Desde el pasado sábado 30 de enero se encuentra en Venezuela Alena Dohuan, Relatora Especial de la Organización de Naciones Unidas (ONU), quien tiene previsto entrevistarse con diferentes actores para analizar la situación venezolana y elaborar un informe para la Consejo de Derechos Humanos (CDH) con el propósito de evaluar las afectaciones causadas a la población civil por el bloqueo impuesto por Estados Unidos.
La agenda de Dohuan incluye reuniones con funcionarios y funcionarias del Gobierno, diputados y diputadas de la Asamblea Nacional, miembros de la magistratura, así como con otros sectores de la población, entre los cuales destaca el encuentro con familiares víctimas del bloqueo.
Las medidas coercitivas unilaterales hacia Venezuela por parte de Estados Unidos iniciaron con la aprobación de la Ley 113-278 de diciembre de 2014, en que quedó establecido un marco legal para emprender futuras acciones contra el país caribeño. La serie de acciones en los años posteriores a esta Ley se cuentan desde el robo de los recursos monetarios en bancos internacionales, en el mismo Estados Unidos y en otros países que se han sumado a esta seguidilla macabra; el resultado de personas fallecidas por falta de medicamentos y pago de tratamientos médicos en el exterior que eran realizados con los recursos robados, como el de Citgo GO y Monómeros, el robo del oro. Asimismo, la retención y apropiación ilegal de los recursos del país impide la compra de alimentos y vacunas en esta época de pandemia y recesión económica en el territorio venezolano.
Entre otras acciones hostiles de la administración Trump sobresalen el ataque constante al territorio y el intento de embargo marítimo del petróleo que sale de Venezuela o de lo que intente ingresar al territorio, flagelos que han querido aplicarse ilegalmente y que se espera que sean reflejados en el informe que levantará la Relatora Especial.