27 de junio, Día nacional del Periodista. Es el reconocimiento de la patria al Correo del Orinoco, medio informativo creado por nuestro Libertador Simón Bolívar el 27 de junio de 1818, tal como lo escribió El Libertador en el número 67: «El Correo del Orinoco será el vehículo por donde se comunique al extranjero nuestros sucesos, e informemos a nuestros conciudadanos lo que acontece en otros países más dignos de su noticia».
En estos nuevos tiempos, para quienes escogimos el periodismo como instrumento de expresión humana, debemos estar claros que una de las bases fundamentales para su ejercicio es la ética. En atención a ese proceso que se fundamenta en la cultura deontológica del comunicador social, se encuentra el servicio colectivo que se debe generar a través de la información. Somos los responsables de transmitir por los canales correspondientes, la información que se constituye en elemento fundamental para el desarrollo integral de la sociedad. Ser periodista o comunicador social es contribuir a la formación de la opinión pública, sin emitir juicios de valor. Sin embargo, el periodista, en atención del Código de Ética, se ha convertido en defensor del patrono.
En esta época, cuando se pretende fragmentar la constitucionalidad de la República Bolivariana de Venezuela, ha surgido una casta que he denominado «Perros de la contracomunicación,» cuyo objetivo es crear un estado de zozobra en sus seguidores y falsas ilusiones, a través de los Fake News. En ésta juega un papel importante las corporaciones de la comunicación, denominadas por el imperio gringo como prensa libre, quienes son subsidiados por la CIA, a través de la Usaid.
Hoy el periodismo venezolano vive una de sus peores crisis, producto del papel que vienen jugando las y los periodistas, no como comunicadores, sino como activistas políticos, con el uso de las redes sociales como plataforma disociadora de un pueblo que ha aprendido a conocer cuál noticia es cierta. Incluso los noticieros de televisión y los medios, que antes se llamaban impresos, y ahora digitales, son voceros de cuanta nota informativa presenta a Fedecámaras, Consecomercio, entre otros, como elementos salvadores de la economía de Venezuela.
En estos nuevos tiempos existe un desplazamiento de los partidos políticos frente a las premisas que han generado los medios de comunicación social. En todo caso, nos conseguimos con periodistas que valiéndose de esa condición han asumido el papel dirigente para debatir temas y hechos que no corresponden a su formación. Eso no puede continuar. Verdad Nelson Bocaranda, Carlos Fernándes, Ibeyice Pacheco.
Hoy no sabemos qué es noticia o qué es información. No se cumple con la pirámide invertida. Ser periodista o comunicador social es contribuir a la formación de la opinión pública, sin emitir juicios de valor. Para ello, se encuentra el periodismo de opinión, para lo cual el periodista puede desarrollar su criterio personal sobre aquellos acontecimientos que afectan a la comunidad, más no tomarlo para atacar ni desprestigiar a quien no le ha dado la solución o respuesta que esperaba para sus intereses particulares.
En el mejor oficio del mundo, escrito en 1996, Gabriel García Márquez preconiza el papel de los periodistas en estos nuevos tiempos: Los muchachos que salen ilusionados de las universidades, con la vida por delante, parecen desvinculados de la realidad y de sus problemas vitales, y prima un afán de protagonismo sobre la vocación y las aptitudes congénitas. y en especial sobre las dos condiciones más importantes: la creatividad y la práctica. Ciertamente en esos “test orales” de inicio de carrera, algunos profesores al preguntarle al bisoño comunicador sobre el por qué estudiar comunicación social, responden que quieren ser periodistas de CNN, o ser animador del Miss Venezuela. Hasta uno llegó a decir que aspiraba ponerse alguna vez la corona de Miss Venezuela, luego se metió a diseñador de ropa de ese concurso.
El periodista se debe fundamentalmente al pueblo, el cual tiene el derecho de recibir información veraz, oportuna e integral, sin la creación de estridencias o cualquier elemento que conlleve a la violencia. En ese aspecto, el Colegio Nacional de Periodistas (CNP) tiene una alta responsabilidad. De gremio ha pasado a ser un brazo ejecutor de la oposición. Eso ocurre cuando hay un presidente que sin tener la experticia comunicacional ha dirigido el CNP a su antojo. Su única experiencia es haber sido narrador de noticias. Nunca en su vida cubrió una rueda de prensa, ni haber pateado la calle como reportero.
El periodista tiene como deber imperativo utilizar sus esfuerzos para alcanzar el fortalecimiento y éxito del Colegio Nacional de Periodistas, consolidando el espíritu de fraternidad, consideración y respeto mutuo que enaltece la profesión.
Con motivo de celebrarse el Día del Periodista, hoy 27 de junio, es hora de reflexionar.
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William Gómez García Venezolano, periodista
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