En varios países es obligatorio el uso de mascarillas incluso al aire libre. En Italia y la República Checa casi todos los ciudadanos deben llevar mascarilla en parques, calles y sitios abiertos, por miedo a las multas. Pese a esta medida restrictiva y de disciplinado cumplimiento por la población, ambos países tienen tasas de mortalidad muy altas por Covid-19.
Varios médicos han explicado,a través de comunicados fundamentados científicamente que han hecho llegar a los políticos, que la obligación de llevar una mascarilla al aire libre es absurda, contraproducente, porque estos implementos, especialmente en climas cálidos y húmedos, tienen varios efectos secundarios, como es el reducir la capacidad de respiración y pueden resultar bastante incómodas para los que hacen trabajos pesados. Por no hablar de los efectos medioambientales, si las máscaras son desechables; el mundo en un año de pandemia ya ha producido, utilizado y tirado a la basura cientos de miles de millones de estos dispositivos que son altamente contaminantes.
Prueba de que al aire libre las máscaras no sirven para nada
Según un estudio publicado el lunes 5 de abril de 2021 por el Centro de Vigilancia de la Protección de la Salud (HPSC) de Dublín, Irlanda, desde el inicio de la pandemia, al aire libre no se ha registrado más del 0.1% de las infecciones por Covid en ese país.
La investigación contabilizó tan solo 262 casos de contagio confirmados de un total de 232 mil 164 infecciones nacionales registradas entre el 24 de marzo de 2020 y el 24 de marzo de 2021. De estas 262 infecciones, siete se produjeron durante reuniones familiares al aire libre, 124 entre trabajadores de la construcción y 131 en actividades deportivas.
El diario Irish Times señaló que también otros estudios internacionales recientes confirman estas conclusiones.
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Marinella Correggia Periodista, escritora y ecopacifista