El apoyo guerrerista que ha asumido el Reino Unido, dentro del conflicto bélico entre Ucrania y Rusia, adquiere nuevas dimensiones ya que este país anunció el envío de proyectiles que contienen uranio empobrecido, lo que puede considerarse como uso de armas químicas para la guerra.
Rusia manifestó su opinión al respecto, a través del ministro de Defensa Serguei Shoigu, quien manifestó que este tipo de armas no solo producen un efecto cancerígeno contra las tropas adversas sino, también, sobre las que lo utilizan para contrarrestar a ese enemigo, y que el caso más cercano había sido la experiencia de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) en la guerra de Serbia en 1999, donde la salud de muchos militares fue deteriorada por el uso de este tipo de armamento.
Rusia advirtió el grave peligro por el uso de armas químicas de este calibre, que no solo servirá para la escalada del conflicto, sino que aporta un elemento radioactivo y altamente tóxico a la guerra.
La justificación de Reino Unido, es la eficacia de este armamento contra vehículos blindados, que ha sido usado por el ejército británico por décadas y, según la viceministra de Defensa Annabel Goldie, es un “elemento estándar que está lejos de ser un arma nuclear”.
Por su parte, la secretaría de la Organización de Naciones Unidas (ONU), con el portavoz Farhan Haq, que durante una rueda de prensa expresó su preocupación por el anuncio que realizara Reino Unido del envío de este material bélico para uso del ejército de Ucrania: “Hemos expresado preocupación sobre el uso de cualquier tipo de uranio, en cualquier lugar, por las implicaciones y consecuencias de su uso”.
El presidente de Rusia Vladimir Putin, no fue indiferente a este hecho y dijo que su país reaccionará ante la coalición de Occidente y el nuevo aporte de uso de armas nucleares.
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Correo del Alba