el país. Asimismo, el presidente Luis Arce publicó en su red social el pasado domingo que Bolivia encabeza el récord en el puesto número uno de país con menor índice de inflación acumulada a junio de 2022, con un 1.2%, que es beneficioso, pues genera la confianza requerida para calificar como un país rentable, estable económicamente, en el que no varían los precios y seguro para la inversión. Además sostiene una de las tasas más bajas del mercado internacional.
El documento citado por el BCB destaca la confianza de la población en la moneda peso boliviano, informando que en zonas fronterizas ha servido para las “transacciones comerciales y medios de ahorro”.
Una vez más aflora la respuesta de comportamiento económico por estrategia aplicada en el gobierno de Arce, que ha sido un factor de crecimiento, pese a variantes externas de riesgo como son la pandemia –que hasta ahora no se ha levantado, si bien las vacunas lograron controlar, en gran parte, la detención de gravedad continúan surgiendo variantes–, por lo cual la producción en algunos países no logra la normalidad requerida para ofrecer cifras de crecimiento de moderado a alto. Aparte del conflicto bélico entre Ucrania y Rusia, que ha ocasionado una hiperinflación en los precios de los alimentos en Europa y de combustibles, algo que afecta a nivel internacional.
Otro de los factores que se menciona en dicho documento se refiere al control cambiario en Bolivia, que se ha mantenido inamovible desde hace más de una década, por lo cual son bajos los factores de riesgo que la moneda nacional sea vulnerable, con respecto a otras en América Latina.
Las finanzas y reservas internacionales también atraviesan una etapa favorable que ayuda a consolidar esa fortaleza y confianza lograda hasta hoy. Hace pocos días también se publicó que el país alcanzó un Producto Interno Bruto de 0.6% con un superávit de 274 millones de dólares, el más alto en los últimos ocho años.
“Una moneda fuerte, además de políticas económicas adecuadas, que gozan de elevada credibilidad en la población, se constituyen en parte fundamental de la estructura que permite a la economía boliviana continuar transitando por la senda de recuperación con estabilidad macroeconómica. El BCB, comprometido con la estabilidad y el desarrollo económico y social del país”.