Después de varios días de intensa convulsión social, Iván Duque echó para atrás la reforma tributaria por la cual se han suscitado en el país masivas protestas, el saldo fatal de esta “Reforma” sobrepasa a más de 20 personas asesinadas, entre as cuales se les arrebató la vida al menos a dos menores de edad; diferentes violaciones a los Derechos Humanos de la población como heridos por bala, violaciones sexuales, golpes y bombas lacrimógenas, persecuciones y la más violenta represión ejercida por los cuerpos de seguridad del Estado.
Uno de los asesinatos que se suma a la larga lista de líderes ajusticiados es el de Juan David García Naranjo, quien estaba al frente de las protestas en la zona de San Luis en Antioquia, supuestamente a manos de “sicarios”, mientras se encontraba realizando una actividad para recolectar fondos para enfermos de Covid-19.
En la llamada recta Palmira-Cali, la noche de este 2 de mayo, desde la Red de los Derechos Humanos «Francisco Isaías Cifuentes», que han estado al frente de la serie de denuncias de irregularidades, confirmaron enfrentamientos hasta altas horas de la noche, la militarización de la zona y la balacera con ráfagas de fusiles, indiscriminada contra los manifestantes, que dejaron heridos y un saldo de personas desaparecidas y decenas de detenidos.
Miles de personas presenciaron, mediante una transmisión en directo por Instragam, cómo el Escuadrón Móvil Antidisturbios (Esmad) asesinó de un disparo en la cabeza a Nicolás Guerrero y a otro joven que transmitía la situación, ellos estaban en una velatón planificada para pedir en oración porque cesara la violencia y encontraron la muerte en un puente en la vía Cali-Palmira.
Mientras en las redes sociales el mundo posicionó etiquetas #DuquePareLaMasacre, #DuqueRenuncia, #SOSColombiaDDHH, personalidades como Luis Almagro, secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), desvía una vez más su mirada y hace un encuentro virtual con líderes de la ultraderecha venezolana y solo publica un comunicado por la situación en El Salvador. Asimismo, Michelle Bachelet, Alta Comisionada de DD.HH. de la Organización de Naciones Unidas (ONU), también permanece en completo silencio en sus redes sociales.
Esta vez ningún artista colombiano como Shakira, Maluma, Carlos Vives, Fonseca, Camilo, Juanes, organiza un “Colombia Aid Live”; nadie levantó la voz para decirle a Duque que parara la agresión y los asesinatos, simplemente silencio. Colombia no existe en los medios internacionales cuando se trata de las políticas contra el pueblo que ejecuta Duque y el uribismo, en una muestra más de a quién protegen los medios y también de qué artistas llevados a la fama por el pueblo permanecerán siempre del lado del poder y serán apolíticos, cuando alzar la voz afecte sus propios intereses.
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