La convocatoria de la “Conferencia Sobre el Proceso Político en Venezuela” a realizarse hoy martes 25, en la ciudad de Bogotá, Colombia, bajos los auspicios del presidente Gustavo Petro Urrego, es una apuesta por la paz y la estabilidad política-económica en América Latina, no exenta de dificultades, pero que genera expectativas positivas en la región.
Convocada para propiciar la reanudación del proceso de negociación política, que se venía desarrollando en la capital mexicana, con el sector de la oposición más radical de la derecha venezolana, que encabeza el prófugo líder de la insurrección violenta contra el gobierno bolivariano del periodo 2014-2021, Leopoldo López, tiene la virtud de contar con la presencia de 19 países de la mayor variedad política, entre los cuales destacan Estados Unidos y la Unión Europea, quienes encabezan la campaña de bloqueos políticos y embargos económicos y financieros contra el gobierno del presidente Maduro, lo que parece indicar una voluntad, no sólo de favorecer una salida política negociada al conflicto político interno y geopolítico regional, desatado a partir de la llegada al poder del Presidente Hugo Chávez en 1999, sino el comprometerse con los acuerdos derivados de esta reunión internacional, a lo cual siempre se resistió Estados Unidos y sus aliados europeos.
El presidente Petro, es un político de larga y experimentada experiencia en negociaciones políticas en su país, tanto como dirigente de la extinta organización armada Movimiento «19 de Abril» en los años 70 y 80 del siglo pasado y, como actor político y parlamentario destacado y gobernante de Bogotá, lo que le permitió unificar una variopinta coalición política y social de una izquierda muy dividida y enfrentada. Colombia Humana, que lo condujo el pasado año al Palacio de Nariño como presidente de la república de Colombia, derrotando más de dos siglos de férreos gobiernos de la oligarquía cachaca, aliados subalternos de Estados Unidos.
Tal experiencia hoy, y por encima de la públicas diferencias con la línea política del presidente venezolano Nicolás Maduro, ha entendido claramente que la buscada paz de Colombia y la región, está asociada a la superación del conflicto político interno y geopolítico venezolano y que su gestión exitosa de gobierno, está condicionada por la recuperación de las estrechas y muy favorables relaciones con su vecino oriental en donde residen cerca de seis millones de colombianos y de colombo-venezolanos.
Para el presidente venezolano, Nicolás Maduro Moros, validar esta conferencia internacional sobre un asunto político que debe ser atendido y resuelto por los venezolanos, no deja de ser una riesgosa jugada que, seguramente, no está exenta de garantías de consultas y acuerdos previos con el presidente Gustavo Petro, pero muestra que en medio de esta larga crisis política, de terribles consecuencias para la calidad de vida de los más de 30 millones de venezolanas y venezolanos, no existe hoy otra posibilidad para destrancar el juego político y la situación económica, que un acuerdo político con garantes internacionales y compromisos reales por parte de los factores geopolíticos externos -Estados Unidos y la Unión Europea- que hagan posible la eliminación de las severas medidas coercitivas ilegales aplicadas a Venezuela, por estos dos factores y el regreso de toda la oposición antibolivariana al escenario político institucional de la República Bolivariana de Venezuela.
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Yoel Pérez Marcano Venezolano, exembajador en San Vicente y las Granadinas y Belice
