Rómulo Calvo, exdirigente cívico de Santa Cruz, fue acusado por incitación al racismo, discriminación y ultraje a la wiphala en septiembre de 2021. El proceso fue planteado por asambleístas departamentales del MAS en ese departamento del Oriente del país.
El 29 de abril de 2022, la Fiscalía de Santa Cruz presentó la imputación formal contra el excívico por los incidentes ocurridos en los actos protocolares por la efeméride cruceña en 2021. En esa ocasión, el gobernador Luis Fernando Camacho (actualmente encarcelado por su responsabilidad en el golpe de Estado en 2019), de manera sorpresiva suspendió el acto protocolar en la Plaza 24 de Septiembre minutos antes de que le tocara intervenir al vicepresidente, David Choquehuanca, quien se desempeñaba como presidente interino.
En ese contexto la wiphala, bandera reconocida en la Constitución Política del Estado, fue izada en uno de los mástiles de la plaza principal en medio de incidentes. Momentos después, afines a Camacho y a la Gobernación, arriaron el símbolo patrio.
En la oportunidad, Rómulo Calvo calificó a la wiphala de “un trapo” y aseguró que no representaba a Santa Cruz. “Un trapo no hace nada, un trapo no nos representa”, indicaba el excívico en octubre de 2021, cuando se realizaba el “wiphalazo” o un acto de desagravio.
Ayer, después de cuatro horas de audiencia, el juez décimo quinto de sentencia en lo penal Carlos Moreira, sentenció a dos años de cárcel al excívico cruceño Rómulo Calvo, por el ultraje a la wiphala en septiembre de 2021.
Al final de la audiencia, Calvo dejó el recinto con custodia policial, sin embargo, el exdirigente cívico declaró a medios de comunicación que apelaría a la sentencia.
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Correo del Alba