Por Ana Cristina Bracho
En las últimas horas, luego que el ministro para la Comunicación y la Información de Venezuela, Jorge Rodríguez, expusiera el contenido de los anexos al “contrato” que soportaba la «Operación Gedeón», han sido sometidas varias valoraciones a la opinión pública. Sin embargo, es un documento tan aberrante que nosotros podemos seguir aportando análisis y advertencias sobre su contenido. En este artículo nos limitaremos a destacar las partes que nos resultan más delirantes.
Armas de destrucción masiva
Según lo señalado en la página 9, entre los objetivos determinados previamente como de principal interés del acuerdo se encuentran: las instalaciones de almacenamiento de armas de destrucción masiva. El mismo señalamiento que se hizo existía en Irak y justificó la invasión estadounidense a aquél país que todos sabemos lo que significó.
Presencia de terroristas
En el documento, se señala que deben tomarse acciones contra personas que, estando en Venezuela, formen parte de organizaciones terroristas. Ahora bien, de manera directa no se señalan como terrorista a ninguna organización venezolana, sino que la acción se haría para buscar en el país miembros o células del Ejército de Liberación Nacional (ELN), las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), Carteles de Droga , Al Qaeda, Ansar Islam (AI), Talibán, Asbat AI-Ainsar, Grupo Islámico Egipcio y otras organizaciones relacionadas con el mundo musulmán. Así está dispuesto en la página 20.
El pago con barriles de petróleo
En el contrato se establece que el gobierno de Venezuela –así lo refieren, nunca hablan de la República Bolivariana de Venezuela– debe pagar la operación y en caso que se quede “sin efectivo” deberá pagar con barriles de petróleo. Lo que nos deja en duda si esto está en relación a lo que ha ocurrido en Libia después de la invasión.
Cualquier oposición al grupo invasor, así sea el intento de resistencia, justifica atacarles
De manera expresa se señala que nadie puede oponerse al desarrollo de la operación y en caso que esto suceda, los comandantes de operaciones del lugar (único cargo en el que no se precisa la persona responsable) deben neutralizarles.
Un grupo diverso
Pese a los objetivos abiertamente contrarios a las nociones más elementales del derecho, existe una clausula en la página 38, correspondiente al Adjunto K, que señala que “Silvercorp USA Inc, se esforzará por crear un equipo de proyecto diverso, inclusivo a través de género, etnia, edad, discapacidades y origines nacionales con énfasis en los ciudadanos de VZ”.
Si el gobierno de Nicolás Maduro cesa, la operación no se cancela
Aunque el objetivo principal fijado en el contrato es derrocar o eliminar el gobierno de Nicolás Maduro, señalan que si esto ocurre por otra vía, por ejemplo; la renuncia, un acuerdo, una acción internacional o lo que sea, el contrato se llevará a cabo con la intención de “estabilizar” un gobierno de Juan Guaidó. En este sentido, es importante contextualizar esto en un escenario en el que los esfuerzos por llegar a acuerdos, en especial, frente al Covid-19 en Venezuela no han cedido y cuentan hoy con un apoyo importante por parte de la oposición, dentro de la cual algunos voceros ya han señalado su rechazo por estas prácticas que comprometen la vida de los venezolanos, las instalaciones fundamentales para el país así como la vida institucional de la República.
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Ana Cristina Bracho Abogada