Vergonzoso e infame papel del Consejo permanente de la “OEALMAGRO”, este es un instrumento que perpetúa el sistema de sometimiento y coloniaje a los perversos intereses de los Estados Unidos de Norteamérica a la doctrina Monroe.
Abortó la pretendida reunión del Consejo Permanente de la Organización de Estados Americanos (OEA) considerado como ministerio de las colonias, el patio de sometimiento al gobierno federal de Norteamérica.
En los Estados Unidos la Cámara de representantes sancionó la Ley de Asignaciones de Fondos de Operaciones en el Extranjero, misma que exhorta al gobierno de Joe Biden a investigar el rol de la OEA en los comicios del 2019 en Bolivia y el posterior golpe de Estado contra el expresidente Evo Morales “con el fin de evitar que vuelvan a ocurrir ataques similares contra la democracia» ¿Míster Biden fiscalizará a Luis Almagro, por presunción e injerencia en el golpe de Estado en Bolivia?
Es descarada la injerencia al pretender interferir y observar a Cuba en una falsa acusación de vulneración de derechos humanos, concomitante la sanción a la policía cubana. Demencial libreto construido en Miami, cuyo financiamiento apunta a Washington, sus agencias de persistente y recurrente “democraCIA”, cuyo hilo conductor es el asfixiamiento a Cuba, mediante el recrudecimiento de las sanciones.
Ergo, qué contradictorio, Estados Unidos, se proclama el gran defensor de los derechos humanos, cuando comete delitos de lesa humanidad y hace rasa tabla al Derecho Internacional.
La OEA jamás ha defendido los principios de su Carta Democrática, nació en la Israel de Latinoamérica (Colombia un narcoestado que extermina al pueblo) expulsó a Cuba hace más de cuatro décadas de este instrumento al servicio del gobierno federal, de sus leyes y doctrinas. Cuba jamás retornó al sistema e instrumento imperialista, a pesar de haberse levantado la absurda sanción nacida en el pentágono y departamento de Estado.
Esta es una permanente batalla de las ideas contra la guerra convencional, o de cuarta generación que se viene cocinando hace varias décadas, no es improvisada. Desde Washington se orquesta y agita el bombardeo massmediático, de las redes sociales, las fake-news que cuenta para ello con un gran financiamiento.
Le decimos a Biden, que Cuba martiana, guevarista y fidelista, la hermana mayor de las Antillas no claudicará. A su Revolución el pueblo la defiende.
Son 29 años que la Asamblea General de las Naciones Unidas condena el bloqueo, que por cierto es el más largo de la historia de la humanidad. Estados Unidos hace caso omiso. En otras circunstancias La Corte Penal Internacional ya lo hubiese juzgado, pero desconoce el Estatuto de Roma y las violaciones continúan. Todas sus ayudas humanitarias han estado salpicadas de revolución de colores, balcanización, destrucción de soberanías, el más vergonzoso escenario de violaciones lo vemos materializado en Afganistán, veinte años de vandalismo, saqueo, emigración, destrucción y empobrecimiento del pueblo afgano.
Es insensible e inhumano, aprovechar las condiciones epidemiológicas de la COVID-19 de Cuba, que develan y desenmascaran el guion macabro del gobierno federal de Norteamérica, que no cesa en sus estrategias de golpe blando y financiamiento de ONGs que cumplen geopolíticamente el manual de golpes blandos de Gene Sharp y el estilo guarimbero que se neutralizó a su debido tiempo.
Condenamos el ataque terrorista con cócteles molotov a las instalaciones de la Sede diplomática de Cuba en París. Es difícil ocultar la actoría y mentoría del tanque de pensamiento de clara impronta norteamericana.
El bloqueo económico , comercial y financiero impuesto a Cuba de manera unilateral por seis décadas es la perpetuación de un crimen de lesa humanidad, el más atroz atropello y violación al Derecho Internacional, Carta de las Naciones Unidas y a los Derechos Humanos.
Nos declaramos en permanente resistencia y solidaridad con Cuba y su pueblo.
No podemos desconocer la inmensa solidaridad a Cuba desplegada por diferentes países del mundo.
Empero, mientras Estados Unidos de Norteamérica, ha llegado con las denominadas ayudas humanitarias, que han significado y se han expresado en ocupación, invasión con los indicadores y ratios más desastrosos, significando, no solo la violación de la soberanía de los pueblos invadidos sino, la pérdida de vidas humanas, así como socioeconómicas, sociopolíticas y de infraestructura, que han agudizado las condiciones de vida de estos pueblos.
Cuba no está sola cuenta con la solidaridad de nuestros pueblos que amamos la paz y la vida en abundancia.
Hay un refrán muy popular que expresa “manos que dan, manos que reciben», pero Cuba ha llegado con sus misiones, programa de alfabetización “yo sí puedo” (existen evidencias de esos logros), brigadas médicas de batas blancas; no podemos desconocer que fueron un importante aporte para georreferenciar y levantar la línea de base de las personas con discapacidades, así como miles de ecuatorianos y ecuatorianas que han sido becarios de la Escuela Latinoamericana de Medicina (ELAM).
Es importante puntualizar que Cuba tuvo una cooperación con más de 400 profesionales médicos/as, que lamentablemente el régimen de Lenin Moreno, lo terminó de manera arbitraria y unilateral, ( así mismo destruyó UNASUR, organismo de integración que nació para la cooperación, hermanamiento de los pueblos del Sur, que no tuvo ningún tinte ideológico), tan sólo por el mero odio a la Patria de Martí y comandante Fidel, concomitante dio cumplimiento a la nefasta agenda imperialista de injerencia.
Para nadie es desconocido que desde Miami se agitan las banderas de injerencia. Más de una decena de gobiernos firmaron un manifiesto el que expresa turbiamente falsedad, injerencia e intromisión en la política soberana de Cuba. Uno de los firmantes es el presidente Guillermo Lasso, cuya identidad política e ideológica es oligárquico-neoliberal y de tinte filofascista.
El imperialismo norteamericano todavía no ha logrado entender que Cuba es un Estado Soberano, que gobierna de conformidad a su Constitución y marco legal y que no permitirá la injerencia de nadie.
En Cuba existe un país con un pueblo que sabrá defender el atropello a su soberanía, a pesar de la recurrente persistencia de Estados Unidos en seguir asfixiando a su pueblo.
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Luis Ernesto Guerra Activista de Derechos Humanos y analista político ecuatoriano
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