El objetivo de la estatal petrolera YPFB, con la Planta de Amoniaco y Urea (PAU) “Marcelo Quiroga Santa Cruz” más una segunda industria que se construirá en el país, es situar a Bolivia “el centro de fertilizantes de Sudamérica”. Así lo afirmó el presidente de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB), Armin Dorgathen.
La urea es el fertilizante nitrogenado más reconocido y de mayor importancia a nivel mundial. Cerca del 80 a 85% de la producción de urea es utilizada como fertilizante y más del 40% de los alimentos cultivados hoy en día en el mundo, son fertilizados con la urea. Asimismo, la urea cuenta con usos adicionales en el sector industrial, químicos y ambientales. (Abi)
Se proyecta, con el mercado potencial que se tiene en Sudamérica, que la demanda de Brasil, Uruguay, Argentina y Perú sea cubierta por Bolivia en un futuro próximo. “En esta coyuntura (la guerra rusa-ucraniana) la mayoría de los países no tiene acceso a la urea y Bolivia tiene seguridad alimentaria con urea garantizada, que es un producto que se genera a partir de la industrialización y es muy requerido a nivel mundial. Brasil, Paraguay, Perú, Panamá y Colombia nos piden el producto. Industrializar nuestra materia prima, que nos genera valor agregado es importante”, declaró Dorgathen.
La planta de Amoniaco Urea que funciona desde 2017, fue el impulso a la era de la industrialización del gas en el país. Esta Planta cuenta con tecnología de punta y, además, fue construida por una empresa líder a nivel mundial con amplia experiencia en la construcción de plantas petroquímicas, la Samsung Engineering.
A pesar de que 2020, en el gobierno de facto, la planta paralizó la producción, después de restaurada la democracia la fábrica, este jueves 18 de agosto, recuperó al 100% su capacidad industrial. Para este año se proyectan ventas por 400 millones de dólares, que serán un récord desde que comenzó a producir y vender.
En este marco, se realizarán estudios pertinentes para construir una segunda planta en 2023 para que produzca exclusivamente para la exportación, con características similares a la existente, es decir, con tecnología de punta y que se sitúe también como uno de los complejos petroquímicos más modernos de la región
Se proyecta una inversión de hasta dos mil millones de dólares y con una capacidad de producir cuatro mil doscientas toneladas, es decir, el doble del complejo petroquímico de Bulo Bulo, con una expectativa de ingresos por $us 800 millones anuales.
