Como ha sido reseñado por diferentes medios de comunicación, durante la gira que lleva a cabo en Asia el presidente de Estados Unidos, Joe Biden señaló que su país se comprometía a actuar militarmente para defender a Taiwán si China intentaba apoderarse de la isla. También añadió que, aunque reconoce, pero no apoya, la reivindicación de Pekín sobre Taiwán, política de «una sola China», esto no da derecho a la República Popular a invadirla.
Ambigüedad de la política norteamericana
Washington nunca ha admitido formalmente que vaya a intervenir con la fuerza en defensa de Taiwán; siempre ha sido un baile estratégico ambiguo. Durante años todo ha apuntado a una revisión de esta política y al hecho de asumir una posición específica y frontal frente a China. Sin embargo, el Estado profundo norteamericano ha sido claro: la Casa Blanca ha especificado que el comentario del presidente no indica un cambio de enfoque. Es lo de siempre, Biden está siendo utilizado por una parte de la clase dirigente para enviar mensajes que son fácilmente desechables dada la reputación de “equivocaciones”, “malentendidos” del presidente.
Pero, más allá del uso descalificador del cargo presidencial, ¿cuál es la intención concreta de la señal enviada a China? Para dejar claro que los Estados Unidos no están solamente centrados en el conflicto Rusia- Ucrania. Lo que se lee entre líneas es que hay una sugerencia de que Taiwán tiene una importancia para Washington, quizás mayor que Ucrania. De hecho, pese los discursos edulcorados de Zelensky, y las campañas a nivel mundial, Kiev no ha recibido ni siquiera en un mensaje las garantías de defensa estadounidenses que hasta ahora detenta Taiwán.
As China-Rusia
Estas declaraciones de Biden pueden ser una sutil forma de presión a Pekín desde la Casa Blanca para que no pretenda ayudar sustancialmente a Moscú, en política vale más lo que no se dice; pero el Dragón Chino no es fácilmente amaestrable, ni controlable. De hecho, este martes 24 de mayo, mientras Japón recibía a los líderes del grupo de países del Diálogo Cuadrilateral de Seguridad (Quad, Estados Unidos, Australia, Japón e India) la Federación Rusa y la República Popular China realizaron unos imponentes ejercicios militares como parte del “plan anual de cooperación militar” de ambos países.
En este sentido, el Ministro de Defensa japonés, Nobuo Kishi, condenó el ejercicio, calificándolo de «provocador» e «inaceptable». El funcionario señaló que Tokio había transmitido “serias preocupaciones” tanto a Rusia como a China a través de canales diplomáticos. Por su parte, Moscú aseveró que los ejercicios militares se llevaron a cabo “estrictamente de acuerdo con las disposiciones del derecho internacional” y no estaban dirigidos contra terceros países. No cabe duda que con la cercanía del verano boreal, las tensiones se están alzando también en el continente asiático.
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Yoselina Guevara López Corresponsal en Italia