En diciembre de 1947, el gobierno oligárquico de la época en Panamá y el gobierno de Estados Unidos, firmaron un acuerdo, denominado en la historia como Convenio Filós Hines, por medio del cual pretendieron mantener trece sitios de defensa controlados por Estados Unidos fuera de la ex Zona del Canal en donde mantenían bases militares desde 1903. Dichos sitios de defensa habían sido construidos en el marco de la Segunda Guerra Mundial y el conflicto especifico entre Estados Unidos y sus aliados contra el Eje Roma- Berlín-Tokio. Dos años más tarde, terminada la guerra, Estados Unidos intentó preservar esos sitios de defensa fuera del perímetro del Canal de Panamá, ello provocó el repudio del movimiento popular de Panamá.
El rechazo del pueblo panameño en las calles al Convenio Filós Hines en diciembre de 1947, firmado el 10 de dicho mes, entre los gobiernos de Panamá y Estados Unidos, constituyó la primera gran derrota política con consecuencias en el ámbito militar, que sufrió el Imperialismo norteamericano a manos de este pueblo y de las fuerzas progresistas y revolucionarias del mundo tras el fin de la Segunda Guerra Mundial. Esa es la justa y objetiva dimensión de los acontecimientos.
El repudio al Convenio Filós Hines marcó la ruptura de las masas del globo con Estados Unidos, tras la coincidencia coyuntural que produjo el esfuerzo de guerra en conjunto a la respetada y sacrificada Unión Soviética contra el Fascismo Ítalo- Nazi- alemán en Europa y el Imperio Nipón en Asia.
Los sucesos de diciembre de 1947 colocaron la lucha antiimperialista y anticolonialista del pueblo panameño en los grandes titulares de la prensa internacional. Grandes líderes del bloque antiimperialista progresista y socialista del mundo de la postguerra, tales como Stalin, Mao, Ho Chi Min, Broz Tito, Kim Il Sun, importantes líderes políticos y sociales de América Latina y África, así como millones de luchadores de todas las latitudes, entre ellos el joven Fidel Castro con apenas 22 años, tuvieron que haber leído y escuchado con interés las anécdotas en torno a la movilización combativa de las masas de un pequeño país, Panamá, contra la presencia militar de Estados Unidos y su control del Canal Interoceánico.
La lucha del pueblo panameño cercando a la Asamblea Nacional y obligando al gobierno oligárquico de turno a retroceder en sus negociaciones con Estados Unidos, jugó un papel moralizador y estimulante de las luchas nacionalistas, antiimperialistas, anti colonialistas y socialistas de todos los continentes. Una tarea necesaria es registrar y analizar las secuelas de la lucha del pueblo de Panamá en diciembre de 1947 en el mundo, la cual sería el gran antecedente de la Gesta del 9 de enero de 1964.
A propósito de este punto hacemos acopio de las palabras del Comandante Fidel Castro, cuando nos narra sus experiencias acontecidas en el marco de su visita a Panamá y Venezuela en marzo/abril de 1948 como parte de los preparativos del Congreso Latinoamericano de Estudiantes que se llevaría a cabo en Bogotá, Colombia, donde precisamente se reuniría una Conferencia Panamericana de Gobiernos pro imperialistas y oligárquicos: “Cuando partí hacia Colombia, estaba bastante radicalizado, pero a los 21 años no era todavía marxista-leninista. Militaba ya en la lucha contra la tiranía trujillista y otras similares por la independencia de Puerto Rico, la devolución del Canal a Panamá, la restitución de Las Malvinas a la República Argentina, el fin del colonialismo en el Caribe y la independencia de las islas y territorios ocupados por Inglaterra, Francia y Holanda en nuestro hemisferio. (…) En Panamá, los estudiantes acababan de ser reprimidos brutalmente por demandar la devolución del Canal; uno de ellos estaba lesionado en la columna por un disparo, no podía mover las piernas. (…) En todo caso, yo estaba contra las tiranías allí representadas, la ocupación de Puerto Rico y Panamá por Estados Unidos, pero no poseía todavía una idea clara del sistema de dominación imperialista”.
Fidel se refería al panameño Sebastián Tapia, quien fue golpeado salvajemente por una lacrimógena durante las acciones represivas de la entonces Policía de Panamá contra el pueblo que expresaba su consternación ante el irrespeto a la dignidad nacional.
Sobre este aspecto podemos igualmente señalar que Carlos Iván Zúñiga en sus memorias hizo una remembranza de la visita de Fidel Castro a Panamá en 1948, como delegado de la Federación de Estudiantes de Cuba acompañando al entonces presidente del gremio estudiantil de Cuba, Enrique Ovares. Zúñiga describe al Fidel que conoció entonces como un joven lleno de ideales y de muchos proyectos.
Los sucesos de diciembre de 1947 en Panamá y el Bogotazo tras el asesinato del líder popular Jorge Eliécer Gaitán a manos de la oligarquía de Santa Fe, serían hechos que marcarían la conciencia colectiva y en especial, tendrían honda repercusión en la formación política de Fidel. Son ejemplos del impacto de las jornadas del diciembre del 47 a nivel internacional.
El estudio científico, académico profesional y político ideológico, de la mano a la reivindicación de la historia de lucha de nuestro pueblo contra el Imperialismo y por la forja del progreso social, constituye una tarea ineludible, permanente, de los y las patriotas y antiimperialistas panameños y panameñas, máxime hoy cuando los gobernantes de turno en conciliábulo de clase con la elite del Club Unión y partidos cipayos, pretenden revertir la acumulación histórica de la liberación nacional y alinear al país directa o indirectamente en el bloque bélico de la OTAN contra potencias, estados y movimientos que resisten la hegemonía yanqui. No lo podemos permitir. La lucha sigue. Sigamos la pelea.
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Jorge González Panameño. Profesional del derecho, docente universitario y luchador social
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Excelente el contenido histórico de estos lamentablemente sucesos en contra de nuestros estudiantes por defender la soberanía y ideales de libertad..