De acuerdo con el Panorama Social de América Latina y el Caribe. Desafíos de la protección social no contributiva para avanzar hacia el desarrollo social inclusivo, publicado por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal, 2024), la elevada desigualdad, la baja movilidad social y la débil cohesión social se constituye en una trampa que entorpece el desarrollo inclusivo en la Región. Asimismo, el lento crecimiento económico, el bajo dinamismo del mercado laboral y los niveles de inflación, afectan los sistemas de protección social, con fuertes impactos negativos sobre la pobreza y la desigualdad.
Si bien los países latinoamericanos y caribeños han experimentado importantes avances en sus sistemas de protección social, principalmente en las políticas de protección social no contributiva, sus debilidades persisten, evidenciando las considerables brechas y desigualdades existentes. En tal sentido, según la Cepal –considerando la elevada informalidad laboral, la marcada segmentación en el acceso a la protección social y las brechas y desigualdades en los sistemas de pensiones que caracterizan la Región–, la ampliación de los sistemas de pensiones no contributivos se establece en uno de los hitos más importantes para el fortalecimiento de los sistemas de protección social, ya que juegan un rol fundamental en la superación de la pobreza y ayudan a cumplir con los propósitos de los sistemas de pensiones: “garantizar ingresos, avanzar en la erradicación de la pobreza extrema y la pobreza en la vejez y en caso de discapacidad, y disminuir la desigualdad”.
El documento afirma que entre 2022 y 2023 el porcentaje de hogares de mayores ingresos que carecía de acceso a la protección social llegaba a menos de un quinto (17.3%), mientras que en el quintil de menores ingresos superaba el tercio de los hogares (36.5%). En el mercado laboral, la tasa de ocupación se incrementó en 0.3% y la desocupación promedio creció 0.6%, mostrando su bajo dinamismo y sin cambios en la tasa de participación laboral. La tasa de pobreza registró una caída de 1.5% en 2023 con respecto al año anterior, en tanto el avance en la reducción de la pobreza extrema fue menor y sin cambios significativos, manteniéndose en 3% por arriba de la observada en 2014. La Cepal afirma que la reducción de la pobreza y la desigualdad siguen siendo los desafíos más apremiantes para los países de la Región.
América Latina y el Caribe enfrentan una persistente desigualdad de género. En 2023 la incidencia de la pobreza en mujeres entre 20 y 59 años alcanzó 22%, equivalente a 4% más con relación a los hombres de la misma edad. En el período comprendido entre 2014 y 2023 la pobreza se redujo más en los hombres, mientras que entre mujeres el índice de la feminidad de la pobreza creció de 113 a 121. Las niñas/niños/adolescentes han sido las poblaciones más afectadas por la crisis social provocada por la pandemia, cuatro de 10 vivían en 2023 en hogares, ubicándose por debajo de la línea de pobreza con respecto a la población adulta y de personas mayores de 60 años. La elevada desigualdad del ingreso se mantuvo con un índice de Gini de 0.452 en 2023 sin variaciones importantes respecto al año anterior, realidad que caracteriza a la Región a través del tiempo.
Para avanzar en la erradicación de la pobreza, superar la trampa de la desigualdad y los bajos niveles de cohesión social de la Región, la Cepal establece una serie de recomendaciones entre las que destaca el diseño e implementación de políticas públicas integrales que contemplen las diversas dimensiones de la desigualdad y el fortalecimiento de los sistemas de protección social, de manera particular la protección social no contributiva.
Para concluir, cabe señalar que además de las recomendaciones planteadas por la Cepal es imperativo que los países de la Región retomen la agenda social que se planteara y ejecutara en los primeros 10 años del presente siglo, orientada a atender las necesidades de las poblaciones más vulnerables y avanzar en un rumbo contrario a la lógica del valor de cambio. De otra forma, los avances serán temporales y estarán sujetos a los vaivenes establecidos por la acumulación del capital.
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Ximena Roncal Vattuone Mexicana, doctora en Economía Política del Desarrollo