La intransigencia de los líderes políticos de la derecha en Santa Cruz ha sumergido a la ciudad en el tercer día de “paro cívico” en protesta por la derogación del Decreto Supremo (DS) 4760, sobre el desarrollo del censo para 2024 (año electoral).
Las medidas de presión son impuestas por Fernando Camacho, con la misma altivez y desenfreno con el que emprendió la campaña contra Evo Morales, en 2019 que desencadenó un golpe de Estado por el que nunca se le condenó legalmente, pero cuyas responsabilidades las tienen claras los sectores políticos y la sociedad en general.
Un Camacho, amenazante que intenta emplazar desde la violencia al mandatario Luis Arce, exhortando a que elimine no solo el DS 4760, sino que ahora se suma la petición de libertad para dirigentes de Puerto Quijarro, acusados por la muerte de Pablo Taborga, funcionario municipal. Los imputados permanecen en las instalaciones de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (FELCC) en Santa Cruz. Los dirigentes de comités cívicos de esa zona, lanzaron advertencias contra el alcalde del Movimiento Al Socialismo (MAS) Luis Chambi, dando le plazo hasta hoy, para que presente su renuncia al cargo por intentos de evitar los bloqueos en pleno punto fronterizo con Brasil.
Además de solicitar la exclusividad de negociación con Arce, que, de darse, se convertirá en una puja de poder, ante la intransigencia de los sectores cruceñistas de la oposición. Los que no darán su brazo a torcer en sus pretensiones de que se adelante el censo para 2023 y cumplirán sus amenazas de convocar a paro indefinido, responsabilizando al presidente por sus acciones. El paro de actividades ocasiona enormes pérdidas económicas al país, “sino se abroga el Decreto Supremo, menos querrán volver a casa” dijo Fernando Camacho, en la concentración en la zona del Cristo Redentor.
Por su parte, el MAS, indicó que realizaría una contramedida de bloqueo a la ciudad en un lapso de 48 horas, de persistir las intenciones de los “cívicos” de convocar a “encender la [supuesta] llama” de la democracia, que no es otra que el golpismo. Sin diálogo posible, postura general que mantiene la oposición, mientras que el Gobierno intenta abrir brechas de negociación, estériles porque no existen intenciones de acuerdo sino imposiciones estáticas por estos sectores que promueven el paro. A este escenario se suma la Central Obrera Departamental y la Federación Única de Trabajadores Campesinos, quienes manifiestan que no quieren violencia y sangre, por lo que incitan a la “reflexión y diálogo”.
El pasado sábado los cívicos abandonaron la mesa técnica de trabajo en la cual se encontraba la ministra de presidencia María Nela Prada. El presidente Arce, escribió al respecto en twitter: “Instalamos una mesa de diálogo sin condicionamientos para exponer los argumentos de la fecha del Censo. La reunión fue transmitida y el pueblo boliviano fue testigo de las lamentables actitudes de la dirigencia del paro, que abandonó el diálogo sin explicar su propuesta. Nuestro Gobierno demuestra una vez más su predisposición al diálogo y cumpliendo con la demanda del pueblo cruceño, propuso mediante un nuevo Decreto Supremo, definir la fecha del Censo con base al análisis de las mesas técnicas”.
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Correo del Alba