En vista de los horribles crímenes cometidos por los grupos organizados y armados de colonos en la Cisjordania ocupada, los líderes del Ejército israelí y las agencias de ocupación, incluido el Shin Bet y la Policía, se vieron obligados a admitir la gravedad de estos hechos en la medida en que también los hemos descrito durante muchos años: terrorismo. Un reconocimiento explícito, claro y público de la existencia del terrorismo nacional cometido por miles de colonos mientras portan armas y disfrutan de la protección pública del Ejército de ocupación y la cobertura política de los ministros del gobierno israelí.
El plan expansionista de asentamientos no es nuevo en el proyecto sionista, sus episodios comenzaron desde la ocupación de Cisjordania en la agresión de junio de 1967, con el establecimiento de asentamientos.
El ritmo de construcción de asentamientos en los territorios palestinos ocupados ha aumentado desde principios del presente año 2023, como anunció el gobierno de Netanyahu, tras obtener la confianza del Parlamento en diciembre de 2022. Según los datos de la Comisión de Asentamientos y Resistencia al Muro, el número de colonos en los asentamientos de Cisjordania, incluida Jerusalén, ha alcanzado los 726 mil 427 colonos distribuidos en 176 asentamientos y 186 puestos de avanzada. Si este plan puede anunciarse para comenzar a implementarlo, como prometió Netanyahu, o se pospuso por presiones internacionales, o se aplicó paulatinamente para evitar expectativas. La tensión y turbulencia de la situación de seguridad en Cisjordania plantea la pregunta: ¿Hasta cuándo? ¡Y eso merece una respuesta!
Israel, el Estado ocupante, debe rendir cuentas, porque no cumple con sus deberes de proteger a la población civil bajo su ocupación; al contrario, los intimida y brinda protección a quienes los atacan. Lo cual fue documentado por cámaras de audio y video, reflejando colusión y coordinación al más alto nivel entre el Ejército y los colonos, en cada ataque que cometen contra los territorios palestinos. Los colonos del terrorismo de asentamientos asaltan pueblos y aldeas palestinas con la protección del Ejército de ocupación, que los cubre mientras cometen sus crímenes, y también comete de las formas más atroces de opresión y abuso de civiles palestinos indefensos que defienden sus hogares.
A pesar de la descripción de la declaración del sistema militar y de seguridad israelí sobre los crímenes de los colonos como terrorismo, la declaración se emitió para calmar y absorber las reacciones internacionales hacia estos crímenes en curso, y para exonerar a ese sistema de crímenes de los colonos frente a la opinión pública mundial. No tiene la intención de arrestar a los colonos y sus líderes terroristas o empezar a recoger sus armas, o hacerlos rendir cuentas, especialmente porque los crímenes que cometen son consensuados y coordinados con el Ejército, los servicios de seguridad y el nivel político en el país ocupante.
Un extremista como Itamar Ben Gvir, el Ejército de ocupación se negó a reclutarlo y le impidió portar armas por razones morales y racistas. ¡Ahora asume el cargo de Ministro de Policía! Otro ministro. Smotrich, en cooperación con el ministro de Misiones Nacionales y Asentamientos, Orit Stork, está trabajando en la privatización del presupuesto con el objetivo de fortalecer los asentamientos en Cisjordania.
El terrorismo de Estado forma parte de la esencia de la historia de Israel desde su nacimiento en 1948. La expansión de asentamientos llevada a cabo por el gobierno del extremismo es ilegal y contraria al Derecho Internacional y a todas las resoluciones y leyes internacionales relacionadas con el tema palestino, la última de las cuales fue la Resolución Nro. 2334, que afirmó la ilegalidad de los asentamientos en todas las tierras palestinas, y se ha vuelto importante que la comunidad internacional tome medidas para detener la política de asentamientos.
Todos los países deben incluir en sus listas de terroristas a los grupos y organizaciones de colonos que cometen delitos y terrorismo contra civiles palestinos, y a enjuiciar a sus miembros y evitar que ingresen a sus tierras, y dirigen su demanda a la Corte Penal Internacional (CPI) y al Fiscal de la Corte para romper su silencio, actuar rápidamente y poner fin a sus investigaciones sobre los crímenes de la ocupación y sus colonos.
La paz y la estabilidad requieren la adhesión a las resoluciones de legitimidad internacional y el establecimiento de un Estado palestino independiente con Jerusalén Oriental como su capital, y que la continua violación de los derechos de los palestinos por parte de Israel y su desafío a la legitimidad internacional no conducirán a ninguna paz, sino que contribuirán a la continuación del estado de tensión e inestabilidad en la Región.
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Mahmoud El Alwani Embajador del Estado de Palestina en Bolivia
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