Cada 21 de mayo se celebra el Día Mundial de la Diversidad Cultural para el Diálogo y el Desarrollo, el cual tiene por objetivo destacar la riqueza de las culturas del mundo y el papel esencial del diálogo intercultural para lograr la paz y distintas formas de desarrollo.
Cuando hablamos de diversidad cultural nos referimos a la multiplicidad de culturas que existen en la Madre Tierra y a la coexistencia de sus variadas manifestaciones. Diversidad evoca diferencia, somos iguales solo en el respeto de las discrepancias, ya sean de hábitos, costumbres, saberes, rituales, políticas y modos de vida de una comunidad o de una época.
Más allá de la fecha, este es un tema que me resulta fundamental para el siglo XXI en tanto cuestiona, de cierta manera, la homogeneización cultural-simbólica a la que hemos estado sometidas y sometidos por decenas de años por culturas dominantes como la occidental en el mundo moderno.
Sobre todo las mujeres hemos cargado con estigmatización de roles que nos han coartado, en muchas formas, la posibilidad de expresarnos y fluir desde nuestro propio sentir. Quizás las nuevas generaciones de mujeres no han de percibir tan fuerte esta imposición cultural que se denomina, con toda razón, patriarcal.
Poder conocer e interactuar con culturas distintas nos ha permitido crecer como seres humanos, basados en el respeto y ningún cuestionamiento a sus formas culturales, aunque muchas veces no podemos tener la capacidad de entenderlas en su totalidad.
Diferencias estéticas, de relacionamiento con la naturaleza, entre hombres y mujeres y tercer sexo como la india, roles, división sexual del trabajo que cada día en la cultura occidental se va atenuando y espero llegue el punto que desaparezca, son acciones que evidencian, en un pequeño espacio, el avance que hemos tenido como grupos humanos.
Bolivia destaca en la existencia de grandes agrupaciones que hablan de la cultura e identidad de la América profunda, como por ejemplo Kala Marka, que a 40 años de su fundación, en la madurez de su trabajo artístico, recoge ritmos y texturas de todo el país y los plasma en una obra única, compleja e integral. Perfecta en su ejecución, compacta en la temporalidad. Provista además de un ballet que ilustra lo pluricultural, en fin la plurinacionalidad de la que habla Bolivia está ahí reflejado con absoluta exquisitez.
El próximo viernes 26 de mayo Kala Marka realizará un en la ciudad de La Paz, previo a la gira internacional que incluye en este semestre a Perú y Argentina, donde visitarán los más grandes teatros de cada capital.
Kala Marka es una agrupación que ha traspasado las barreras del tiempo y cuanta traba se le puso para detener su obra de reconocimiento a la cultura aymara, que hoy cuenta con un prestigio en todo el planeta.
Kala Marka es la demostración de que existe una amplia diversidad cultural como manifestación artística en nuestros pueblos, la que hace falta difundir aún más.
Además de la música folklórica, fusión y la danza, los efectos visuales e impresionante iluminación hacen de la puesta en escena de Kala Marka una de las formaciones más complejas y atractivas de Bolivia en la actualidad. Por eso se han propuesto, otra vez, impresionar e impactar en el mentado show dedicado sobre todo a las mujeres, para que junto con sus familias canten, bailen y celebren el Día de la Madre.
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Cris González Directora
