En la reunión sostenida, este 12 de julio, entre los presidentes de México, Andrés Manuel López Obrador (AMLO) y el estadounidense, John Biden, como anfitrión en la Oficina Oval de la Casa Blanca, se pudo apreciar un encuentro de mandatarios de países poderosos a la vieja usanza, con menos parafernalia y mucho que decir, al menos en el caso del mexicano y su intervención que fue casi una clase de historia que le dio el marco, desde esta perspectiva, a los puntos a tratar. En este sentido, se remitió a los distintos momentos de acercamiento entre ambas naciones en diferentes contextos, como el de la Segunda Guerra Mundial en el que llegaron a acuerdos para hacer frente a la economía. Sobre el momento actual, enfatizó lo complicado de la coyuntura mundial: “Y vaya que vivimos tiempos difíciles, primero fue la pandemia con sus secuelas de muerte y sufrimiento y daños a la actividad productiva. Y ahora la guerra en Ucrania, la cual no solo ha dejado dolor ni destrucción, sino que agravó la crisis económica e impulsó la inflación” y señaló, como una alternativa para superar la situación, que “frente a la crisis, la salida no está en el conservadurismo, sino en la transformación. Hay que actuar con arrojo, transformar, no mantener el statu quo”
En este aspecto AMLO le dijo a Biden que los grandes desafíos demandan estrechar aún más los lazos de amistad y cooperación, además de un programa atrevido de desarrollo y bienestar.
En cuanto al tratado comercial trilateral entre México, Estados Unidos y Canadá, declaró que existen márgenes que no permiten ampliar la relación bilateral, por ejemplo, las altas tasas de inflación y la baja producción la que hay que reconocer para actuar y superarla, haciendo énfasis en la necesidad de elevar la producción nacional.
La reunión la podríamos catalogar de histórica, si analizamos los detalles que la sitúan dentro de esta categoría: un presidente mexicano resuelto que va con propuestas concretas, sin esperar ordenes ni indicaciones. AMLO, ubicó a Estados Unidos como país dependiente de México en materia de combustibles. La necesidad de frenar las importaciones y elevar la producción nacional, medida que los estadounidenses esperaban con Trump, porque hizo parte de su campaña y que ahora, desde otra mirada, enfatiza el presidente mexicano. Biden, señala la crisis migratoria como un problema hemisférico dejando de lado el discurso de exclusiva responsabilidad de México, aceptando otras salidas propuestas por AMLO que no tienen que ver con levantar muros.
La actitud de López Obrador de plena soberanía y manejo del campo político se catapultó con la frase: Y a usted, presidente Biden, le tenemos confianza porque respeta nuestra soberanía”.
Los cinco puntos de la propuesta de AMLO
Primero, sobre la crisis energética dio a conocer que México destina 72 por ciento de su producción de petróleo a Estados Unidos. Se comprometió a garantizar la exportación de crudo al mercado estadounidense, doblando la cantidad y haciendo hincapié que será un apoyo importante para la economía del vecino país.
Segundo puso a disposición más de mil km de gaseoductos a lo largo de la frontera sur con México para transportar gas de Texas a Nuevo México, Arizona y California, por un volumen capaz de generar hasta 750 megawatts de energía eléctrica y abastecer tres millones de personas aproximadamente.
Tercero seguir eliminando aranceles ya que existen algunos otros que podrían suspender y hacer lo mismo con medidas reglamentarias y trámites en el comercio de alimentos y otros bienes que aminoren los precios a los consumidores.
Cuarto propuso un plan de inversión privada y pública entre ambas naciones para producir bienes que refuercen sus mercados, y así evitar importar productos de otros continentes. Suspender más aranceles y relajar medidas reglamentarias en el comercio de alimentos y otros bienes para aminorar los precios a los consumidores de ambos países. Además, con inversionistas estadounidenses instalar plantas de licuefacción de gas, de fertilizantes, parques solares y tendidos de líneas de transmisión en los estados fronterizos entre ambas naciones.
Hizo énfasis en que México ha tomado la decisión soberana de nacionalizar el litio, por ser un mineral fundamental para que se cumpla el objetivo de no depender de los combustibles fósiles.
Quinto, ordenamiento del flujo migratorio. Que se otorguen visas temporales de trabajo en los Estados Unidos a obreros técnicos y profesionales de diversas áreas, tanto mexicanos como centroamericanos.
Y solicitó a Biden expresamente, “aunque sus adversarios peguen el grito en el cielo” “regularizar ya la incertidumbre” de la situación migratoria de las y los mexicanos que trabajan en Estados Unidos desde hace años.
Biden respondió que confía que se podrán “solucionar los problemas bilaterales” con la ayuda del gobierno mexicano, al respecto dijo: “Estoy muy ansioso de ver cómo podemos abordar esos cinco puntos que usted mencionó”.
Asimismo, el mandatario estadounidense calificó la crisis migratoria como un problema del hemisferio comprometiéndose a crear oportunidades de trabajos legales para migrantes.
En la parte pública de la entrevista, no se tocó el tema que López Obrador había anunciado trataría con Biden, sobre el indulto a Julian Assange, creador de Wikileaks, quien será extraditado a Estados Unidos por decisión del gobierno británico.