Este lunes 9 de enero, el presidente estadounidense Joe Biden, visitó la capital mexicana para reunirse con su homólogo mexicano, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), a fin de revisar temas bilaterales y en el marco de los doscientos años de relaciones entre ambas Naciones.
Marcando de forma clara su posición crítica, AMLO, instó a Biden, a que mejore la “situación en América Latina y el Caribe” esto debido a la continuidad de la política exterior estadounidense de relacionarse con el continente con “desprecio y abandono”, relaciones que históricamente, hasta ahora, han sido duras con sus adversarios políticos y complacientes con los gobiernos que tienden a la derecha. Además de los Estados Unidos cometer acciones injerencistas que han propiciado en varios países climas de zozobra, con bloqueos económicos y boicots de diferente índole.
Otro de los temas fue, el asalto de hordas bolsonaristas en el Palacio de Planalto, el Congreso y la Corte Suprema este domingo 8 de enero en la capital de Brasil. Acciones que ambos mandatarios criticaron y recalcaron su respeto a la voluntad del pueblo. Sin duda, lo sucedido en Brasilia, es un episodio que recuerda el asalto e ingreso de grupos extremistas que apoyaban al expresidente Donald Trump, al Capitolio en 2021, tratándose de la simpatía de Jair Bolsonaro con Trump, lo sucedido puede leerse como una copia “estratégica” para comprobar el poder de acción y movilización, en contra de la democracia en el país brasileño.
En el marco de la reunión, se trataron también asuntos como salud, migración y seguridad, este último es un tema álgido, sobre todo por la frontera compartida entre muros y grupos irregulares que trafican con personas de ambos lados, prevención del narcotráfico o como expresa la web oficial de la Casa Blanca, “frustrar el suministro de los precursores químicos ilegales que se utilizan para producir fentanilo, cerrar laboratorios de drogas y prevenir el tráfico de estupefacientes, armas y personas a través de nuestra frontera en común”.
En otro plano, se revisó la agenda económica, que comparten ambos países con Canadá. Así como el desarrollo energético fronterizo que en 2022 generó malestar entre los estadounidenses y canadienses que se quejaban de que México favorecía a sus empresas eléctricas en el tratado de Libre Comercio Tripartito establecido. Y, el análisis de los resultados de la Conferencia de las Partes (COP 27) sobre crisis climática y el compromiso de estas naciones de disminuir las emisiones contaminantes, por lo cual propiciarán la inversión en el campo de la energía limpia, a fin de fortalecer la responsabilidad con el medio ambiente.
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Correo del Alba