Por Correo del Alba
Ha causado conmoción a nivel internacional el asesinato de dos niñas de 11 años de edad, de nacionalidad argentina, hecho ocurrido el 2 de septiembre en una zona agreste en el municipio de Yby Yaú, en el norte de Paraguay (departamento de Concepción). La versión inicial de las autoridades paraguayas señaló que se trató de un enfrentamiento entre la Fuerza de Tarea Conjunta (FTC) y el Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP); donde inclusive se quiso hacer ver ante la opinión pública que las infantes tenían más edad, llegando a la aberrante desfachatez e ignominia de hacer circular fotos de los cuerpos sin vida de las niñas vestidas con uniformes militares. Las fallecidas son Aurora y Liliana, una de ellas es hija de Osvaldo Villalba y Magna Meza, mientras la otra es hija de Liliana Villalba, todos reconocidos miembros del EPP.
La búsqueda de la verdad
En declaraciones a la prensa el fiscal paraguayo Federico Delfino admitió que las menores tenían 11 años de edad. De acuerdo al diario Última Hora, las niñas fueron asesinadas durante un operativo de la FTC contra un campamento del EPP. Para la Coordinadora de Derechos Humanos del Paraguay (Codehupy) la operación donde perecieron las menores “tiene características inquietantes de un delito de Estado, dada también la injustificable rapidez con que se enterraron los cadáveres de las niñas antes de su identificación definitiva”. Las vestimentas de las occisas fueron quemadas por los efectivos militares paraguayos alegando que dada la pandemia del Covid-19 ese era el protocolo a seguir. Su destrucción generó diversas reacciones, por ejemplo, el abogado José Casañas Levi resaltó en las redes sociales que “las evidencias nunca se destruyen, se preservan”.
Conflicto diplomático en puertas
Dada las dudas por la nacionalidad de las menores, la cancillería de Paraguay solicitó información a Buenos Aires sobre la identidad de las fallecidas. En un comunicado del 4 de septiembre, la Cancillería argentina confirmó la nacionalidad y especificó que se trataba de niñas nacidas respectivamente el 29 de octubre de 2008 y el 5 de febrero de 2009, ambas de 11 años de edad. Además la nota de prensa señala que “se mantienen contactos con las autoridades paraguayas a efectos de esclarecer las circunstancias en que se produjeron los decesos y se han iniciado los trámites consulares pertinentes. Hasta tanto se aclaren las circunstancias de estos lamentables fallecimientos, sobre la base de evidencias, se considera incorrecto hacer apreciaciones prematuras. Por tanto, rechazamos de la manera más enérgica las expresiones injustificadas del General Héctor Grau como Comandante de la FTC, adjudicando a la Argentina haberse convertido en una guardería de soldados del Ejército del Pueblo Paraguayo, así como toda otra manifestación que busque encubrir responsabilidades”.
Previamente, el general paraguayo Héctor Grau había afirmado que los documentos de las dos niñas eran falsos, y añadió que las menores fueron registradas irregularmente en Argentina por sus padres. Por su parte, el Gobierno del Paraguay emitió un pronunciamiento oficial sobre operativo donde aseguran que “manifiesta su plena predisposición de mantener los canales de cooperación abiertos con las autoridades argentinas con el fin de compartir información sobre las circunstancias en que se desarrollaron los hechos con derivación trágica del pasado 2 de septiembre del corriente, incluyendo el esclarecimiento de, entre otros, las motivaciones que llevaron a las mismas hasta el campamento principal de la citada organización criminal, así como la situación civil y la nacionalidad de las personas fallecidas”.
Uso irracional de la fuerza
En declaraciones a la agencia de noticias EFE el analista e investigador Juan Martens, director del Instituto Comparado en Ciencias Penales (Inecip-Paraguay), señaló que las FTC han demostrado una serie de «malas actuaciones» y abusos generalizados, como torturas y ejecuciones extrajudiciales en las áreas en las que opera. «La impericia generalmente les lleva al uso irracional de la fuerza y como no manejan bien la información generalmente disparan a matar, no a neutralizar como les exige el cumplimiento de las normas internacionales», recalcó.
La opinión pública se manifiesta
La pandemia por el Covid-19, los comunicados y pronunciamientos del Gobierno Paraguayo ante el asesinato de las dos niñas argentinas, no han impedido que la opinión pública se manifieste y exprese su rechazo ante lo que es un hecho totalmente repudiable. En el día de ayer, miércoles 9 de septiembre, un grupo de personas se concentró ante la embajada de Paraguay en Buenos Aires para protestar por la muerte de las infantes y consignar un documento que previamente leyeron a través de un megáfono en el que reiteraban: “Repudiamos y denunciamos, nacional e internacionalmente, el accionar criminal del Estado paraguayo que asesinó a 2 niñas de 11 años, de nacionalidad argentina, presentadas como guerrilleras a la opinión pública, el pasado miércoles 2 de septiembre en la estancia ‘El Paraíso’, ubicada en la ciudad de Yby Yaú, en el departamento de Concepción, al norte de la República del Paraguay».
