La participación de las mujeres en las gestas independentistas se dio en todos los estratos sociales de la época, mujeres del pueblo, indígenas, negras y mestizas en su mayoría, hasta las criollas de las élites sociales. Todas colaboraron de diferentes formas y según sus posibilidades en el proceso histórico que les tocó vivir. Este artículo tiene como fuente a Ana Belén García López, historiadora que escribió el libro: Las heroínas calladas de la Independencia Hispanoamericana.
García sostiene que “las mujeres de principios del siglo XIX vivían en una posición de subordinación, circunscritas al espacio privado, de forma que solo tenían dos opciones respetables: el matrimonio o el convento. Las nuevas ideas y los avatares de los movimientos emancipadores les dieron la oportunidad de convertirse en sujetos activos, saltando al espacio público y adquiriendo un protagonismo relevante, transgrediendo con su actitud y sus acciones las barreras que la sociedad imponía a su género y por ello, aunque en el contexto de la guerra se aprovechó su valentía, en la paz fueron recluidas nuevamente en sus hogares o en los conventos, condenadas a morir socialmente al ser olvidadas sus acciones.
La participación de las mujeres en la actividad y compromiso políticos se manifiesta de múltiples y diversas formas: la colaboración en actividades conspirativas organizando en sus residencias reuniones y tertulias donde se discutían las nuevas ideas políticas y se planeaban las acciones emancipadoras; la actuación como espías valiéndose de su supuesta «debilidad» y «apatía política»; la organización de redes de información en las que actuaban como correos proporcionando información muy valiosa a los ejércitos patriotas; la organización de protestas; la propagación de las ideas patriotas y persuasión entre los ejércitos realistas; la redacción de idearios y manifiestos; la donación de dinero y joyas para la causa independentista; el refugio de los insurgentes; el transporte de alimentos, ropas y material bélico; la reparación de armas; el sustento familiar; la presencia en los campamentos (troperas, rabonas, guareñas, soldaderas) acompañando a las tropas, preparando los avituallamientos, cocinando, atendiendo a los heridos, enterrando a los muertos, portando las armas; la lucha como miembros de las guerrillas patriotas o como soldados en los campos de batalla, algunas vestidas de hombre para ser aceptadas en el combate, otras ejerciendo su condición de mujeres guerreras, en ocasiones desempeñando rangos militares y actuando como estrategas.
Como consecuencia, muchas de ellas sufrieron las situaciones más adversas: pobreza, destierro, persecución, denostación verbal en la prensa, escarnio público, reclusión en hogares, cárcel o conventos, confiscación de bienes, propiedades y objetos personales o muerte, bien ajusticiadas o en el olvido y la miseria.
A pesar de ello, la historiografía las ignora en la mayoría de los casos y cuando las menciona las minimiza, reconociéndoles solo una labor complementaria, nunca protagonista”.
Recordamos acá sus nombres y países.
Argentina
Juana Moro, conocida como la Emparedada. Jujuy (1785-1874)
Mariquita Sánchez de Tompson (1786-1868)
María Remedios del Valle
Magdalena, Macacha, Güemes de Tejada (1787-1866)
Bolivia
Bartolina Sisa (1753-1782)
Juana Azurduy (1780-1862)
Heroínas anónimas de Cochabamba el 27 de mayo de 1812.
Colombia
Manuela Beltrán (1724- )
María Águeda Gallardo Guerrero (1751-1840)
Policarpa Salavarrieta la Pola (1795-1817)
Chile
Paula Jaraquemada Alquízar (1768-1851)
Francisca Javiera Carrera y Verdugo (1781-1862)
Ecuador
Rosa Campusano Cornejo, la Protectora (1796-1851)
Manuela Cañizares (1769/1775-1814)
Es considerada el alma de la insurrección de 1809. En su casa se dio el primer grito de independencia.
Manuela Sáenz, (1797-1856)
México
Gertrudis Bocanegra de Lazo de la Vega (Michoacán, 1765-1817)
María Ignacia Rodríguez de Velasco y Osorio Barba
Leona Vicario Fernández de Quintana Roo (1789-1842)
Josefa Ortiz Girón de Domínguez, la Corregidora (1768/73-1829)
Perú
Micaela Bastidas (1745-1781)
Tomasa Condemayta
María Andrea Parado de Bellido (1777-1822)
Francisca de Zubiaga de Gamarra, la Mariscala (1803-1835)
Venezuela
Juana Ramírez, la Avanzadora (1790-1856)
Josefa Camejo (1791-1862)
Y muchas más que no aparecen en la lista, pero que dieron todo por la libertad y soberanía.