La rápida debacle de los niveles de seguridad y el incremento de la violencia en Ecuador, es seguramente uno de los más graves que ha sufrido una nación en la historia. A día de hoy es el país más inseguro de América Latina y las bandas criminales tienen en jaque al país, con sus líderes fugados de cárceles sin el control del Estado, con la mayoría de los comercios pagando vacunas y gran parte de la droga que consumen los países occidentales del norte, partiendo desde las costas ecuatorianas.
Se estima que las distintas bandas del crimen organizado cuentan con más efectivos que el propio Estado, alrededor de 50 mil miembros, a los que no les tiembla el pulso para masacrar a civiles y policías y que se han tomado las cárceles del país y hasta un canal de televisión. Como respuesta, el presidente de Daniel Noboa después de 50 días en el cargo, declaró el estado de conflicto interno, sacando a los militares a la calle para tratar de poner orden en el caos reinante.
Pero no siempre fue así Ecuador. Cuando Rafael Correa dejó la presidencia en el año 2017 había logrado disminuir las muertes violentas de forma paulatina a lo largo de una década hasta convertir a Ecuador en el segundo país más seguro de América Latina con 5 muertes por cada cien mil habitantes.
Acabado su periodo le sustituyó Lenín Moreno, quien, pese a proceder del mismo partido traicionó rápidamente a su antecesor y se encargó de desmantelar el sistema de inversión estatal en seguridad, cuyo presupuesto disminuyó en alrededor de un 65%, llegando a eliminar el Ministerio de Justicia. Moreno, en general se encargó de aplicar las doctrinas liberales de achicamiento y debilitamiento del Estado. Como consecuencia, cuando terminaron sus cuatro años de mandato, las muertes violentas se habían casi cuatriplicado y se sentaron las bases para el desastre que vendría inmediatamente después con el gobierno de Guillermo Lasso.
El banquero que buscó incansablemente durante 12 años la presidencia, tardó apenas la mitad de su mandato en convertir a Ecuador en un país a la deriva rehén de la delincuencia. Con un gobierno inoperante, con continuos recortes en el presupuesto y sin prestar atención al control del territorio y las instituciones, las mafias fueron permeando las fronteras, cooptando las fuerzas armadas, medrando a operadores de justicia y reclutando jóvenes en barrios cada vez más marginalizados. Los escándalos de vínculos con el narcotráfico llegaron a salpicar al primer anillo de poder y el propio círculo íntimo del presidente, como revela la trama del caso León de Troya.
La situación se tornó insostenible y el presidente Lasso, tuvo que convocar elecciones anticipadas para evitar ser destituido. Daniel Noboa, ganó por la mínima las elecciones. Con un discurso socialdemócrata, con promesas incumplibles, como el libre acceso a la universidad cuando no existe infraestructura instalada actualmente para 200 mil aspirantes, y la subida de las pensiones para equipararlas al salario mínimo de 450 dólares. Pero la gran propuesta del presidente fue el Plan Fénix en materia de seguridad, nunca quedó muy claro en que consistía, como todo lo que plantea Noboa, pero tenía la intención de militarizar puertos y aeropuertos y adquirir cárceles-barcazas que serían colocadas en el Océano Pacífico, para poder aislar a los delincuentes más peligrosos, aunque dos de ellos se les escaparon de las cárceles en las que se encontraban.
Ahora todas las acciones que toma el presidente se hacen llamar Plan Fénix, como la declaración de estado de conflicto interno que ha sido el detonante para declarar a todos los grupos criminales como terroristas y sacar a los militares a las calles, lo que ha recibido el apoyo de los medios y de una aparente opinión pública.
Sin embargo, la cara oscura de las medidas no ha tardado en aparecer, y, como la declaración de guerra a la delincuencia necesita de recursos, el gobierno no ha encontrado mejor financiamiento que subir el IVA del 12 al 15%. Con esta medida regresiva y que afecta principalmente a los hogares más vulnerables, el Gobierno tratará de obtener alrededor de mil trescientos millones de dólares, cuando dos semanas antes condonaba un monto parecido de mil millones a los principales deudores del impuesto a la renta, que recaía principalmente en las grandes economías del país, incluyendo más de 80 millones del Grupo Noboa, perteneciente al presidente y su familia.
La duración de la subida del IVA en principio, se supone, debe durar mientras se esté en guerra, pero por el momento se ha planteado de forma indefinida. La intención pareciera que es la de otorgar liquidez a un Estado desfinanciado, obligando a hacer un mayor esfuerzo a quienes menos tienen. Aun peor, si la medida regresiva que propone el gobierno es para financiar la guerra contra el hampa, no se ha hecho ningún cálculo de su coste de esta. Mientras tanto los ecuatorianos quieren resultados y lo único que sabemos es que tras la declaración del estado de conflicto interno 48 reclusos se escaparon de un centro penitenciario en Esmeraldas.
Como suele ocurrir con las medidas de shock impulsadas desde enfoques liberales se aprovecha la ocasión para introducir paquetazos a costilla del pueblo y exonerando a los que más tienen.
El 22 de enero pasado, la general Laura Richardson líder del Comando Sur, llegó junto al exsenador Christopher Dodd, asesor del presidente Joe Biden para el Hemisferio Occidental, a suelo ecuatoriano con una Hoja de Ruta de Asistencia de Seguridad para Ecuador y un portafolio de inversiones por USD 93,4 millones que Estados Unidos destina al país para el tema. Además, firmaron convenios de cooperación militar que facilitan intercambio de información de inteligencia entre ambos países y operaciones coordinadas contra las amenazas del crimen organizado.
También, sostuvieron reuniones con el Fiscal General, el Comandante de la Policía Nacional y con la Ministra de Gobierno y del Interior ecuatorianos.
Richardson declaró en una entrevista al medio Primicias que “Ya tenemos una cartera de inversión muy sólida con Ecuador. Obviamente, es a lo largo del tiempo. Y se trata de cooperación entre fuerzas militares, entre el Comando Sur de los Estados Unidos y el Ejército ecuatoriano” https://www.primicias.ec/noticias/politica/seguridad-estados-unidos-inversion-ecuador-laura-richardson/.
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Fernando Casado Español, analista internacional
Dicen los sabios indígenas (que demostraron ser verdaderos sabios) que el exceso de homosexualismo trae veranos y sequías.
El exceso de lesbianismo trae lluvias e inundaciones.
Chile actualmente se llenó de hombres afeminados. El antiguo hombre chileno que era bién valiente para salvar la patria, ya no existe.
El último chileno valiente fué Allende.
La era de los chilenos cobardes y vende patrias, empezó con Pinochet y el golpe militar de la junta militar que era apoyada por ricachones corruptos tanto de derecha como izquierda. Y la corrupción ha pasado por Bachelet, Piñera y actualmente sigue con Boric.