Este 13 de agosto se realizaron las Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias (PASO) en la Argentina, para elegir las fuerzas políticas que quedan habilitadas para competir en las próximas elecciones generales programadas para octubre. En estas justas se elegirán presidente, vicepresidente, 130 diputados nacionales, 24 senadores, 19 para Mercosur, 24 parlamentarios regionales. La sorpresa de estas PASO es, la tendencia a pasar los límites del neoliberalismo ya que el candidato más votado fue el ultraliberal Javier Milei.
Desde Correo del Alba, entrevistamos al analista argentino, Francisco Hernández, con él hablamos del escenario político del país en estas elecciones, que sin duda marcan la tendencia del voto de las presidenciales y de cómo se moverán las fichas en el tablero para reagrupar fuerzas.
¿Qué escenario dejan las PASO en el campo político argentino?
El escenario actual es de sorpresa; todos los medios y la gente interesada en política están aún en estado de shock. Esto no afecta solo al kirchnerismo y al oficialismo actual, sino también a Juntos por el Cambio (JxC), cuyo resultado electoral es desfavorable.
En mi opinión, entre los tres actores principales: la ultraderecha representada por Milei, el Pro o Juntos por el Cambio (que encarna la derecha clásica) y el kirchnerismo o peronismo (y todo lo que engloba), el que salió peor parado fue JxC. Quedaron atrapados entre dos corrientes, siendo el escenario particularmente desafiante para Patricia Bullrich, una figura destacada y de tendencia marcadamente derechista en el Pro. Incluso Mauricio Macri le brindó su respaldo. Bullrich se encuentra en un dilema, ya que el auge de la ultraderecha liderada por Milei podría atraerla hacia posturas más extremas para captar votos, pero esto podría alejarla del centro político y favorecer a Sergio Massa. Por otro lado, si se inclina hacia el centro para competir con Massa, podría perder apoyo en el ala derecha. En este contexto, enfrentan un panorama difícil de cara a las elecciones de octubre y un eventual ballotage. Este desafío también está relacionado con el deterioro general de la representatividad política, dado que la expresión «que se vayan todos» y el sentimiento de disgusto hacia la clase política han encontrado eco en el discurso de Milei.
En cuanto a el peronismo, este ha tenido un desempeño ajustado en las elecciones, que no puede calificarse como muy malo ni muy bueno. Sin embargo, destaca la anomalía que representa el fenómeno de Milei. A pesar de que sus referentes en las provincias no obtuvieron buenos resultados, su figura a nivel nacional ha captado votos debido a la expresión de enojo y frustración, votando no tanto por sus propuestas, sino por su carácter llamativo y controversial.
Es interesante observar cómo las convicciones y las ideas políticas han cedido espacio a la personalidad y figura de los candidatos. Ahora el voto se centra más en la persona que en las propuestas, lo cual ha llevado a que Milei obtenga éxito en ciertas zonas, mientras que el peronismo, incluso con sus problemas económicos, conserve competitividad en otros lugares.
En este contexto, Sergio Massa sorprendentemente mantiene su competitividad, a pesar de una alta inflación del 8% mensual y problemas económicos que afectan a las familias. Esto podría atribuirse al hecho de que las cuestiones económicas básicas, como el abastecimiento de alimentos, siguen teniendo un impacto importante en la opinión pública, como sucede en otras partes del mundo.
Este es un panorama inicial de los escenarios que se están desarrollando. Massa sigue siendo un contendiente sólido, Milei se alza como un ganador notorio, mientras que Patricia Bullrich y el PRO se encuentran en una situación complicada. Bullrich representa la facción más conservadora y tiene vínculos con el Partido Republicano de Estados Unidos, mientras que Massa está más alineado con el Partido Demócrata, creando una especie de dinámica interna similar a la política estadounidense, aunque no existe un equivalente directo a la ultraderecha representada por Milei en ese contexto.
¿Massa tiene posibilidades de ganar en octubre?
Como mencioné anteriormente, si Sergio Massa logra mantener su competitividad y salvar su posición. En este contexto, es relevante señalar que los mercados financieros reaccionaron de manera sorprendente a los resultados electorales. Originalmente, se anticipaba que Massa ganaría y que Horacio Rodríguez Larreta, quedaría en segundo lugar. Sin embargo, la victoria de Milei, generó un aumento drástico en el tipo de cambio, lo cual desempeña un papel crucial en la inflación. Esta situación se ha descrito como un «cisne negro» en los mercados financieros ya que la victoria de Milei, debido a su enfoque de extrema derecha, es percibida como una amenaza para la estabilidad financiera. Milei, ha manifestado abiertamente su intención de implementar ajustes más profundos que los propuestos por el Fondo Monetario Internacional (FMI), lo cual ha encontrado cierta aceptación en la opinión pública.
En cuanto a Axel Kicillof, su elección en la provincia de Buenos Aires ha sido acertada. Esta estrategia fue ideada por Cristina Fernández, quien buscaba asegurarse de que, en caso de una derrota de Massa, Kicillof sería quien ocupara el liderazgo en la provincia. Esto refleja un repliegue estratégico en la provincia de Buenos Aires bajo el liderazgo de Axel.
El “cristinismo” también ha obtenido victorias en ciertos lugares. Por ejemplo, en el partido de Lanús, una zona importante en el conurbano bonaerense que anteriormente era gobernada por el PRO, La Cámpora logró ganar las elecciones. Lo mismo sucedió en Hurlingham y Quilmes, donde candidatos respaldados por La Cámpora resultaron victoriosos. Aunque hay elementos confusos en este panorama, parece evidenciarse un repliegue estratégico, donde se anticipa que ciertos espacios políticos serán dominados por la oposición.
Es destacable que, a pesar de la crítica situación económica bajo el gobierno de Alberto Fernández, Sergio Massa mantiene su competitividad. Esto se debe a una jugada estratégica de Cristina Fernández, quien busca posicionarse en el centro político mientras promociona a Massa como el único líder capaz de enfrentar a la oposición. Aunque el cristinismo perdió en las internas, Massa logró ganar terreno en el ajedrez político y ganar apoyo transversal.
¿Cuál crees que es la estrategia que se aplicará para lograr un triunfo?
En cuanto a las futuras estrategias para lograr la victoria, se espera que se luche por el centro político y se busque captar los votos que originalmente eran atribuidos a Horacio Rodríguez Larreta. Sin embargo, es un terreno complicado ya que los votantes de Larreta tienen una percepción negativa hacia Massa. Además, hay un elemento nuevo en juego: el FMI le ha prometido un desembolso a Massa después de las PASO para evitar una crisis económica. Esta inyección de fondos es crucial para la estabilidad financiera, pero también plantea preguntas sobre la credibilidad del FMI y la forma en que este asunto podría influir en los mercados.
Cabe recordar que, en situaciones similares en el pasado, como cuando Macri perdió en las PASO hace cuatro años, hubo una importante devaluación que tuvo un impacto significativo en la economía en su conjunto.
En el caso de las gobernaciones y diputados ¿cuál sería el panorama?
La situación se ajusta a lo que Massa afirmaba, sosteniendo que Milei gana, pero en realidad no gana en el sentido convencional. Carece de candidatos, estructura, equipo y aparato político, además de no poseer una base territorial sólida. En esencia, Milei es solo un nombre, un nombre que representa la manifestación de la indignación popular hacia la situación actual. En las elecciones legislativas, obtuvimos buenos resultados con los diputados y ganamos varios escaños en colaboración con el oficialismo. Sin embargo, no tengo un conteo preciso en este momento. Con Milei emergiendo como figura prominente, especialmente en el Gran Buenos Aires, se observa un claro viraje hacia la derecha en el panorama político. Aunque este giro es evidente, su consistencia es cuestionable. La gente está enojada, eso es innegable, y Milei se ha convertido en el conducto para expresar ese enojo. La paradoja es que, con toda esa rabia, Milei podría potencialmente ascender a la presidencia.
¿Qué pasará en Argentina si llega a ganar la ultraderecha?
En relación a la posibilidad de que la ultraderecha triunfe en Argentina, la perspectiva es incierta. La situación parece ser un barco a la deriva. En cierto sentido, uno podría confiar en que los intereses internacionales, como los de Estados Unidos, no permitirán que eso ocurra. Sin embargo, la manera en que Milei ha logrado ganar terreno es desconcertante. Se aparta del marco tradicional y no es fácil de predecir. En campaña, sus propuestas parecen delirantes, como eliminar los Ministerios de Salud y Educación, o incluso proponer la venta de órganos. A pesar de ello, ha obtenido una victoria contundente en las urnas. Esto plantea desafíos interesantes para los analistas políticos, quienes tendrán mucho material para debatir y estudiar. Las próximas semanas serán cruciales para observar cómo reaccionan los mercados, ya que su comportamiento influye directamente en la inflación, lo cual es un problema importante para Argentina.
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Nahir González Correo del Alba