El Nuevo Frente Popular, ganó las elecciones Legislativas francesas en segunda vuelta, derrotando a la ultraderecha de Marine Le Pen, que había logrado un buen posicionamiento con un 33% en primera vuelta. Le Pen, ha asumido su contundente derrota que, si bien no la saca del panorama político, deja muy mal parada a la derecha -en un tercer lugar- cuando buscaba asumir las riendas de los países europeos, sin embargo, en adelante, tendrá esta apuesta muy difícil; con el triunfo de los laboristas en Reino Unido y, ahora, con los resultados de las legislativas en Francia, por lo que el escenario político presenta un cambio significativo en el viejo continente.
En Francia, la Izquierda Insumisa, liderada por Jean-Luc Mélenchon, exigió ayer que, tras conocerse las intenciones de presentar la dimisión del primer ministro Gabriel Attal este lunes, el cargo sea asumido por un militante de la Alianza de Izquierdas.
Sin duda, este domingo 7 de julio fue una jornada histórica para Francia, más del 60% del padrón electoral acudió a las urnas. La alianza entre Francia Insumisa, comunistas, ecologistas y socialistas, que se llamaron Nuevo Frente Popular, logrando 182 escaños de 577, otra fracción de la izquierda independiente unos 13 más, si bien no lograrán la mayoría absoluta destronaron a los partidos de Macron y de la ultraderecha. Los macronistas, que también fueron desplazados del primer lugar por la políticas controversiales de su líder, el presidente Emmanuel Macron, sacaron unos 168 diputaciones, mientras que la ultraderecha de Marine Le Pen con la Agrupación Nacional 145, los conservadores del partido republicano 45 escaños y la derecha independiente otros 15 puestos.
Macron, convocó a elecciones anticipadas ante la derrota inminente que sufrió su partido en las elecciones europeas, en las que la extrema derecha arrasó.
Qué pasará en adelante, si bien el Nuevo Frente Popular no cuenta con la mayoría absoluta para aprobar e impulsar leyes que mejoren las condiciones sociales de la población, sí podrán ser una cerradura que encierre y bloquee el avance de leyes como, la ley de migración, o las laborales, que ha promulgado Macron, y que en los últimos años han convulsionado el país por lo caótico de sus propuestas y que rompen con el Estado de bienestar que caracterizaba a Francia. Este triunfo, claramente acerca un poco más a Mélenchon, a continuar con esta nueva alianza entre izquierdas, a la carrera presidencial. La labor que harán los próximos tres años podrá definir el destino del país y demostrará la consistencia popular que, como izquierda cohesionada, demostraron en estas legislativas.
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Correo del Alba