La gran inspiración y estandarte femenino del tenis, Serena Williams, de 40 años, llega al punto final de su carrera al declarar su definitivo retiro del tenis después de su última participación en el «US Open» que dará inicio este 29 de agosto. Así lo ha señalado la misma Williams, quien ha dicho que la decisión pasa por la intención de orientar su vida y atención hacia otras cosas fuera del juego, lamentando -a su vez- desistir de la lucha por igualar el récord de 24 títulos Grand Slam, de la icónica jugadora australiana, Margaret Court.
La alabada tenista afroamericana puntualizó años atrás, que su salida del tenis sería real si cumplía en igualar el récord de 24 títulos, lo que se ha convertido en una de las mayores ambiciones deportivas desde el último título conquistado por Court, en 1973. Una ambición que Serena, tiene la oportunidad de realizar, pero según su actual nivel de juego es escasamente probable que lo logre.
Momentos muy duros para Serena
Tras un año de una forzada pausa en su carrera, por su inolvidable salida de la primera ronda de Wimbledon en 2021 contra Aliaksandra Sasnovich, a causa de una estrepitosa lesión en el campo, Williams, consiguió su primera victoria en individuales al inicio del abierto de Toronto, para abruptamente marcar su salida al perder, el 9 de agosto pasado, en la segunda ronda contra la suiza Belinda Bencic (6-2 6-4).
Este martes 16 de agosto, también sufrió otra derrota, en su rápida entrada al Masters de Cincinnati, contra la prominente defensora del título del US Open Emma Raducanu de 19 años 6-4 6-0, en un corto partido de 65 minutos.
Estos fracasos le sentaron pesados a Williams. Con lágrimas se dijo adiós a su público en Toronto entre calurosos aplausos y vítores que acompañaron su discurso de despedida del abierto que conquistó en tres ocasiones pasadas. Un abierto que no volverá a pisar como cabeza de serie.
Sus palabras son claras al respecto: “Han sido 24 horas bastante interesantes… soy terrible para las despedidas. Pero adiós Toronto”.
“Siempre tuve momentos increíbles aquí, tanto dentro como fuera de la cancha. Volveré solo como visitante de la ciudad, pero, por lo demás, ha sido extraordinario». “Obviamente, fueron muchas emociones”. “Me encanta jugar aquí, siempre me ha gustado jugar aquí. Desearía haber jugado mejor, pero Belinda jugó muy bien hoy”.
Mientras que, en su dura derrota de la primera ronda del abierto de Cincinnati, Serena se despidió del juez, de su oponente y su público, pero se fue sin dar ninguna declaración al encontrarse tremendamente abatida frente al claro sentimiento de haber querido dar una mejor pelea en un encuentro tan corto y dominado por una contrincante más fresca.
Asimilando el cierre de una lucha
En una entrevista a Vogue antes de su participación en los abiertos de estas semanas, Serena señaló la posición en la que se siente al desistir de la lucha por igualar el récord de 24 títulos Grand Slam de Margaret Court, comentando, además, sus planes a futuro y el enfoque familiar y personal que tendrían estos fuera del tenis,
“Hay gente que dice que no soy la Cabra porque no superé el récord de Margaret Court de 24 títulos de Grand Slam, que logró antes de la ‘era abierta’ que comenzó en 1968”. “Mentiría si dijera que no quiero ese disco” y agregó: “sé que hay una fantasía entre los fanáticos de que podría haber empatado a Margaret [el récord de Grand Slam de Court] ese día en Londres, luego tal vez batir su récord en Nueva York.
Sobre sus proyecciones, Williams dijo que se “enfocaría en ser madre, mis metas espirituales y finalmente descubrir una Serena diferente, pero simplemente emocionante. Voy a disfrutar estas próximas semanas”.
Qué es lo más importante de su trayecto y por qué pasará mucho hasta ver algo así otra vez.
Muchos años antes del triunfo de Serena en el «Open de Australia 2017» y superar el cúmulo de 22 títulos de la Alemana Steffi Graf, las hermanas Williams (Venus y Serena) en los inicios de sus carreras eran definitivos prospectos a embarcarse en el reto por alcanzar el muy lejano récord de 24 títulos de Margaret Court. Pero, como una realidad agridulce, vemos con tristeza el hecho de un retiro y final de una travesía de la gran mujer que nos dejó a casi 5 años de expectación para lograr tan deseada hazaña.
¿Qué hace tan icónica a Serena Williams, y por qué pasará mucho hasta ver otra jugadora de este nivel? Para ello debemos entender el proceso competitivo a nivel mundial de su gran dominio de juego.
Un Grand Slam, es un título Major del tenis, que se disputa en los abiertos de Wimbledon, US, Australia y Francia, dónde sólo las más prominentes figuras mundiales de este deporte califican al escalar en el ranking ATP (Asociación de Tenis Profesional) por medio de puntos que se obtienen dentro de torneos y abiertos dentro del sistema de la ATP: el Masters 1000, ATP 500, ATP 250 o Challenger tour.
Un tenista o una tenista que figure en los primeros 30 del ranking ATP, debe participar en los 4 Grand Slam, 8 de los 9 abiertos del 1000 Masters y 4 torneos ATP 500, de no ser así, deben pagar una multa impuesta por la asociación.
Los colosales esfuerzos que una personalidad del tenis debe hacer para figurar entre las 30 mejores y mantener este nivel competitivo, como lo hizo Serena durante más de 20 años de carrera, nos devela lo talentosa y prodigiosa que fue como cabeza de serie. Contando los 98 títulos en abiertos (73 individuales, 23 dobles y 2 mixtos) y siendo, además, la tercera mujer de la historia con más semanas en el top 1 de la WTA (Asociación de Tenis Profesional) con 319 semanas acumuladas y 186 semanas en su mejor periodo, sus récords superan por mucho al mejor tenis masculino actual, incluyendo las marcas del Big III masculino.
Los más de 20 años de lucha constante que Serena Williams, disputó por buscar alcanzar y romper el récord de 24 títulos, nunca serán olvidados, siendo recordada en la historia como un ejemplo deportivo de lo más alto, pero quedando en un sueño del público que soñó junto a ella en verla superar tan perseguida marca.
El US Open, contendrá uno de los momentos más esperados del tenis del siglo XXI, la última chance para superar el récord o quedarse a 3 metros de la meta.