Hasta 2023, en Bolivia no se había implementado un proyecto de ampliación similar al actualmente iniciado, que busca incrementar la capacidad de almacenamiento y procesamiento de lácteos de 10 mil a 30 mil litros diarios, además de introducir mejoras tecnológicas en procesos como la ultrapasteurización (UHT) y otros derivados.
La mejora y ampliación de la planta de Challapata, ubicada en Oruro, constituye uno de los principales proyectos de inversión impulsados por el gobierno boliviano. Este esfuerzo responde a la necesidad de promover la soberanía alimentaria y atender las crecientes demandas de la región.
Según lo manifestado por el presidente Luis Arce en su red social X, esta iniciativa responde a las demandas históricas de los orureños y busca aprovechar los recursos de la región de manera integral. El proyecto representa una inversión de más de 45 millones de bolivianos, destinados a infraestructura y maquinaria para la modernización de la planta.
Challapata es una región con tradición ganadera y agrícola, y por más de una década ha sido un referente en la producción láctea del país. Sin embargo, su potencial no ha sido plenamente aprovechado debido a la falta de infraestructura adecuada para transformar la materia prima en productos de mayor valor agregado y calidad, destinados al consumo nacional.
Una de las prioridades del Gobierno ha sido reducir la dependencia de las importaciones y fomentar la producción interna. Esta estrategia busca fortalecer la pequeña y mediana industria, generar exportaciones y garantizar el crecimiento económico a mediano y largo plazo. La soberanía alimentaria también se ha convertido en una política clave, especialmente en un contexto global marcado por la inestabilidad económica y los conflictos que afectan las cadenas de producción y distribución de alimentos.
La diversificación del mercado productivo boliviano también está en la agenda del gobierno. La posibilidad de exportar lácteos representa un importante potencial de ingresos y posiciona al país en los mercados internacionales. No obstante, para cumplir con los exigentes estándares de calidad internacionales, será fundamental la capacitación de las y los trabajadores, la implementación de tecnología avanzada y una colaboración estrecha entre el gobierno y los productores.
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Cris González Directora