…Y mirando el Cuartel de la Montaña, dijo:
«Despierto cada cien años cuando despierta el pueblo»
Pablo Neruda Un Canto para Bolívar.
Hoy, 28 de julio el Comandante Hugo Chávez Frías, cumpliría recién 67 años, nació en 1954 en los llanos Venezolanos en Sabaneta estado de Barinas. En plena mitad del siglo XX cuando el mundo estaba empeñado en olvidar la ominosa Segunda Guerra Mundial. Fue un niño pobre materialmente, pero feliz, como él mismo lo declaraba: “Fuimos unos niños muy pobres, pero muy felices. Daría cualquier cosa por regresar a esa infancia, aunque fuera por un minuto…No, sería muy poco: digamos que por un día”.
Esta frase, por él pronunciada, refleja el origen de la semilla entrañable de uno de los hombres más lúcidos y brillantes, de los que despiertan cada cien años cuando despierta el pueblo. El Comandante Chávez cambió el curso de la historia de Venezuela en 1992, aunque el alzamiento cívico militar no tuvo el resultado esperado por los revolucionarios que, inspirados en El Libertador Simón Bolívar, decidieron liberar la patria del yugo neoliberal y de una democracia clasista. Cuando el capitalismo se creía dominar un mundo unipolar dentro del fin de la historia, se alzan estos soldados patriotas que hacen praxis del legado bolivariano, que bajan a El Libertador de las estatuas para caminar junto a su pueblo.
Chávez trajo esperanza a Venezuela y al mundo, otro mundo mejor es posible, multipolar, pluriétnico, antiimperialista, logró la unidad latinoamericana. Fueron los mejores años que conoció el continente junto con el Caribe, fue la década ganada para los pueblos, los y las trabajadoras y la década perdida para las clases, oligarcas, racistas y burguesas que dominaban en Suramérica y el orbe.
Cómo no recordarlo, el día de su cumpleaños, tan joven aún sería, tan lleno de vida estaría en la tierra, trabajando noche y día por frenar la ignominia que pretende avanzar nuevamente en la región, dando todo por apoyar a Haití, a Nicaragua, a Cuba, a todos los pueblos que en estos momentos sufren la perversión del poder imperial que pretende invadir, persigue, bloquea, en plena pandemia mundial.
Con seguridad habría celebrado este cumpleaños 67 en Perú, junto a Pedro Castillo ese maestro humilde que representa la esperanza del pueblo peruano y que hoy asume la presidencia de su país. Seguramente le cantaría una canción llanera con esa bella voz, que llevamos grabada en nuestra alma, y lo inspiraría a continuar por la senda chavista que sembró.
Viva Chávez eternamente.