“A Cochabamba me voy/ a Cochabamba señores/cantarán los ruiseñores,/ a Cochabamba me voy/ ¡Inti!”, guitacanturreó Víctor Jara en el álbum Pongo en tus manos abiertas (Jota Jota, 1969). Y justamente desde Cochabamba hoy nos llega un admirable homenaje al mítico músico chileno, a medio siglo de su muerte.
Víctor y Bolivia – Bolivia y Víctor
El folklore boliviano no le fue ajeno a Víctor Jara, quien temprano grabó canciones como “Qué alegres son las obreras” y “El tinku”, entre otras. Por su parte, a partir de los años 70 y hasta la actualidad músicas y músicos de Bolivia, de varias generaciones, han versionado parte del repertorio de aquel cantor, destacando la agrupación Savia Nueva cuyo álbum Deja la vida volar (Campo, 1978) popularizó su obra en este lado de los Andes. Mención aparte merece Instante de vida. Memorial de Víctor Jara (Sobodaycom, 2021), trabajo reciente de César Junaro.
Entre los más profundos conocedores y estudiosos de la vida y trayectoria artística de Jara destaca el trovador cochabambino Marco Lavayen, ex Viento Sur y Antawara –con quienes grabó “Vientos del pueblo”–, actual segunda guitarra y segunda voz de Savia Nueva, que por décadas le ha interpretado y rendido tributos en Bolivia y España, y ahora nos sorprende gratamente con la publicación del esperado álbum Canto a Víctor, canciones de Jara (producción independiente, 2023).
Canto a Víctor…
En la reseña del mencionado disco Lavayen señala:
Canto a Víctor nace de la necesidad de rendir un homenaje sincero a un estandarte de la canción latinoamericana con compromiso social, poesía, con atrevimiento musical y con principio moral.
Derrotero que empecé a seguir desde la infancia, canciones de Jara que sin saber cómo, se apostaron en mi guitarra y en mi garganta, mensaje que no deja de estar cerca de la realidad actual, música teñida de vida, de campo, de tierra, de amor; amor a las cosas más sencillas, cotidianas e infinitamente profundas.
Canto a Víctor, canciones de Víctor Jara a cuarenta años de su forzada partida y mi ser entero se estremece, me tiemblan las manos al sentir sus acordes y en mi voz sopla como el viento la flor de la palabra.
En efecto, su origen se remonta al año 2013, cuando el propio Lavayen junto a César Junaro, Raúl Ybarnegaray y Carmen Luz Villarroel festejaron al cantor chileno en la Casona de Mayorazgo en Cochabamba.
De modo que una década después ve la luz Canto a Víctor…, que despunta por los sobrios y agraciados arreglos musicales hechos por Lavayen, así como por las orquestaciones con guitarras, charangos, zankas, bajos, baterías, entre otros instrumentos. Además de la cristalina voz de Villarroel.
Canto a Víctor… fue grabado en septiembre de 2013 en JMSaudio y está conformado de 13 canciones de Víctor Jara: “Plegaria a un labrador”, “Vamos por ancho camino”, “Luchín”, “El arado”, “Manifiesto”, “El aparecido”, “Cuando voy al trabajo”, “El derecho de vivir en paz”, “Paloma quiero contarte”, “Vientos del pueblo”, “Preguntas por Puerto Montt”, “Te recuerdo Amanda” y “Ni chicha ni limoná”. El corolario lo brinda una composición del cochabambino: “Canto a Víctor”.
Víctor Jara ahora y siempre en la memoria
El lanzamiento oficial de Canto a Víctor… se realizó en la ciudad de La Paz el pasado septiembre, en Los versos del capitán –espacio cultural predilecto del novísimo canto boliviano de propuesta–, con David Portillo –que cantó “Lo único que tengo”, “Luchín” y “El martillo” (Lee Hays-Pete Seeger-Víctor Jara)–, Mauricio Montero y Christian Benítez del dúo Negro y Blanco –que puso voz a “Te recuerdo Amanda”– como invitados especiales de Lavayen.
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Canto a Víctor
Tanto que andabas entre las canciones
tantos poemas que hablaban del hombre
tanto misterio que libró tu verso
tanta inocencia de amor maltratada
fue tanto entonces que cantó tu voz
y fue tanto el pueblo, como fuiste tú.
Tanto que fuiste a bregar la jornada
tanto que diste al obrero esperanza
tanto cayeron cuando la metralla
gritó a matar la luz de la alborada
fue tanto entonces que cantó tu voz
y fue tanto el pueblo, como fuiste tú.
Tanto mirabas la luz tras el monte
tanto supiste de pueblo y honores
tanto temieron tu voz liberada
tanto que a baja cayó tu guitarra.
Tanto quisieron tu luz apagar
tanto lucharon por frenar tu andar
tato quisieron tu verdad callar
tanto lucharon por tu alma aplacar
sin saber que el eco de tu canción
trinara en los cielos, la tierra y el mar.
Tanto que fuiste no pudieron matar.
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Javier Larraín Jefe editorial