Ninguna contienda electoral es igual a otra, todas presentan diferencias que van desde lo ideológico, la territorialidad, se toman en cuenta factores de densidad poblacional, características socioeconómicas, cargo por el cual se va a participar, el posicionamiento del actual titular contra el cual se va a competir, las alianzas con partidos políticos o grupos electorales y los diferentes ofrecimientos de los contendores que aspiran obtener el puesto, son algunas de las variables que hay que tomar en cuenta al momento de ejecutar una campaña electoral.
Repetir, intentar copiar estrategias o esquemas sin conocer a cabalidad la realidad de cada sector es uno de los errores más comunes en el que incurren diferentes candidatos y sus equipos.
Venezuela se aproxima el 21 de noviembre del año en curso a una mega elección de todos los cargos públicos regionales y municipales.
Cada grupo político se encuentra en comunicación y activación mucho antes de iniciar la campaña oficial, que estipula el ente comicial. Esta es la principal ventaja que ofrecen las redes sociales, para emprender cualquier tipo de publicidad política electoral, la cual no tiene límites en Venezuela.
Los candidatos, ya empezaron a ocupar espacios, no solo en las redes, andan en las calles de barrios y comunas, organizando asambleas y algunos desde sus cargos públicos tratando de resolver situaciones de coyuntura en las comunidades, por un lado, los del gobierno basados en la propuesta socialista del comandante Chávez y por otro, la oposición en la línea de las diferentes voces que lideran el sector de la derecha, en este momento dividida en varias corrientes.
En una campaña electoral, con mucha frecuencia, se presentan cambios en la dinámica comunicacional que hay que evaluar y estudiar para adaptarse en busca de mejorar el posicionamiento que se quiere lograr de acuerdo con el plan que se propone. Muchos candidatos opositores planifican llegar a los electores desde el plano emocional, hablando de la situación económica o aplicando las ya conocidas maniobras politiqueras de los últimos años de incitar a la población a la salida del país de jóvenes y adultos. Hablan de crisis sin entrar en las causas que la han generado, como el bloqueo económico en el país, no asumen las consecuencias de haber entregado parte de los activos de la República a intereses foráneos, solo por conseguir un supuesto gobierno para suplantar al actual Presidente; lo que devino en una crisis política en las filas de la oposición que hoy, fragmentada, goza de poca credibilidad e inestabilidad.
Las redes sociales
En esta época, los políticos modernos deben ser comunicadores. En la actualidad, la política se basa en la información. En este mundo, los mensajes emitidos entran en un campo de batalla denominado redes sociales, para llegar a quien corresponda, mientras, desde otro lado, se busca neutralizarlos o derrotarlos con ataques directos o propuestas que mejoran la oferta que pretenden ganar en la batalla comunicacional.
Por otra parte, los medios tradicionales venezolanos, prensa, radio y televisión, han perdido algunos espacios de poder, entre otros, ya no tienen la exclusividad, ni la posibilidad, de usar sus influencias o poder comunicacional y las primicias o exclusividad de los negocios políticos a niveles de exigencias, como sucedía antes.
El grueso de las noticias, en las mayorías de las áreas y sobre todo en el sector de la política, surge desde las redes sociales de los propios protagonistas. Al convertirse el sujeto causante del hecho noticioso en comunicador directo, desde sus diferentes redes. En este caso, podemos recordar a Chávez, pionero, dando tubazos al anunciar por sus redes o desde su propio programa de radio y televisión, sus decisiones y acciones políticas.
Es por esta razón, que es muy común ver a los artistas, personas de la vida normal, hasta los políticos desde las diferentes plataformas, ser sus propios reporteros al subir videos y fotografías donde se evidencia su participación en el hecho vivencial de forma directa como argumento político de su campaña. Sin embargo, no son campañas que están hechas sin sentido, al contrario, son estudiadas y tienen un sentido de captación de un sector de la población con acceso a estos medios de comunicación, que están tomando un espectro común en el mundo de ahora, son incluso la primera fuente informativa de algunos gobiernos.
La estrategia de los medios hegemónicos
Alguien habrá oído en algún momento “que los medios mienten”. Los grandes medios tradicionales, también han abierto sus redes sociales para intentar ganar una nueva hegemonía, pretendiendo desde sus líneas editoriales, con alguna frecuencia exitosa, la manipulación, ocultamiento y la utilización de la posverdad en sus «noticias». Situación que se les ha complicado debido al fenómeno de uso masivo de teléfonos celulares inteligentes con acceso a internet, la comunicación dio un vuelco diferente, porque toda persona es un trasmisor de la realidad con sus videos y fotografías que son parte de un testimonio, son convertidos en pruebas de hechos, desnudando ante la opinión pública la realidad.
La presencia de los celulares en las calles, en manos de personas sin importar el estrato social, sin buscar competir como medio de comunicación, se puede subir un video de cualquier evento, donde el público tiene la posibilidad de comparar para luego opinar al respecto. Formando a veces una extensiva ola de opiniones que logra hacerse viral. Un caso famoso fue el vídeo de afroamericano George Floyd, asesinado por un agente policial que conmocionó al mundo entero.
La Mass Media y la política
Queda claro que algunos políticos pueden lograr controlar grandes cadenas conectadas a la Mass media, a la Cross media, con la cual pueden lograr acceso a grandes cantidades de público para posicionar un mensaje. Este tipo de ejecución fue usado por casos famosos en el mundo como el Brexit, referéndum que buscaba la salida del Reino Unido de la unión Europea, la elección de Donald Trump en Estados Unidos y la de Jair Bolsonaro en Brasil, quienes según han demostrado estudios, usaron la información de la Big data contenida en Facebook y otras redes sociales para ejecutar una campaña personalizada usando algoritmos con los cuales lograron sus respectivos triunfos.
Para la política de hoy la comunicación es fundamental, la política entró a la modernidad desde la mediática. Entendiendo que la comunicación política no está necesariamente dirigida solo a ganar una elección. La comunicación política es utilizada también para difundir el desarrollo de planes, proyectos, para campañas gubernamentales, para conseguir la aprobación de una ley o lo contrario, derogarla. La comunicación política abarca amplios aspectos.
En Venezuela, más allá de la comunicación de los partidos, la política sigue gestándose en las calles en el trabajo cotidiano, en el encuentro con la gente. La mayoría de las personas quieren un acercamiento real. Ver y oír los planes, las propuestas, pero más efecto causa al ver las acciones de los candidatos en sus comunidades. La comunicación política en las campañas se vive como si viéramos una serie vía streaming desde nuestros celulares, para luego tener la oportunidad de conocer y compartir con los protagonistas. En esta visión los héroes son las y los políticos que aspiran los diferentes cargos, en estas acciones muestran su valentía, sus conocimientos, pero también fallas y limitaciones en la conducta, en el acercamiento a la solución de los problemas con sus propias manos cuando se trata de trabajos físicos.
La comunicación política desde las redes sociales ha abierto la posibilidad de que conozcamos diferentes facetas de los candidatos al mostrar videos y fotografías con las que muestran la cotidianidad de sus vidas, llegando a hacer público detalles considerados para muchos de la vida privada, con las que pretenden ganar seguidores no solo en las redes, sino que apuntando a lograr el voto.
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Tony González Artista venezolano y miembro de Correo del Alba en Venezuela
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