La crisis política que atraviesa Perú les ha costado la vida a siete personas, hasta hoy. Las medidas que tomó ayer la presidenta Dina Baluarte, de convocar a nuevas elecciones presidenciales para 2024 y declarar estado de emergencia en el país, parecería haber echado más gasolina al fuego y levantado a sectores que apoyan al presidente Pedro Castillo, así como quienes están cansados de la clase política peruana que maneja el poder desde el Congreso el malestar es latente también en contra de Dina Baluarte
Aún no está claro qué pasará con el expresidente Pedro Castillo. López Obrador, presidente de México le ha ofrecido asilo político, y ha declarado que ha sido víctima de un golpe blando. Sin embargo, hasta el momento deberá enfrentar a la Justicia peruana por cargos de presunta corrupción y por haber anunciado la disolución del Congreso Nacional y un «gobierno de emergencia excepcional», el miércoles 7 de diciembre, que no contó con el apoyo de las Fuerzas Armadas y ninguno de los tres poderes, y por el cual la fiscalía nacional lo acusa ahora de delitos de rebelión y conspiración.
Desde el miércoles pasado, la tensión en Perú no ha bajado, en realidad se instaló junto con Pedro Castillo el 28 de julio cuando asumió el cargo, pero después de ser destituidos este 7 de diciembre ha cobrado nuevas formas y se ha intensificado y desplegado en todo el país, esta vez con el pueblo de protagonista y victima de la represión.
También la confrontación ha llegado al Parlamento peruano el domingo, los debates caldearon los ánimos y el congresista, Pasión Dávila, de Perú Libre, golpeó por la espalda con un puñetazo a Juan Burgos, de Avanza País, la sesión fue suspendida para frenar una posible gresca al interior del recinto.
Este lunes las cosas fueron de mal en peor, con las medidas tomadas por la presidente Dina Boluarte de adelantar las elecciones para abril de 2024 (recordemos que el gobierno de Castillo debía concluir en julio de 2026) lo que tendrá que ser aprobado por el congreso, además de decretar el estado de emergencia en todo el país. Dentro de las demandas de la calle está que las elecciones se realicen en los primeros meses de 2023, si la movilización y paro continúan tal vez Boluarte no llegue a 2024. El Congreso debatirá -mañana miércoles- el adelantamiento de los comicios.
Asimismo, el estado de emergencia continúa en los departamentos de Apurimac, Arequipa e Ica, en donde han tenido lugar las protestas más numerosas por parte de ciudadanos que desconocen a Boluarte y exigen la liberación de Castillo, la disolución del Congreso y el adelantamiento de las elecciones.
En las manifestaciones las dos primeras bajas fueron de jóvenes baleados. En tanto, este lunes el Ministerio de Salud confirmó otros cinco muertos y un centenar de heridos y detenidos.
No se visualiza, por el momento, que las protestas bajen su intensidad. Por el contrario, se ha procedido al bloqueos de carreteras, incendios de comisarías, la toma de aeropuertos locales y universidad y se anunciaron marchas de comuneros que esta semana llegarían a Lima para defender al expresidente.
Por su parte, el gobierno a través de su ministro de Defensa dio a conocer que han despedido a los prefectos nombrados por Pedro Castillo, quien aun no tiene claro su futuro y ha denunciado desde la prisión ser víctima de un complot que implicaría -incluso- la manipulación de su persona a través de sustancias que alteraron su conducta.
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Correo del Alba