Por Correo del Alba
El sábado 21 de noviembre cientos de manifestantes guatemaltecos se reunieron en la Plaza Mayor de la capital, Ciudad de Guatemala, para protestar contra la corrupción de la clase política, como contra el presupuesto 2021 aprobado en el Congreso.
Los manifestantes mostraron carteles que decían: «No tenemos ni presidente ni Congreso», exigiendo la renuncia de todos los legisladores y legisladoras. Al mismo tiempo, un numeroso grupo se dirigió al Parlamento, entraron en el edificio y prendieron fuego a las oficinas. Dentro de la institución no se encontraban los legisladores, ni funcionarios, ni trabajadores. Pero los daños aún no están claros, aunque por las imágenes se desprende que las llamas procedían de algunas oficinas legislativas y no del salón principal, donde se reúne el Congreso. Los bomberos intervinieron rápidamente para extinguir las llamas. En respuesta, la Policía lanzó gas lacrimógeno a los manifestantes y unas 12 personas resultaron heridas en el incidente.
Reacción gubernamental
El Presidente de Guatemala, Alejandro Giammattei, comentó los acontecimientos desde su cuenta de Twitter @DrGiammattei señalando: “Reitero que se tiene el derecho de manifestar conforme la ley. Pero tampoco podemos permitir que se vandalice con la propiedad pública o privada. Al que se le compruebe su participación en estos hechos delictivos les caerá todo el peso de la ley».
En la noche del 21 de noviembre, el Ministerio del Interior publicó una lista de 33 personas que fueron detenidas durante las protestas en la Ciudad de Guatemala y otras seis en Quetzaltenango, al oeste de la capital.
Un controvertido presupuesto
En el país centroamericano, desde el 20 de noviembre, se han suscitado protestas contra Giammattei y su gobierno por haber aprobado el 18 de noviembre, antes del amanecer, un polémico presupuesto para el año 2021, que prevé, entre otras cosas, recortes en el gasto en Educación y Salud. Entre los puntos más controvertidos de la partida estaría la aprobación de 65 mil dólares en comidas para los legisladores, a pesar de la reducción en los gastos para los pacientes víctimas de coronavirus y las instituciones sanitarias.
En particular, los manifestantes opinan a través de los medios de comunicación y redes sociales que los legisladores negociaron y aprobaron el presupuesto en secreto y que se aprovecharon de la distracción causada por las consecuencias del coronavirus y la llegada de los huracanes Eta e Iota al país. También se quejan de las recientes medidas adoptadas por el Tribunal Supremo y el Fiscal General que, según ellos, estarían obstaculizando la lucha contra la corrupción.
Tras los acontecimientos del 21 de noviembre, Giammattei anunció que ha programado reuniones con los distintos grupos parlamentarios para presentar cambios en el entredicho presupuesto.
La dimisión conjunta
Mientras tanto, el día anterior, el vicepresidente de Guatemala, Guillermo Castillo, propuso ejercer el poder de veto sobre el presupuesto, destituir a los funcionarios del Gobierno y tratar de concientizar a varios sectores del país. Castillo propuso además su dimisión, especificando que tanto él como el Presidente debían dimitir «por el bien del país», pero añadiendo que no dimitiría solo.
Por el momento, Giammattei no ha señalado ni comentado públicamente acerca de esta última posibilidad y Castillo no ha anunciado cuál ha sido la reacción del primer mandatario a su propuesta.