Este lunes 1 de marzo el expresidente francés, Nicolás Sarkozy, ha sido declarado culpable de corrupción y tráfico de influencias por un tribunal de París, con una condena a tres años de prisión, con dos años de suspensión de la pena.
Según la sentencia, leída por la jueza Christine Mée, el exjefe de Estado, de 66 años, intentó sobornar a un magistrado, tras dejar el cargo presidencial, a cambio de información confidencial sobre una investigación en su contra. Sarkozy es el segundo exmandatario galo condenado por corrupción, después de Jacques Chirac, quien fue sentenciado a dos años de prisión por uso indebido de dinero público, pero la pena fue suspendida debido a que para el momento de la acusación tenía 79 años de edad.
Interceptaciones telefónicas
Según los fiscales, Sarkozy ofreció un puesto de trabajo en Mónaco y ventajas en su carrera al juez Gilbert Azibert, con el fin de obtener información confidencial sobre la investigación relativa al financiamiento ilegal que habría recibido de la heredera de L’Oreal, Liliane Bettencourt, durante su campaña presidencial en 2007. La acusación se forjó a través de una serie de interceptaciones entre el exjefe de Estado francés y su abogado, Thierry Herzog, después de que expirara su mandato presidencial. Las grabaciones telefónicas se habían realizado en relación a otra investigación sobre el financiamiento libio de la mencionada campaña electoral de Sarkozy. El tribunal de París concluyó que el expresidente y su abogado eran “perfectamente conscientes” de que estaban cometiendo un ilícito; ambos utilizaban teléfonos móviles registrados con nombres falsos para comunicarse en secreto.
Sarkozy, por su parte, ha negado haber cometido algún delito, afirmando que fue víctima de una “cacería de brujas”, es decir, una persecución judicial por parte de los fiscales que supuestamente están utilizando medios que violan su privacidad. Esto porque, según las leyes francesas. las conversaciones grabadas en secreto entre un abogado y su cliente no pueden utilizarse como prueba; recurso basado en las pruebas ilícitas que podría durar años. Por ahora, Sarkozy y sus abogados tienen 10 días para apelar la sentencia .
Mecanismos legales
Teniendo en cuenta la suspensión de la pena de dos años, la condena total de un año implica que es poco probable que Sarkozy vaya a la cárcel, ya que esa medida de arresto en Francia suele aplicarse a las penas de prisión de más de dos años. El tribunal también subrayó que el exPresidente tendrá derecho a pedir el arresto domiciliario con una pulsera electrónica o podrá cumplir la pena realizando trabajos comunitarios. Pero los problemas legales para este no terminan con esta sentencia ya que el 17 de marzo se enfrentará a otro juicio, conjuntamente con 13 acusados, por cargos de financiamiento ilegal de su campaña presidencial de 2012. Una vez más, el exjefe de Estado niega las acusaciones y afirma que la investigación contra él tienen una motivación política. Además está siendo investigado por un caso de tráfico de influencias durante sus actividades de consultoría en Rusia.
La sentencia dictada ayer probablemente pondrá fin a los deseos de Sarkozy de volver a la política para las elecciones presidenciales del próximo año, aunque no se le haya prohibido ejercer cargos públicos. El partido Les Républicains ya tuvo problemas en la carrera presidencial de 2017 para encontrar un candidato creíble tras el escándalo del exprimer ministro de Sarkozy, François Fillon, allanando el camino a la victoria de Emmanuel Macron, actual presidente francés.