Descuiden, hoy no analizaré el escenario político chileno.
Milei, ha sacado 32 por ciento en las elecciones preparatorias por la presidencia de Argentina. No es poco, pues, con la derecha sumada, podrían captar la mitad del electorado trasandino.
Massa, el candidato de la cúpula peronista, sólo llega al 21 por ciento, aunque ya se ha hecho de la bendición de la Sra. K, el control electoral de esa alianza.
El malestar ha sido capitalizado, no por la izquierda sino por el neofascismo, mentiroso y oportunista. Un viejo tango decía de ese estado de ánimo:” al menos dime una dulce mentira, para seguir creyendo” …
Pueden decirse muchas cosas de la crisis financiera de ese país, de la inflación o del manejo de los excedentes de la oligarquía rural, pero lo cierto es que Argentina tiene mucho mejor nivel de vida que Chile u otros vecinos y que sus desequilibrios no vienen del actual Gobierno, sino que son estructurales y acentuados por Macri, Trump y el Fondo Monetario Internacional FMI, que permitieron un robo en descampado de la riqueza acumulada después del Corralito.
Ante esa realidad pueden acumularse argumentos sectoriales y envidias varias, pero basta preguntar, para saber más allá, a quienes visitan ese país: cómo se paga la salud, la educación o la vivienda.
No olvidemos que el neoliberalismo ha tenido dificultades para engullirse a la economía de ese país, incluso con apoyo de los milicos o de la derecha peronista. Ello por muchos factores que no desarrollaremos ahora.
Terrible sería que el avance en las intermedias, del payaso del peluquín, se expresara en la elección final. La población alemana hace 90 años eligió otro payaso mentiroso de bigote que la condujo a una tragedia.
Sin embargo, ahora no sería sino una comedia, una farsa o una pantomima, imposible de generar algo serio, sino hilarante. Ese patán de Milei, inflado por la prensa y medios del sistema, sería la destrucción de toda la estructura productiva de ese país, la desaparición de su soberanía monetaria y el triunfo político de los gorilas de Viola, Galtieri y Videla y otros morones y matones de ese orden
¿Serán tan incautos los argentinos para permitirlo? Su situación sería, a corto plazo, peor que la de Ecuador. E incluso perdería su oportunidad histórica de liderar el mundo cultural del Cono Sur, que hoy lidera claramente a nivel científico.
Argentina dirá, al elegir su próximo gobierno, si el Cono Sur se embarca en el Titanic yanki y acepta pasivamente su marginación de las corrientes que se impondrán en las décadas por venir o si intentará sobrevivir a las primeras tormentas de la Crisis Perfecta, junto al resto de sus hermanos latinoamericanos.
Su alternativa no es aceptar el dominio gringo o inglés, o caer bajo el control chino o ruso, como en forma ridícula lo plantea un sector tartufo de la política chilena.
Tiene una posibilidad distinta, basada en defender su autonomía colectivamente, la neutralidad del espacio de los Brics y su apoyo para impedir el avance de los neotrogloditas.
Nada está definitivamente escrito, pero será Argentina el pivote en esta coyuntura.
_________________________
Rafael Kries Chileno, economista
Las opiniones expresadas en esta sección son de exclusiva responsabilidad del autor/a