La resistencia yemení, los Houthis, informaron que este 27 de marzo 2022, se había pactado un acuerdo de intercambio de prisioneros con el gobierno del presidente Rabbo Mansour Hadi, reconocido internacionalmente y quien en la actualidad reside en Arabia Saudí. A través de la red social Twitter, el jefe del comité nacional de los Houthis para asuntos de prisioneros, Abdul Qader al-Mortada, dijo que: el acuerdo alcanzado bajo los auspicios de las Naciones Unidas prevé el intercambio de mil 400 prisioneros Houthis y 823 prisioneros, entre ellos 16 saudíes, tres sudaneses, el hermano del presidente yemení Hadi y el exministro de Defensa, Mahmoud al-Subaihi.
Este intercambio de prisioneros forma parte de una de las cláusulas del Acuerdo de Estocolmo, del 13 de diciembre de 2018, que se había alcanzado gracias a la facilitación de las Naciones Unidas. En concreto, en esa ocasión, las partes se comprometieron a liberar a unos 15 mil detenidos, se estableció un alto el fuego en la gobernación occidental de Hodeidah y la resistencia yemení Houthi aceptaron retirarse de los tres principales puertos de Yemen, Hodeidah, Saleef y Ras Isa, dejando a la delegación de la ONU la tarea de llevar a cabo las actividades de supervisión y gestión necesarias en la zona; hasta ahora este acuerdo no se ha cumplido.
Sin embargo, Hadi Haig,el jefe de la delegación del gobierno de Rabbo Mansour Hadi en las conversaciones sobre prisioneros, dijo que aún no se ha alcanzado un acuerdo definitivo. Haig señaló: “Estamos discutiendo el tema. Cuando haya una aprobación definitiva, se enviará una nota formal a la oficina del enviado de la ONU y se publicará”. Un alto funcionario de la oficina del enviado especial de la ONU para Yemen, Hans Grundberg, dijo que no había un acuerdo definitivo entre las partes.

Escalada del conflicto
La noticia del canje de prisioneros se produjo en un contexto de escalada del conflicto. El día 25 de marzo la resistencia yemení lanzó unos ataques con cohetes y drones contra la estación de distribución de productos petrolíferos del gigante saudí Saudi Aramco en Jeddah, provocando un incendio en dos tanques de almacenamiento sin causar víctimas, pero sí logrando destruir casi por completo las instalaciones. Como reacción, el 26 de marzo, la coalición saudí lanzó una operación militar en Yemen “para proteger las fuentes de energía mundiales y asegurar las cadenas de suministro”, apuntando a «fuentes de amenaza» en la capital, Saná, controlada por la resistencia y en la ciudad portuaria de Hodeidah, en el Mar Rojo. Los ataques de la resistencia en Jeddah se produjeron en días en los que la ciudad recibió el Gran Premio de Fórmula 1 de Arabia Saudí. Se vio una densa humareda negra desde la pista de carreras, según varios testigos; sin embargo el Gran Premio se llevó a cabo tal cual como estaba previsto con la victoria del piloto belga Max Verstappen.
Guerra silenciada
La guerra que sigue sufriendo Yemen y que ha sido silenciada por los medios occidentales, de acuerdo a cifras de la ONU, continúa produciendo una de las mayores tragedias humanitarias con 377 mil personas fallecidas, cientos de refugiados y casi 19 millones de personas que corren el riesgo de morir de hambre. La coalición internacional que de manera injerencista está en contra de la resistencia yemení está liderada por Arabia Saudí e incluye a los Emiratos Árabes Unidos (EAU), Sudán, Bahréin, Kuwait, Qatar, Egipto, Marruecos, Jordania y Senegal.
