Cuando vemos las imágenes captadas por su cámara, es fácil trasladarse a la situación de riesgo que implica tomar fotografías cuando hay una confrontación con armas de fuego, esconderse entre bolsas de basura, tirarse al piso y correr en el mismo aire que trae el sonido de las balas, para resguardar su vida en el corazón del acontecimiento, donde ha dejado estampados los hechos. Su constancia con la cámara la llevaron a convertirse en testigo presencial de varios momentos históricos dentro y fuera de la patria de Bolívar.
Su valentía al participar en eventos que han conmovido la vida venezolana como el golpe de Estado contra el comandante Chávez en el 2002, entre otros, le han dado un sitial de honor al convertirse en la fotógrafa venezolana más representativa de la imagen social y política del país.
Esta licenciada en Comunicación Social de la Universidad Bolivariana de Venezuela y fotógrafa profesional, es una de las referentes femeninas indiscutible de la imagen fotográfica. Cada día su visión es llevada al enfoque de su lente, en cualquier lugar u hora del día sus ojos están dispuestos a mostrarnos, con su trabajo, la realidad innegable de las calles y su gente. Durante su carrera ha realizado innumerables exposiciones y muestras fotográficas a nivel nacional e internacional, con las que sigue sorprendiendo a propios y extraños con sus registros de la historia contemporánea de Venezuela y América.
Desde la capital venezolana conversamos con Wendy Olivo.
Desde siempre, y mucho antes de la aparición de los celulares digitales, adquirir una cámara fotográfica de alta gama ha sido una de las mayores complicaciones para los que sueñan ser fotógrafos profesionales. ¿De dónde surge tu amor a la fotografía, cuando obtuviste una cámara profesional y cómo llegas a dedicarte a esta profesión que está en el límite entre el arte, lo social y lo periodístico?
Empiezo en la fotografía compartiendo el arte fotográfico con mi papá. Él era fotógrafo, profesor de Biología y Química. Siempre lo acompañé por las excursiones que organizaba con sus estudiantes hacia la montaña, bueno, en el ejercicio directo con la naturaleza y la realidad de la aplicación de la biología. A él le gustaba la fotografía y yo siempre lo ayudaba en el revelado y eso. Yo tenía aproximadamente 10 años; mis hermanos también aprendieron fotografía con mi papá. Cuando llego al bachillerato, estudié en el “Lisandro Alvarado” de Barquisimeto, en el liceo ofrecían una materia optativa que era fotografía, me inscribí en ese taller, donde también había laboratorio, allí empecé -también- revelando, obteniendo la imagen, pero ya traía la formación de mi papá y que no sólo era el arte en sí de la fotografía sino, además, el amor familiar por esa labor.
Cuando salgo de bachillerato, me sale el cupo en la Universidad del Zulia, y bueno, para estudiar tenía que trabajar. Entonces empiezo a trabajar como fotógrafa de unos arquitectos.
En el año 1995, paralelo a mis estudios universitarios, me inscribo en la escuela de fotografía: Julio Bengoechea del estado Zulia, porque considero que es necesario estudiar la fotografía con mayor formalidad. Allí es donde profundizo más seriamente en el campo. Allí aprendí muchísimo, agradezco mucho a los profesores de esta escuela. Luego empiezo a trabajar en el diario “La Columna”, del estado Zulia, colaboré también con otros diarios locales, en estos diarios practicaba el periodismo, escribía una columna, y la fotografía. Posteriormente me voy al estado Carabobo donde trabajé en “El Carabobeño” y “Notitarde” de allí vino la propuesta de trabajar como fotógrafa del presidente Chávez en el año 2000. Presenté mi síntesis curricular. Yo decía: “No voy a salir seleccionada porque no tengo ninguna palanca”, pero me llamaron, me hicieron las pruebas y quedé como fotógrafa de la agencia “Venpres” cubriendo al presidente Chávez.
Entre las artes visuales la fotografía vino a formar parte de un cambio trascendental que en cierta forma desplazó a la pintura. Con la invención de los celulares y la calidad de las cámaras de estos aparatos, en cierta manera cualquiera se considera fotógrafo. ¿Cuáles son las principales diferencias en lo que se considera fotografía amateur y profesional?
El principio de la cámara oscura yo pienso que lo llevamos todos. El ser humano lleva en sus ojos, dos cámaras oscuras que acoplan una imagen que te da la profundidad del ser humano, ese es el principio de la cámara oscura. Pero claro, el fotógrafo profesional, con sus herramientas va desarrollando esas capacidades de conjugar los elementos artísticos de la fotografía en el fotoperiodismo. Yo pienso que es una bendición que nosotros tenemos en nuestra profesión ya que podemos ir acoplando todos estos elementos: El color, la profundidad, la sombra, la magia de la luz y todo eso que nos da una imagen nítida pero además hermosa.
Una imagen habla más que mil palabras. Esta frase es muy conocida a partir de la llegada de la fotografía. ¿Cómo se plantea la fotografía desde el punto de vista político?
Ciertamente una imagen habla más que mil palabras. El lenguaje silencioso de la fotografía, del arte gráfico es el color, la profundidad de campo, la jerarquización de elementos, en fin, hay muchos elementos que hacen que una imagen hable por sí sola. La imagen como un elemento desde el punto de vista político siempre se ha utilizado a nivel periodístico y noticioso para proyectar personajes. Yo pienso que la técnica fotográfica siempre favorece el manejo de herramientas para resaltar personajes y sus personalidades. La proyección y la utilización en los medios, cada día tiene más fuerza en las redes sociales. Es una herramienta fundamental. Hoy en día la imagen fotográfica es fundamental para la proyección de personalidades.
La fotografía salió de las ampliadoras manuales, de los químicos y el cuarto oscuro para editarse en las computadoras. ¿Qué diferencia hay entre la fotografía actual y esa donde el talento del manejo del iso, el enfoque, el tipo de rollo y la velocidad determinaban la calidad final de la película?
La fotografía analógica, esa de los químicos, esa que se esperaba a través de la mochón fotográfica, del alud de plata, cuando se esperaba que la imagen fuera saliendo lentamente, fue una época, un momento estelar de la fotografía. Hoy en día, estamos viviendo avances tecnológicos en lo digital, definitivamente es otro principio fotográfico, otra etapa de la fotografía, es mucho más liviana, mucho más accesible a la mayoría, es mucho más social. Hay más participación en diferentes ramas, pero se hace como más vulnerable la forma de tratar de informar a través de la fotografía; la veracidad de la imagen le quita, quizás, esa fuerza de tratar de informar, la veracidad de la imagen tiene que ser mucho más estricta. En las imágenes digitales que se presentan en esta época, donde existen programas para editarlo todo, no se sabe si una imagen es verídica, en el instante la lanzan a las redes y cualquiera lo puede creer, pero es lo vulnerable de la actualización tecnología de la fotografía, entonces hay como un sacrificio de la verdad y cada quien puede luchar por mantener algo tan valioso como es transmitir la verdad a través de una imagen fotográfica como hecho noticioso.
¿Cómo te sientes en tu trabajo actual?
Estar con una cámara y ver al presidente Chávez llorar con su pueblo fue muy conmovedor. Chávez, nos hizo llorar haciéndole las imágenes. Era una persona muy sensible, que se acercó directamente al pueblo, que se bajaba en cualquier lado, que detenía las caravanas para buscar y tener la vivencia del hecho social de nuestro pueblo. Siempre vimos a Chávez como el presidente que tuvo la disposición y quiso atender directamente al pueblo venezolano. Eso me hizo llorar. . .
Me siento privilegiada de haber acompañado al presidente Chávez y actualmente estar acompañando al presidente Nicolás. De estar en un país como Venezuela, el mejor del mundo. Doy gracias a Dios por esa bendición.
¿Qué nivel tiene la fotografía venezolana?
El nivel de la fotografía venezolana tiene el mismo nivel que la fotografía internacional. Los venezolanos siempre tratamos de manejar todo el ámbito tecnológico, siempre nos estamos poniendo al día en cuanto a programas y tecnología; nos lo ha permitido este proceso. A nivel periodístico también tenemos ese nivel, yo pienso que es alto y, a nivel tecnológico es igual que el internacional. El Art. 57 de la constitución de Venezuela dice que tienes la responsabilidad y la amplitud de dar la información, pero antes también tienes la premisa de tener responsabilidad sobre la imagen. Pienso que la mayoría de los reporteros en el país, respetamos esa premisa de transmitir lo que estás viendo.
¿Cuáles son los planes de Wendy Olivo?
Estoy ejerciendo como fotógrafa de prensa presidencial. Haciendo publicaciones como la que se hizo recientemente por los 200 años de la Batalla de Carabobo. Un proceso de foto reproducción para un libro. Estamos en trabajo de investigación en el equipo de presidencia, eso también me llamaba la atención como periodista, es mi contribución, en foto periodismo de prensa presidencial. Estoy satisfecha con las tareas que me han puesto acá.
A nivel fotográfico pienso seguir con el trabajo de prensa presidencial y en la parte de las redes sociales hay elementos que a nivel personal me han llamado la atención, como es lo que nos enseñó mi padre: La protección a la naturaleza. Quiero hacerle un trabajo profundo al Guarairarepano, proyectar su grandeza, a nivel fotográfico en las redes sociales.

Cuando los profesionales de la fotografía salen a la calle en tiempos de guerra ponen en riesgo sus vidas para lograr imágenes con las cuales contarle al mundo la realidad desde la fotografía. Son incontables los profesionales que han sido asesinados en el cumplimiento de su labor. ¿Qué significó en tu vida asumir el riesgo de salir como fotógrafa a la calle durante el golpe de estado del 2002?
La adrenalina que te va produciendo un suceso como el Golpe de Estado del 2002 es estar allí en el momento. Siempre recapituló en la escena, el estar allí en la marcha, oír a la oposición como gritaba y convocaba para que la gente marchara y sacara a Chávez de Miraflores, pero conociendo a Chávez uno quizás ya tenía en el corazón, bien arraigados los principios de lucha que tenía el presidente Chávez que jamás y nunca iba a bajar la guardia.
El tratar de buscar una imagen que diera a conocer al mundo lo que estaba pasando en Venezuela, todas las agresiones y agenda mediática que estaba aplicando la oposición en aquel momento para desprestigiar al gobierno y las acciones del presidente Chávez.
El presidente Chávez enfrentó imperios que fueron los que agendaron aquel Golpe de Estado de Abril de 2002. Yo creo que valió la pena arriesgar la vida, estar frente a esos policías armados con armas de guerra, HR – 15, 9 mm y todo lo que quizás esas potencias le facilitaron a aquel grupo que le disparó al pueblo venezolano, pueblo que estaba defendiendo las inmediaciones de Miraflores y nosotros nos encontrábamos allí como un equipo periodístico que estaba cubriendo los sucesos del 11/04/02. Yo creo que lo que más me mantuvo allí, fue la adrenalina de buscar las fotografías de buscar mi foto reportaje que dijera que estaba pasando en Venezuela y también que tenía bien arraigado en el corazón, en mi alma y en mi mente todo el proceso revolucionario a viva voz del presidente Chávez. Yo siempre pensaba en esa lucha, en conocer tanto pueblo a través de las andanzas del presidente Chávez, acompañarlo ahí cerca, me fortaleció para quedarme allí, arriesgar la vida por esas fotografías del golpe de Estado.
¿Cuál ha sido la fotografía más difícil que te ha tocado hacer?
La fotografía más difícil que hasta ahora me ha tocado hacer, ejerciendo el periodismo de alto riesgo, fue el golpe de Estado de 2002 en Venezuela. Frente al tiroteo de la policía Metropolitana en Puente Llaguno, ver los heridos y los muertos que quedaron allí.
Posteriormente, lo más difícil ha sido el juicio, a través de la presentación de estas imágenes que pasaron a ser testimonio principal en ese juicio; el golpe de Estado en Honduras en 2009, pues nos secuestraron en la frontera, nos quitaron los equipos, me sentía impotente. Cuando secuestraron también. en una cárcel, a Rafael Alegría, un líder campesino en Honduras, estábamos en Tegucigalpa, íbamos a la frontera al pueblito donde tenían a Rafael Alegría, éramos cinco fotógrafos internacionales y nos atrevimos a buscar a Rafael, a tratar de que lo liberaran y también a otras personas que tenían en un centro de retención policial, como una cárcel que tenían allí y, bueno, cuando entramos nos agarraron a golpes violando todos los derechos humanos. Cuando me golpearon quedé sin aire, ahí perdí hasta respiración. De verdad fue un suceso muy crítico. Cuando nos golpearon, creo que todavía está por ahí por YouTube. Fueron unas agresiones bastante fuertes. Eso ocurrió buscando la verdad para informar lo que estaba ocurriendo en Honduras en esos momentos en ese Golpe de Estado. Afortunadamente, gracias a la presión que nosotros ejercimos en esos momentos, soltaron al líder campesino Rafael Alegría quién logró salvar su vida, en momentos como esos, se siente una gran satisfacción al poder contribuir en salvar la vida a un líder como este.
Otra imagen que no se me olvida es cuando hubo las inundaciones en Trinidad, en el estado de Beni en Bolivia, estábamos entregando una ayuda humanitaria por acción del presidente Chávez. Yo acompañé al “Grupo de Rescate Libertador” de Protección Civil de Venezuela, niños que no tenían acceso a la comida ni al agua a consecuencia de las inundaciones en Bolivia. Fue una imagen bastante fuerte, difíciles. . .
Como Frazo en el Caracazo, entre otros, muchos fotógrafos antes se han convertido en referencia de este medio. ¿Quiénes son tus referentes en la fotografía, y que representa para ti como mujer estar entre las referentes de la fotografía nacional venezolana?
Para mí el amigo Frazo es tremenda referencia en el Foto Periodismo en Venezuela, así como también Grillo, Héctor Rondón, Orlando Ugueto.
¿Qué fotógrafa venezolana o latinoamericana, consideras que haya hecho un trabajo importante en esta área?
En mujeres en verdad que tenemos ese nivel medio bajito ahí, (risas. . . ). Hay que reconocer que la participación de las mujeres en el foto periodismo ha sido muy limitada, pero es que no es fácil trabajar y quedarse en ese medio, quizás porque es un medio más para los hombres y hay trabajos que se ven sujetos a cierta discriminación.
En mi caso, bueno pues sí, hay quienes reconocen y alaban mi trabajo. Aún hay personas que recuerdan las fotos del 11 de abril, las guarimbas. . .
He tenido la fortuna de haber trabajado con el presidente Chávez, que nos dio misiones importantes como cubrir el golpe de Estado en Honduras y, a través de ese trabajo fotográfico obtuve el Premio Nacional Periodismo en Venezuela, a nivel fotográfico en el 2010, el golpe de Estado de Honduras fue en el 2009. Presenté ese trabajo para la nominación del fotoperiodismo y, afortunadamente, fue premiado.
¿Alguna recomendación o sugerencia a la juventud que quiere incursionar en la fotografía?
La recomendación a la juventud, que es quién mejor maneja la parte tecnológica y que siempre se está actualizando en esos menesteres, es que no pierdan los valores familiares y mantener el valor moral, que siempre nos proyectó nuestro libertador Simón Bolívar. La responsabilidad que tenemos sobre la imagen; no distorsionar el hecho noticioso, ese corazón de responsabilidad como revolucionario que tenemos, pues aflorarlo en nuestro día a día fotográfico.
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Tony González Artista venezolano y miembro de Correo del Alba en Venezuela