La llegada de Sergio Massa, como nuevo ministro de Economía de Argentina, desplazando a Silvina Batakis y su breve gestión, se establece con un nuevo “paquetazo” económico, lo que define de una vez la huella neoliberal por la cual incursiona el gobierno de Alberto Fernández. Medidas mucho más duras que repercuten en contra del bolsillo de las y los trabajadores. Se trata de la eliminación de subsidios a los servicios básicos de gas, electricidad, agua, con lo cual se espera ahorrar unos 340 mil millones de dólares para este segundo semestre del año y, un poco más, de tres mil millones de la divisa para 2023. Ya sean inducidas, o no, por la deuda que dejó Mauricio Macri, estas decisiones parecen ser la única opción en el espectro gubernamental de Fernández.
Argentina, golpeada con una inflación que sobrepasa el 46%, descontrol cambiario, alza de precios de la canasta básica, el pago de la deuda macrista que Fernández, asumió a rajatabla y de la cual han derivado ya unas tres medidas económicas, con tres ministros diferentes en lo que va de año, dejan atrás las sesenta medidas que el presidente planteó como salvavidas de recuperación postpandemia 2020, que incluían incentivar la oferta y la demanda, además de contener el desempleo masivo que se avecinaba en un país que entraba en crisis, según las proyecciones, para ese tiempo, del Banco Mundial (BM).
La reunión de Batakis, con el Fondo Monetario Internacional (FMI), luego de lanzar su paquete de medidas que incluía una modificación a la Ley de Administración Financiera para la asignación de las erogaciones presupuestarias, que trataba de frenar la especulación cambiaria y la debilitación del peso argentino, además del compromiso de segmentación de subsidios de servicios, expreso en el Decreto 332, entre otras propuestas, pasarán al olvido con el lanzamiento que hiciera Massa, en el cual se arrasa con los subsidios, lo que viene a sellar definitivamente el pacto con el FMI y acatar sus reglas de comportamiento para subsanar las deudas.
En apariencia, continúa la segmentación subsidiaria y los más ricos pagarán más impuestos y se les elimina el subsidio, con el objetivo que los menos favorecidos paguen menos… es una historia de larga data la pregunta es ¿quiénes realmente son los beneficiarios del subsidio energético?
Para tener una idea, los requisitos que solicita la web del ministerio de Economía para percibir el beneficio son; tener documento, número de cliente del contrato que aparece en la factura, el Código Único de Identificación Laboral (CUIL) para trabajadores mayores de edad integrantes de una familia, declarar los ingresos de cada una o uno, entre otras especificaciones técnicas y uno de los más importantes que se requiere para la inscripción es: si en el domicilio funciona un comedor o merendero comunitario, por lo cual queda la duda de quiénes reciben subsidios, quiénes se inscriben y a quiénes se les está cercenando este beneficio.
Teniendo en cuenta que se elimina a las familias que perciban, en total, un ingreso mayor a 350 mil pesos que traducidos al margen real del cambio ilegal -o blue como se le conoce- pueden alcanzar a unos dos mil dólares estadounidenses en total. Es decir, a la clase media, que es la gran mayoría del país, se les aduce ingresos, pero no se considera, por ejemplo, egresos familiares como alquileres, formación, alimentación y otros gastos que deban cubrir, por lo tanto, es subjetiva la definición de “ingreso mayor”.
Al parecer los sectores; comercial y de consorcios, que están incluido en la segmentación, también serán afectados con esta alza, ya que se supone están categorizados como de altos ingresos, lo lamentable es que, siendo así, paguen lo mismo que lo que pagarán los hogares con los ingresos estipulados en esos montos “altos”, ya que no se discriminan las tarifas.
La balanza de la desigualdad es enorme en esta etapa, en barrios en los que, por las mismas condiciones de estructuras de pobreza o que por zonas geográficas vivan en condiciones climáticas adversas, se tomará más en cuenta el índice de consumo energético que el nivel de ingresos. Un tercer round sigue recayendo en los más pobres que no entran en los planes de consideración del “aliado económico” como se le denomina desde algunos medios de comunicación de la Argentina al FMI, con el objetivo de suavizar la injerencia de esta instancia demoledora en la economía nacional.
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Nahir González Analista política
