Por Carlos Ramírez.
El Estado Miranda es el segundo de Venezuela en cuanto a la cantidad de población. Cuenta con una gran diversidad geográfica, cultural y socioeconómica que junto a su ubicación estratégica, lo convierten en una muestra en pequeño de todo el país. En este Estado se encuentran los Valles del Tuy, territorio ancestral del pueblo Kirikire (o Quiriquire), de la familia Karibe[1]. Junto a la rica tradición productiva y la fuerte organización política con la que contaban los kirikires, este lugar guarda en su genética, la memoria de Apacuana: guerrera, curandera, arbolaria que lideró la resistencia contra el invasor europeo a finales del S. XVI.
Los Valles del Tuy siguen siendo hoy una región compleja, rebelde y, en muchos sentidos, presa de las dinámicas coloniales que han sumido a la población en la pobreza y la explotación. Pese a esto, también encontramos expresiones de resistencia y soberanía que dan cuenta de que Apacuana sigue resistiendo por esos caminos.
Hoy, bajo la propuesta política de organizar el poder popular en formas de agregación comunal, se conformó el Bloque Municipal de Comunas Cristóbal Rojas.
Uno de los impactos más agresivos de la Guerra Económica contra Venezuela, se ha centrado en lo alimentario. Para enfrentar la crisis, el gobierno nacional ha implementado programas como los CLAP (Comités Locales de Abastecimiento y Producción) que se encargan de distribuir de forma periódica, un kid de alimentos a cerca de 6 millones de familias en todo el país.
Junto a esto, desde el Estado se impulsó el Plan Siembra Comunal 2019, que el Bloque de Comunas logró adecuada a su contexto y a sus capacidades como gobierno territorial, buscando no solo darle respuestas paliativas a la crisis, sino avanzar en el desarrollo de otra cultura, otro modo de vida, de producción, de relacionamiento y claro está, un modo de gobierno desde la organización popular.
El Plan identificó rubros a priorizar, los terrenos dónde consolidar los conucos y la forma en la que esta producción se vincularía a un sistema de economía comunal. Por este “hacer aprendiendo”, el Plan representa una escuela teórico-práctica para recuperar la cultura productiva conuquera y otras lógicas de consumo y de abastecimiento de sus necesidades básicas.
Todo el proceso comenzó con 25 conucos distribuidos en 12 comunas del Bloque. Cada conuco producía cinco rubros básicos. En la actualidad tienen proyectados 100 conucos más, contando principalmente con algunos terrenos colectivos y patios productivos en las diferentes casas.
Vale la pena señalar que “conuco” es una palabra taína (de la familia indígena karibe) que hace referencia a una producción agropecuaria relativamente pequeña, destinada principalmente para el autoconsumo, variada en sus productos, y con una lógica de trabajo colectiva y solidaria.
Los frutos de la producción
Un reto permanente es cómo generar mecanismos de distribución no especulativos, que favorezcan a la comunidad a la par que permitan a las y los productores una compensación justa por su trabajo.
El proceso contempla que, del total de la producción, el 40% sea llevado a los Mercados Comunales bajo la modalidad de precio justo. El otro 60% quedaría para criterio de las y los productores buscando abastecer el autoconsumo familiar, el intercambio y la comercialización particular para la búsqueda de recursos propios.
Sumando luchas estratégicas
Junto a los conucos hay otras luchas estratégicas que se vienen emprendiendo. Una de las principales es la lucha por la soberanía del agua, que garantiza mayores niveles de resistencia y autogobierno. Por eso una de las luchas que han emprendido es por la recuperación y por la gestión comunal del sistema público de aguas. Lograron la transferencia de gestión del Sistema de Bombeo Cantarrana-la Mata que ya está abasteciendo a 1276 familias de 15 sectores del territorio. Sus 8 mesas técnicas de agua y el Consejo Comunitario del Agua administran el sistema que incluye un mecanismo de ahorro comunal para atender cualquier avería y mejoramiento del sistema. Es un proceso aún muy nuevo pero que da muestras de buenos y sólidos pasos.
No sin tensiones
ni contradicciones, el Bloque de Comunas Cristóbal Rojas, nos plantea la
continuidad de una lucha histórica por la emancipación y la liberación popular,
trayendo el ejemplo de guerreras como Apacuana, del pueblos Kirikire y
proyectos político organizativos con el planteado por Simón Rodríguez con la
idea de la Toparquía, que a su vez es reafirmado por el Comandante Chávez con
la apuesta del estado de comunas y de poder popular.
[1] Karibe con “K” es parte de la grafía que vienen utilizando diversos procesos sociales para hacer referencia a una región y a un proyecto político desde las clases populares, contrario al proyecto Caribe de las clases dominante.
Carlos Ramírez es Comunicador y Educador Popular.